domingo, 24 de febrero de 2013

Capitulo 38

Hola, hola mis pequeños y adorables duendecillos!
Pues aquí estoy otra semana más con un nuevo capitulo, y ya que estamos hago un anuncio:
Estoy escribiendo los últimos capítulos de la novela, si, esta nove llega a su fin, quedan un par de capítulos y se terminara, pero no os preocupéis, porque estoy preparando otra ;)
Gracias a todos mis lectores, de verdad sois de lo mejor, espero que cuando suba la nueva todos esteis ahí, y por si me preguntáis, si, sera sobre los twins :)
No me entretengo mas, os dejo disfrutar de un nuevo capitulo, espero que os guste y ya sabéis  dejarme muchos comentarios!
Un besito mis cuquimonerias, os amo!!! MIRY*


NARRA SARAH

Estaba en casa de Mel como casi todos los días desde que ella y Edward habían roto, me pasaba las tardes con ella para distraerla, sus padres estaban preocupados y su madre me había llamado esta vez para que fuera, Mel no les había dicho nada de Eric, solo les había contado que ella y Edward habían tenido unas diferencias, yo no estaba de acuerdo en que les mintiera pero era mi amiga e iba a apoyarla así que mentí por ella.
Nos encontrábamos en su habitación, había llevado helado y estábamos las dos tumbadas en el suelo rodeadas de varios cojines y escuchando música, sus padres estaban trabajando así que no teníamos que preocuparnos del volumen, en medio de una de nuestras charlas me sonó el teléfono, me levante a cogerlo y el nombre de John brillaba en la pantalla, sonreí y haciéndole un gesto a Mel Salí de la habitación para hablar.

LLAMADA
-Hola ojos verdes, conteste haciendo que el soltara una risa al otro lado del teléfono.
-Hola pequeña, susurro haciendo que me sonrojara, -me encanta que me llames así ¿lo sabías?
-Si, por eso lo hago, dije y reí.
-Bueno que me desvió del tema, ¿Estás con Mel no? Pregunto.
-Si claro, estoy en su casa, porque ¿ha pasado algo? Dije preocupada.
-No no, haber te cuento, Edward está fatal y le he dicho que le llevaría a ver a Mel, no sé, que hablen, quizá pueden arreglarlo, dijo rápido.
-Pues si tienes razón, pero queda lo más difícil, convencer a Mel de que hable con él, y no será fácil, dije y solté un suspiro.
-Si pero seguro que mi chica logra convencerla ¿verdad? Añadió con una risa, me mordí el labio y sonreí a pesar de que él no podía verme.
-Hare todo lo posible, te lo prometo, conteste y solté una pequeña risa.
-Está bien, bueno te dejo que viene Edward, en un rato estamos ahí.
-De acuerdo, iba a colgar cuando su voz me llamo, -¿Si? Pregunte con voz inocente.
-Te quiero pequeña, sonreí y me mordí el labio.
-Yo también, suspire, -ojos verdes y tras escuchar una pequeña risa colgamos.
FIN LLAMADA

