Ya estábamos de camino a casa de los Grimes, eran las 20:15, habíamos ido al centro comercial y quedaba un poco lejos; en pocos minutos divise la casa, Leem disminuyo la velocidad, giro hacia la derecha y aparco.
-Bueno, hemos llegado ¿Lista?
-Supongo que si, conteste algo nerviosa, a decir verdad me temblaba todo, sin motivo, ya los conocía pero supongo que al pasar tanto tiempo...
Me baje del coche intentando no caerme ya que mis piernas en ese momento eran de gelatina, Leem me agarro fuerte por la cintura y me beso en la cabeza, era su manera de decirme que estuviera tranquila.
Cruzamos el jardín hasta la puerta principal, Leem llamo al timbre y yo en un acto reflejo agarre su mano apretándole con fuerza, creo que demasiada ya que mi hermano izo una mueca de dolor.
En pocos segundos la puerta se abrió,
-Oh! Liam ya estáis aquí! era la señora Grimes.
-Hola Susannah, ¿como estas? dijo mi hermano dándole 2 besos
-Muy bien gracias, respondió ella con una sonrisa
En ese momento dirigió sus ojos hacia mi,
-Madre mía, Sarah ¿eres tu? me dijo con los ojos tan abiertos que parecía que hiban a salirsele.
-Hola señora Grimes, respondí entrecortadamente
-Cariño como has crecido, me dijo dandome 2 besos, estas preciosa, añadió con una gran sonrisa.
-Bueno bueno entrad, nos hizo un gesto con la mano para que entráramos.
Nos dirigimos al salón, allí estaba el señor Grimes terminando de colocar la mesa para la cena.
-Liam muchacho, le dijo dándole un apretón de manos
-John, gracias por la invitacion, añadió el.
-Vaya vaya, dijo mirándome a mi,
-Hola señor Grimes, dije acercándome unos pasos
-Estas hecha toda una mujer jovencita, dijo sonriendo y me dio 2 besos.
Eran dos personas realmente amables y muy cercanas.
-Susannah cariño, dijo el señor Grimes, llama a los chicos porque a este paso no cenaremos nunca.
Ella asintió y se dirigió a las escaleras
-Chicos! bajad esta todo listo.
En esos momentos sentí cerrarse una puerta en el piso de arriba y pasos por las escaleras acompañados de algún gritito de dolor.
-Edward!!!, dijo la señora Grimes, deja tranquilo a tu hermano.
-Estos chicos, dijo mirándome mientras entraba en la cocina
Yo le dirigí una pequeña sonrisa y la seguí para ayudarla.
-Gracias mama, oí que decía una voz masculina ya en el piso de abajo.
Les oí desde la cocina hablar con mi hermano, y no se porque comencé a temblar de nuevo.
-Gracias Sarah cielo, me dijo la señora Grimes, ya lo llevo yo, ve a sentarte.
Asentí, salí de la cocina y entre en el salón, allí estaban todos hablando, vi al padre de los chicos acerle un gesto y en ese instante ellos se giraron hacia mi.
Me quede totalmente quieta cuando los vi y ellos adoptaron mi misma postura.
-Sarah, que no muerden, me dijo Leem riéndose ante mi reacción, note en ese momento como mis mejillas se enrojecían.
Al fin ellos se movieron y se acercaron a mi
-Hola Sarah! dijeron al unisono
-Hola chicos, respondí intentando no tartamudear demasiado.
-Como has cambiado, me dijo uno de ellos, -por cierto soy Edward, y el dijo señalando a su hermano, es John.
-Vosotros si que habéis cambiado, añadí yo totalmente sorprendida mirándoles de arriba a abajo.
Allí me encontraba yo, temblando como un flan ante dos chicos altos, de pelo rubio despeinado y con unos ojos y una sonrisa que quitaban el hipo.
-Venga chicos, interrumpió el señor Grimes, a la mesa.
Por fin mis músculos se pusieron en movimiento y me dirigí a la mesa
-Sarah, sientate con nosotros, me dijo John haciendome un gesto con la mano para que ocupara la silla de al lado.
-Vale, asentí y me senté a su lado.
-A cenar!, dijo la señora Grimes con una gran sonrisa y todos comenzamos a servirnos.
-Sarah, intervino el señor Grimes, ¿que tal por Asturias?