Me quede un rato apoyada en la puerta de la habitación de Mel con el móvil en las manos  y mordiéndome el labio, le quería tanto, John era todo lo que una vez soñé, estaba feliz con él, y cada día lo nuestro iba a mejor. Suspire y abrí la puerta entrando y encontrándome a una Mel tirada en el suelo boca arriba mientras comía helado y miraba al techo tarareando la canción que ahora sonaba.
-¿Pero qué haces? Dije sin poder evitar reírme por su postura, giro la cabeza hacia mí y me dedico una sonrisa.
-¿Crees que si como el helado así, se me congelara el cerebro? Dijo mirando hacia el techo y llevándose a la boca otra cucharada de helado.
-¿Qué? Pregunte totalmente confusa, y entonces ella estallo en una carcajada.
-Nada déjalo, creo que el helado me está afectando, lo aparto hacia un lado, -¿Era John? Pregunto.
-Si, me quede callada pensando en cómo decírselo, -esto. . . Mel, tengo que hablar contigo, dije sentándome enfrente de ella.
-¡Oh no!, dijo abriendo los ojos, -si es de Edward por favor no, Sarah de verdad no quiero hablar de él.
-Lo siento pero me vas a escuchar, eres mi amiga pero también lo es él y me mata ver como os hacéis daño por culpa de un imbécil, la agarre de las manos para que no se levantara.
-Sarah sabes que esto me hace daño, dijo agachando la cabeza, alce una de mis manos y se la levante.
-¿Le quieres? Pregunte mirándola a los ojos.
-Si pe. . . la corte.
-De nuevo, ¿le quieres?, me miro y asintió.
-El te quiere, que digo te quiere, te ama, te adora Mel y lo está pasando mal, ¿entiendes eso no? Volvió a asentir, -tu no lo estas pasando mejor lo sé, os queréis, ¿en serio vas a dejar que un imbécil destroce lo que tenéis? ¿Vas a dejar que Eric gane otra vez o vas a luchar y demostrarle que no puede con vosotros? Se quedo callada mirando hacia el suelo y después de unos segundos suspiro.
-¡Mierda! musito y la vi levantarse para después mirarme, -¿Cómo lo haces? Pregunto cruzándose de brazos.
-¿Como hago que Mel? No entendía nada.
-En serio, ¿Cómo lo haces? ¿Cómo consigues siempre hacerme entrar en razón?
-¿Lo he hecho? Dije levantando una ceja, ella asintió y esbozo una pequeña sonrisa.

El resto del día lo pasamos en su cuarto, viendo pelis, comiendo mas helado y riéndonos, yo por mi parte hacia cualquier cosa con tal de que mi amiga no llorara de nuevo, lo que no pude evitar cuando sonó el timbre, me asome a la ventana de su cuarto y efectivamente el coche de John estaba aparcado abajo, antes de bajar a abrir abrace a Mel y le dije que estuviera tranquila, Salí de su cuarto y baje las escaleras, suspire antes de abrir, cogí el pomo y abrí la puerta, John me dedico una sonrisa y yo le di un pequeño beso en los labios, le dije que había podido convencer a Mel para que hablase con Edward, el asintió y se fue a buscar a su hermano que aun esperaba en el coche, cuando vi que Ed entraba por la puerta no lo dude y me tire a sus brazos, le abrace con todas las fuerzas que tenia y le dije que él podía, nos miro una última vez y se fue escaleras arriba.
John y yo nos quedamos en el salón hablando, sobre todo hablando de Edward y Mel, en si lo arreglarían o seguiríamos viéndonos por separado para que ellos no coincidieran y pasara como la última vez.
Después de pasada media hora empecé a ponerme nerviosa, no había señal de los chicos, tampoco había escuchado gritos así que eso me indicaba que la cosa iba por buen camino, cansada de esperar en la incertidumbre me levante y me dirigí hacia las escaleras seguida de un John bastante más cotilla que yo ya que me agarro y susurro un “Yo voy delante” a lo que yo le mire levantando una ceja y solo contesto un “¿Qué? Es mi hermano”, le di un golpe en el brazo y ambos subimos hacia el cuarto de Mel, nos apoyamos en la puerta para intentar escuchar algo pero nada, le hice un gesto a John y él me asintió, cogí aire y justo cuando iba a tocar a la puerta John se me adelanto y golpeo la puerta dos veces dejándome con la mano en el aire, “Maldito capullo” pensé mientras volvía a darle otro golpe en el brazo.
Escuchamos un “Pasad” y abrimos la puerta asomando las cabezas, lo que vimos nos hizo sonreír a ambos, una vez dentro y viéndolo mejor me quede en shock, me lleve las manos a la boca y acto seguido me fundí en un abrazo con mi mejor amiga mientras John y su hermano se abrazaban, le hice un gesto a Mel y ambas nos unimos a ese abrazo, un abrazo los cuatro juntos, los cuatro amigos, eso era lo que necesitaba para alejar de mi cabeza la llamada que había mantenido con mi madre.
Tras ese momento “emotivo” por así decirlo John propuso que nos fuéramos a cenar todos juntos, aceptamos sin pensárnoslo y mientras Mel se cambiaba los chicos y yo bajamos al salón a esperarla, no tardo más de 20 minutos así que enseguida salimos y nos subimos al coche, John arranco y como siempre volvimos a pelearnos por la radio, no sé ni para que lo intentaba si al final siempre acababa ganando yo.
Estábamos ya en camino hacia no sé donde la verdad, porque por mas que le preguntaba a mi novio no me contestaba y me decía que no fuera impaciente, resoplé y  me acomode en el asiento echando la cabeza hacia atrás pensando en todo lo que había hablado con mi madre, en su reacción y en la reacción de mi hermano, nunca lo había visto tan enfadado y aun faltaba la peor parte, mi padre, si mi madre había reaccionado así con la noticia, la reacción de mi padre sería peor sin duda, Leem me dijo que no me preocupara pero lo que menos quería era que mi hermano se enfrentara con nuestros padres.

Seguía dándole vueltas a todo cuando sentí mi móvil vibrar en el bolsillo del pantalón, lo saque y vi que era un mensaje de mi hermano, suspire y lo abrí:

“Peque no quiero que te asustes pero papa ha llamado, mama le ha dado la noticia y la verdad es que no estaba muy contento, quiere hablar contigo ¿Dónde estás?”

Leí el mensaje cientos de veces, asustada no era la palabra, estaba preocupada, aterrorizada mas bien, viendo todas la veces que habíamos discutido sobre venir este verano, esto iba a ser incluso peor, estaba segura de que ninguno iba a dar el brazo a torcer y lo peor es que Leem se metería y pasaría lo que no quería, una bronca entre ellos.
Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que John había parado en la gasolinera, Edward y Mel se bajaron a comprar algo, yo me quede en el coche y decidí llamar a mi hermano.

LLAMADA
-Sarah ¿Dónde estás? ¿Recibiste mi mensaje? Dijo mi hermano nada más descolgar.
-Si lo he recibido, Leem estoy con los chicos, vamos a cenar por ahí.
-Está bien, suspiro, -y cielo no te preocupes por papa ¿De acuerdo?, mañana le llamamos y hablamos con él, sabes que cuentas conmigo.
-Lo sé y te lo agradezco, eres el mejor, conteste y suspire.
-Bueno no te entretengo mas, disfruta con los chicos, un beso mi niña, te quiero.
-Yo también te quiero, y tras eso colgamos.
FIN LLAMADA

Tras colgar guarde el móvil en el bolsillo de nuevo, mire por la ventanilla y vi a Edward y a Mel venir hacia el coche mientras se reían, no pude evitar sonreír ante eso, hacia una pareja perfecta, se subieron en el coche y segundos más tarde lo hizo John, se abrocho el cinturón y me dedico una mirada susurrándome un “¿Todo bien?” asentí y le mostré una sonrisa, arranco y volvimos a la carretera, después de varios minutos le pregunte si faltaba mucho, el se limito a reírse mientras negaba con la cabeza y me contesto con un “Impaciente”, le dije que no era impaciente que simplemente me interesaba saber si faltaba mucho, me miro por un segundo, apoyo su mano en mi pierna y me susurro un “Estamos llegando”, sonreí y estirándome un poco, lo que me permitía el cinturón le di un pequeño beso en la mejilla.
No pasaron más de 20 minutos cuando John anuncio que habíamos llegado, Mel despertaba a Edward que se había quedado dormido sobre sus piernas, yo solo me limitaba a reír ante la imagen, ella diciéndole que se despertara y el contestando “5 minutos mas porfi”, eso hizo que todos nos riéramos, al final logro despertarle y tras conseguir que saliera del coche nos pusimos rumbo a donde íbamos a cenar.
No lo podía creer cuando lo vi, estábamos en la playa y había un pequeño restaurante con vistas al mar, era precioso, sonreí cerrando los ojos y aspirando el olor a mar, siempre me había encantado, sentí unos brazos rodear mi cintura, puse mis manos sobre las suyas y el apoyo su barbilla en mi hombro, no decíamos nada pero realmente no hacía falta, era como si solo estuviéramos el y yo rodeados de silencio escuchando las olas romper en el acantilado, justo en ese momento el rompió esa magia que nos rodeaba.
-Te quiero Sarah. . . susurro en mi oído, lo que izo que me estremeciera.
 Me gire a él y rodee su cuello con mis brazos, el junto su frente con la mía quedando a escasos centímetros de mis labios, cerré los ojos y los abrí para encontrarme con esas orbes verdes que me tenían enamorada, me acerque un poco mas y le susurre un “Te amo John” para después juntar nuestros labios en un beso suave al principio para después dejar que nuestras lenguas se entrelazaran entre ellas perdiéndome en un mar de sensaciones, como siempre que él me besaba, porque solo el sabia besarme de esa forma que hacía que quisiera mas.
Tras separarnos y sonreírnos escuchamos como Edward y Mel nos llamaban para entrar ya en el restaurante, John entrelazó nuestras manos y caminamos hasta donde estaban los chicos para entrar juntos y disfrutar de una cena perfecta entre amigos.