-Oh.! bueno, pues bien pero se lo describiré mejor con 2 palabras ¡Mucho frió! dije riendo.
Todos comenzaron a reírse, el pobre Edward se atraganto con una patata y John comenzo a darle golpecitos en la espalda,
-No te mueras hombre, que después me quedare solo, le dijo riéndose
-Yo también te quiero John, le contesto Edward mientras recuperaba la respiracion y este le guiño un ojo.
El resto de la cena transcurrió con normalidad, entre risas y algún que otro atragantamiento por parte de los chicos e incluso mio, la mejor cena de bienvenida sin duda.
Después de acabar de cenar el señor Grimes se encargo de recoger la mesa junto a su esposa y Leem los ayudaba, los chicos y yo ofrecimos ayudar pero no nos dejaron.
-Sarah, dijo Edward, ¿te vienes al jardín con nosotros?
-Claro, porque no, dije con una sonrisa
-Esperad chicos, intervino John, voy arriba a por la guitarra y corrió escaleras arriba.
-No sabia que John tocara la guitarra, le dije a Edward
-Ah si, lo hace bastante bien,
En pocos minutos John apareció por las escaleras con la guitarra en la mano, -Vamos, dijo y salimos al jardín
Nos sentamos en el suelo, yo me senté al lado de Edward y John se sentó justo enfrente nuestro, John comenzo a tocar una canción que yo reconocí enseguida, era una de mis favoritas, me quede totalmente embobada viéndole tocar y no me di ni cuenta de que Edward había empezado a cantarla.
Cuando reaccione pude escucharles a ambos, eran totalmente geniales, cantaban como los ángeles, ya que John también había comenzado a cantar.
-¿Y?, ¿que te ha parecido? me pregunto John cuando termino la canción.
-Chicos, sois increíbles!, dije con una gran sonrisa, Edward cantas genial y tu John también y tocas la guitarra realmente bien.
-Muchas gracias Sarah, dijo Edward y John asintió.
Mire mi reloj, eran las 2:00 de la mañana, ¡Guau! el tiempo había pasado volando, la madre de los chicos salio para avisarnos de que entráramos, asique nos levantamos, yo ayudada por John que me ofreció su mano y entramos.
-Sarah pequeña, dijo Leem , nos vamos es tarde, yo asentí y me despedi del señor Grimes y de su esposa al igual que mi hermano.
Los chicos quisieron acompañarnos hasta el coche, Leem se despidió de ellos y se subió en el coche.
-Bueno Sarah, comenzo Edward, nos ha encantado verte de nuevo, John sonreía a su lado
-Y a mi veros a vosotros chicos, ha sido genial, les dije sonriente.
Edward se adelanto unos pasos y me abrazo como el que abraza a su hermana, era un chico genial, a parte de guapo igual que su hermano.
Cuando por fin me solo John pudo hacer lo mismo, y me susurro al oído "Nos vemos mañana", me miro y me guiño un ojo, lo había dicho tan bajito que ni Edward se percato.
-Que descanséis chicos, y me subi al coche
-Igualmente, dijeron a la vez y Leem se puso en marcha.
Estaba tan cansada, pero no suficiente para pararme a pensar en lo que me había dicho John "Nos vemos mañana", ¿que habría querido decir con eso? ¿nos veríamos el y yo solos? ¿quedariamos los 3?, aquellas palabras me habían desconcertado un poco; cuando volví a la realidad ya habíamos llegado a casa.
Me baje del coche bostezando, -¿estas cansada verdad? me dijo Leem
-Si, ha sido un día largo, dije entrando ya por la puerta de casa.
-Leem me voy a la cama, le dije y le di un beso, "Buenas Noches"
-Descansa pequeña, te quiero!, -y yo a ti y subí las escaleras.
Entre en la habitación y me senté en la cama, me quite los playeros y la ropa y me puse mi pijama, me deshice la trenza que tenia ya un tanto despeinada y me desmaquille.
Mire la hora en mi móvil, eran las 2:30 de la mañana, me metí en la cama y apague la luz, por un rato me quede pensando en la canción que los chicos habían cantado, sus voces sonaban en mi cabeza y la imagen de John tocando la guitarra invadía parte de esos pensamientos, pero pronto me invadió el sueño y esos pensamientos se fueron devaneciendo.
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