[Y así, entre amigos es como ellos comparten las cosas, la pareja unida de nuevo y más aventuras por las que pasar, pero quizás ahora lleguen los problemas y especialmente para Sarah. . .]







domingo, 10 de febrero de 2013

Capitulo 37

Hola pequeños duendecillos:
Vale lo primero Lo Siento, se que algunos querréis matarme por tardar tanto pero ha habido problemillas.... Pero bueno aquí estoy de nuevo con un nuevo capitulo que espero que os guste mas que el anterior jejeje ¡Fuera lagrimas!
Y nada haber informaros:
Estoy escribiendo los últimos capítulos de la novela, si lo se, muchos no queréis que se acabe pero las cosas son así  cada vez tengo el final mas claro y llevo tanto tiempo con la novela que llega un punto en el que cansa, no puedo decir cuantos capítulos quedan porque no lo se, ya os iré avisando y tranquilos porque tengo en mente escribir otra, tengo varias ideas y en breve empezare a escribirla, solo espero que os guste tanto como esta :)

Gracias a todos los que seguís leyendo, y nada os dejo disfrutar del capi... ya sabéis comentarios cuquis y amorosos debajo ;D
Os quiero cuquimonerias 


NARRA EDWARD

Estaba cabreado, dolorido, cuando vi a ese imbécil agarrando a Mel de esa manera para intentar besarla me hirvió la sangre, yo no era una persona violenta, pero cuando me buscan me encuentran.
Estaba tumbado en la cama, el muy estúpido no era ni valiente para defenderse solo, había mandado a sus amiguitos, la verdad es que estaba hecho una mierda, me dolían las heridas de la cara y el costado, solo rezaba para que no me hubieran roto nada, malditos cabrones, maldije interiormente cuando me moví.
Pase un brazo por mi cara y suspire fuerte, no entendía nada de lo que había pasado hoy, lo que se supone que tenía que ser un día agradable no lo había sido para nada, estaba absorto en mis pensamientos cuando sentí unos leves golpes en la puerta, gire la cabeza y vi a Mel en la puerta, le dije que pasara y se sentó enfrente mía, nos quedamos callados, me fije que agachaba la cabeza, no quería verla llorar, me destrozaba verla así, cogí una de sus manos y la acaricie, ella levanto su vista hacia mí, vi como acariciaba una de mis heridas y una lagrima resbalaba por su mejilla, cogí su mano y de un tirón la senté en mi regazo mientras la abrazaba y le acariciaba el pelo.
Estuvimos hablando de lo sucedido, ella no paraba de decir que la culpa era suya, yo no estaba de acuerdo, ella no era culpable de nada de lo que el imbécil de su ex y sus amigos me hubieran hecho pero ella no lo veía de esa manera, empezaba a desesperarme y ponerme nervioso cuando entonces dijo unas palabras que me estaban rompiendo por dentro.

-Edward. . . dijo haciendo que la mirara, -lo siento, lo siento por esto, no te mereces estar así por mi culpa, iba a seguir hablando pero la corte.
-Deja de decir que es culpa tuya, Mel estoy bien, solo un poco magullado pero bien, ese idiota no me da miedo, tú estás conmigo, te quiero Mel, dije cogiéndole las manos y haciendo que me mirara.
-Yo también te quiero Edward, muchísimo, pero. . . le costaba hablar, -el no va a parar, no lo hará y mientras estés conmigo será peor, vi como otra vez las lagrimas salían de sus ojos, -perdóname por favor, no quiero hacerte daño pero es mejor que tu y yo. . . me separe de golpe y la mire con lagrimas en los ojos.
-Mel me. . . ¿me estas dejando? No podía creerlo.
-No me odies por favor, decía llorando, -es lo mejor, si seguimos juntos te hará daño.
-Mel, me acerque a ella, yo también estaba llorando ahora, -por favor no me dejes, te quiero y ni él ni nadie va a separarnos.
-No me lo hagas más difícil Edward, vi como se alejaba de mí, -perdóname, de verdad, se acerco a la puerta y la abrió, -recuerda que te quiero, y sin más salió de la habitación.

Me quede quieto mirando por donde ella había salido, no podía creer lo que acababa de pasar, no podía creer que ella acabara de dejarme y todo por culpa de ese maldito imbécil, acababa de perder a la persona que mas amaba, no tenía fuerzas para nada pero aun así baje las escaleras, la vi hablando con Sarah.
-Melanie, dije con la voz entrecortada, -por favor, ella me miro, se echo a llorar y salió por la puerta, Sarah se fue tras ella.
-Edward, dijo mi hermano acercándose, le mire y me eche a llorar, el me abrazo fuertemente.
-Me ha dejado John, Mel me ha dejado, dije entre sollozos agarrándome a mi hermano, me sentía débil y mal.

[. . .]

Los días fueron pasando y con ellos las semanas, ya hacia 3 semanas que Mel y yo habíamos roto, no salía de casa tanto como antes y apenas comía nada, estaba destrozado y eso solo hacía que mis padres y mi hermano se preocuparan más.
Había llamado a Mel todos los días desde que me había dejado pero no me cogía el teléfono y tampoco contestaba a mis mensajes, estaba tumbado en la cama cuando la puerta de la habitación se abrió, me gire y vi a mi hermano entrar, se sentó en su cama y me miro.
-¿Seguro que no quieres comer nada? Pregunto ofreciéndome un trozo de pizza.
-Ya te he dicho que no John, conteste dándome la vuelta de espaldas a él.
Le escuche suspirar, me sentía mal por contestarle así pero es que no era capaz de comer nada, note como el colchón se hundía y entonces sentí su mano en mi hombro.
-Edward vamos, se que estas mal pero tienes que comer algo, mama está preocupada por ti, dijo apretando mi hombro.
Cerré los ojos y sentí como las lagrimas se agolpaban tras mis párpados, sabía que mi hermano lo hacía con buena intención, el se preocupaba por mí al igual que mi familia, siempre estaban tratando de hacerme sonreír o distraerme pero solo yo sabía cómo me sentía por dentro, la echaba de menos, muchísimo de menos, ella era lo que necesitaba para estar bien de nuevo, su sonrisa, sus besos, sus caricias, toda ella.
No pude reprimirlo más y comencé a llorar de nuevo, había llorado todas las noches desde que ella me había dejado, y todas ellas mi hermano había estado conmigo, apoyándome, diciéndome que todo se iba a arreglar y yo cerraba los ojos,  y lo único que veía era a ella, a la chica que me había enamorado, la que me había robado el corazón, a la que necesitaba de nuevo en mis brazos.

-Por favor. . . déjame solo. . . dije entre sollozos a mi hermano.
-No puedo verte así, me movió e hizo que me sentara en la cama y le mirara, nada más hacerlo me abrazo.
Me aferre a él con fuerza como si fuera un bote salvavidas, estar con él me ayudaba, siempre me sentí protegido con él, siempre cuido de mi cuando estaba enfermo o cuando me caía de la bici, el siempre estuvo ahí ayudándome y protegiéndome y aunque tengamos 20 años sigue haciéndolo y yo sigo sintiéndome igual de bien que como cuando teníamos 5.
-La necesito John. . . necesito a Mel conmigo, dije un poco más calmado mientras mi hermano me quitaba algunas lagrimas.
-Lo sé, y ¿sabes? Vamos a hacer algo, ahora mismo te vas a vestir y nos vamos a su casa, dijo levantándose y sacando ropa del armario, me la dejo encima de la cama y tras un abrazo y un “Te espero abajo” se fue dirección a la puerta, antes de que se fuera le llame.
-John. . . se giro y me miro, -gracias y le dedique una débil sonrisa, me giño un ojo y desapareció escaleras abajo.

Me levante de la cama algo más animado, entre al baño y tras lavarme la cara, los dientes y adecentarme un poco, salí y me vestí, cogí mis cosas y suspire antes de salir de la habitación y bajar las escaleras.
Cuando entré en el salón John me dedico una sonrisa, vi como mis padres se giraban a la vez, mi madre se levanto y me abrazo fuertemente, mi padre imito su gesto, tras decirme que se alegraban de que por fin saliera de la habitación y que querían verme bien, mi hermano me paso un brazo por los hombros y ambos salimos por la puerta, nos subimos al coche y John arranco dirección a casa de Mel.
Antes pasamos por una gasolinera, mientras yo puse la radio, tal vez un poco de música me hiciera estar menos nervioso, en ese momento sonaba una canción de Parachute “Kiss me slowly”, cerré los ojos escuchando la letra, la verdad es que nos describía a mí y a Mel y a todo lo que estaba pasando, recordé esa frase en mi cabeza “Kiss me slowly”, cuando la canción acabo abrí los ojos y me fije en que ya habíamos llegado, John me dijo que esperara en el coche, le asentí y vi como se bajaba y se dirigía a la puerta de Mel, toco el timbre y minutos después Sarah abría la puerta, le dio un beso y ella le hizo un gesto para que esperara, segundos más tarde vi como le decía algo al oído, John vino de nuevo hacia el coche, me baje.
-Está dispuesta a hablar contigo, nos ha costado convencerla, ahora es tu turno, suspire y me pase las manos por el pelo, asentí y me dirigí con mi hermano hacia la puerta, entramos y lo primero que sentí fue los brazos se Sarah rodearme en un abrazo que por supuesto le correspondí.
-Está arriba, me dijo cuando nos separamos del abrazo, -se que lo conseguirás, susurro esta vez y me giño un ojo.
Respire hondo antes de subir las escaleras, solté el aire y empecé a subir dirección a su cuarto, me pare delante de la puerta de su habitación, suspire y lentamente la abrí, nada más entrar la vi, estaba sentada en el alfeizar de la ventana mirando hacia afuera, cerré la puerta detrás de mí y en ese instante ella se giro y me vio.
Lo primero que hizo fue levantarse y mirarme, yo me quede observándola también, tenía los ojos rojos y algo hinchados de llorar seguro, al igual que yo, los dos nos quedamos quietos sin decir nada, simplemente observándonos después de 3 semanas sin vernos y hablarnos, vi como una lagrima caía por su mejilla y no me lo pensé dos veces.

-Ven. . ., dije abriendo los brazos, suspiro fuerte y se lanzo a mis brazos, la abrace contra mi pecho fuertemente mientras escuchaba como lloraba.
-Lo. . . lo siento. . . decía con la voz entrecortada por las lagrimas.
-Shh, no tienes que pedirme perdón, querías protegerme, lo entiendo Mel, ahora lo entiendo, sabía que ella no era capaz de hablar y la verdad es que no hacía falta.
-Perdóname. . . Edward perdóname, se separo y me miro a los ojos, los cuales ahora estaban humedecidos mientras me aguantaba las ganas de llorar, -creí que era lo mejor, pero no lo es, volvió a hundir su cabeza en mi pecho.
-Lo sé, dije acariciando se pelo suavemente, -Mel, la separe de mi e hice que me mirara a los ojos, -estas semanas han sido un infierno sin ti, no puedo Mel, no puedo, ni quiero estar separado de ti, no me da la gana y si el idiota de tu ex y sus amiguitos quieren darme otra paliza que lo hagan, pero no me van a separar de ti, ¿me oyes? Te quiero y me da igual todo lo demás.
Ella se quedo callada mientras hablaba, una vez termine agacho la cabeza y negro mientras se reía, algo que me desconcertó bastante, levanto la cabeza de nuevo, me miro a los ojos y acaricio mi mejilla suavemente.
-Eres tan cabezota, y una sonrisa asomo en sus labios, -mi cabezota y por eso estoy enamorada de ti, apoyo su cabeza en mi pecho de nuevo.
-Mel, la llame, levanto la cabeza y me miro a los ojos, me acerque a su oído y susurre lentamente,  -Kiss me slowly. . .
Y así lo hizo, rodeo mi cuello y busco mis labios para besarlos, para besarme como yo le había pedido, suavemente, la rodee con mis brazos y la apreté contra mí, en seguida nuestras lenguas se encontraron y suspire al contacto, la había echado tanto de menos, sus besos, sus caricias, pero por fin todo había pasado, estábamos juntos de nuevo y nada ni nadie iba a separarnos, no lo iba a permitir, ella era mía, solo mía, note como poco a poco el beso se iba deshaciendo.
-Te amo Edward, susurro Mel aun rozando mis labios.
-Te amo Mel, conteste presionándolos con los suyos.

Aun estábamos abrazados cuando sentimos unos leves golpes en la puerta, ambos nos giramos, Mel articulo un sonoro “pasad” y entonces vimos a dos cabecitas asomarse a la puerta, mi primera reacción fue reírme y ella me siguió, John abrió mas la puerta y el y Sarah entraron, se quedaron quietos mirándonos, abrazados y nuestras manos entrelazadas, vi como Sarah se llevaba las manos a la boca, Mel se separo de mi y ambas se abrazaron, mi hermano las miro riéndose, me miro guiñándome un ojo y me abrazo susurrándome un “Sabía que podrías”, le abrace correspondiéndole cuando sentimos un peso encima de nosotros, abrí los ojos y vi a las chicas abrazándonos también.
-Entonces ¿estáis juntos de nuevo? Pregunto Sarah abrazada a mi hermano.
-Solo si ella quiere estar conmigo, dije mirando en dirección a Mel.
-Pues no, no quiero, dijo cruzándose de brazos.
-¿No? Pregunte un tanto desconcertado, vi como agachaba la cabeza y empezaba a reírse.
-Tonto, se acerco a mí y rodeo mi cuello con sus brazos, -pues claro que quiero, y me dio un pequeño beso en la comisura de los labios.
-Bueno pues yo me alegro mucho parejita, empezó John, -esto hay que celebrarlo así que venga, nos vamos a cenar por ahí los cuatro.
Todos asentimos, esperamos a que Mel se cambiara de ropa y una vez estuvo lista salimos de su casa y nos metimos en el coche, como siempre Sarah y mi hermano se pelearon por la música que poner, mientras yo disfrutaba de mi chica, porque volvía a ser mía, volvía a tenerla a mi lado, una vez se decidieron por la música mi hermano arranco rumbo a no sé donde, la verdad no prestaba atención.
-¿Tienes planes esta noche? Pregunto ella mientras acariciaba una de mis manos.
-A parte de esta cena no, ¿Por qué?
-Mis padres no están y había pensado en que podrías quedarte a dormir, esto ultimo lo dijo en un susurro.
-Ummm, ¿solo a dormir Mel? Susurre cerca de su oído, vi como llevaba sus manos a la cara y se tapaba, no pude evitar reír.
-No te rías, dijo dándome un golpe en el brazo, me acerque de nuevo a su oído.
-Dímelo, susurre suavemente, note como se estremecía, -vamos Mel. . . me miro a los ojos y tras negar mientras sonreía se acerco a mi oído.
-Quiero que me hagas el amor, antes de que se separa la abrace contra mí.
-Tus deseos son órdenes, conteste dándole un beso en los labios.
El resto del viaje nos lo pasamos entre risas y viendo como Sarah volvía a pelearse con John por el control de la radio, como siempre ganaba ella pero a mi hermano le gustaba picarla, mire a través de la ventana, nos alejábamos, mire a mi hermano que por el espejo retrovisor me dijo, “A las afueras”, asentí y volví a concentrarme en mi chica y en las risas.


[Después de la tempestad siempre vuelve la calma, por lo menos ahora ha sido así, dicen que la fuerza que mueve el mundo es el amor y está claro que para Edward y Mel es así, juntos de nuevo pelearan hasta el final, como él dijo “Nada ni nadie va a separarnos” y aunque lo intenten, ¿Lo conseguirán?]