sábado, 28 de septiembre de 2013

Capitulo 48

Hola pequeños duendecillos, ¿Como estáis? Vuelvo una semana más con un nuevo Cap, este es el número 48 y desde aquí aviso de que solo quedan 2 Caps más y la novela por fin llega a su fin
A más de uno no le gusta que se acabe pero realmente necesito terminarla...
No diré nada más, solo que disfrutéis del capitulo y que me dejéis comentarios abajo :)
Un besito *MIRY*


NARRA EDWARD

“Embarazada” esa palabra resonaba en mi cabeza una y otra vez, pero ¿Cómo era posible? Ella estaba tomando la píldora y siempre la llevaba al día, en ese momento varias imágenes se me vinieron a la cabeza, ella con su barriga ya notándosele, paseando de la mano, las primeras patadas, cuando le viéramos por primera vez. . . y una imagen de un niño se instalo en mi cabeza, tenía el pelo castaño casi rubio y unos grandes ojos verdes azulados, corría hacia mi llamándome papi mientras Mel le regañaba.
Escuche a Melanie sollozar de nuevo y todas esas imágenes se hicieron añicos, la abrace fuertemente contra mí, ella estaba esperando a que le dijera algo.

-Mel-, la llame, -cariño mírame-, ella levanto su vista y la poso en mi, -tranquila ¿vale? Todo va a salir bien-. Ella solo me abrazaba fuerte y sollozaba pidiéndome perdón, yo le decía que no tenía que pedirme perdón por nada.
-Edward lo siento, lo siento tanto-, repetía una y otra vez.
-Melanie-, levante su cara para que me mirara, -¿me quieres? Ella asintió, -yo te quiero, muchísimo, si, somos jóvenes y llevamos poco juntos pero podemos salir adelante-, ella volvió a llorar, -Mel tu. . Tú ¿quieres abortar? Sus ojos se abrieron e inmediatamente negó con la cabeza.
-No, no podría hacerlo Ed, y menos si tu, mi rubio-, acaricio mi mejilla, -eres el padre-.

Después de eso hice que se sentara, levante un poco su camiseta y con cuidado bese su vientre, la escuche reír, le dije que estuviera tranquila que íbamos a ser los mejores padres del mundo, ella solo asentía mientras me sonreía.
Después de estar unos minutos en nuestra burbuja volvimos a la realidad, teníamos que decírselo a nuestros padres y cuanto antes, ella estaba asustada por lo que le dirían sus padres, yo le dije que no se preocupara porque estaría con ella cuando se lo dijéramos, suspiro y me dijo que cuanto antes mejor, asentí y los dos salimos del baño, era ahora o nunca, le hice un gesto para que me dejara hablar a mí y me acerque a donde estaban mis padres.

-Papa-, dije dándole un golpecito en el hombro, ambos se giraron y me miraron.
-¿Qué pasa hijo? Pregunto mi madre.
-Estaba pensando que. . Podríamos hacer una cena con los padres de Mel, ahora que esta Kevin aquí-.
-Me parece buena idea-, dijo mi madre en seguida.
-Si suena bien, además Melanie ya es de la familia-,dijo mi padre mirando a mi novia y dedicándole una sonrisa que ella le devolvió.
-Pues no se hable más, Mel cariño ¿avisas tu a tus padres?-, dijo mi madre sonriéndole.
-Claro que si-, contesto ella.
-Estupendo, pues mañana a las nueve-, dijo mi padre, nosotros asentimos y vimos como se alejaban para ir a bailar.

El resto de la noche lo pasamos más o menos bien, Melanie estaba más tranquila por una parte, ahora mismo compartía un baile con Kevin mientras que yo bailaba con mi madre y John y mi padre hacia un poco el tonto, solo esperaba que la cena de mañana saliera bien, sabía exactamente lo que mi madre iba a decirme pero estaba enamorado de ella y ahora había una vida pequeñita creciendo dentro de ella, una vida que gracias a los dos se había formado.

Ya eran pasadas las dos de la madrugada cuando decidimos que era hora de irse, Kevin se ofreció a llevar a Mel a casa ya que John no estaba en condiciones, acabo volviendo a beber y destrozado por Sarah, mis padres le llevaban a casa para darle una ducha, cogí a mi chica de la mano y nos subimos al coche, tras ponernos los cinturones Kevin se subió y se puso en marcha, Mel tenía la cabeza recostada en mi hombro casi dormida mientras yo le iba guiando a mi hermano por donde tenía que ir, una vez llegamos y que Mel se despidiera de mi hermano, la acompañe hasta la puerta.

-Bueno preciosa, nos vemos mañana ¿de acuerdo?-, dije mientras acariciaba sus manos.
-Si-, dijo con un hilo de voz.
-Estate tranquila, todo saldrá bien, te lo prometo-, bese sus labios mientras acariciaba su vientre, -te quiero-, susurre, -bueno, os quiero- dije a lo que ella soltó una risita.
-Nosotros también a ti rubio-, contesto mientras me abrazaba, -gracias por no dejarme sola-.
-Nunca mi amor, ahora a dormir, mañana será un día muy largo-, ella asintió y tras un último beso entro en casa.

[. . . ]

A la mañana siguiente fui el primero en despertarme, mire a mi hermano el cual dormía con la almohada cubriendo su cabeza, seguramente hoy tendría una resaca horrible.
Me levante sin hacer mucho ruido para no despertarle y me metí en la ducha, después de unos minutos Salí para vestirme y bajar a desayunar, una vez abajo me encontré con mi madre la cual ya estaba preparando algunas cosas para la cena, la salude con un beso y me prepare algo para desayunar, mi padre estaba sentado en el salón con el periódico en la mano mientras tomaba un café.
Escuche pasos por las escaleras y vi a Kevin entrar en la cocina mientras se rascaba la cabeza, se acerco a nuestra madre y la saludo igual que había hecho yo.

-Hay que subirle algo a ese de allá arriba-, dijo refiriéndose a John, -se ha despertado y solo hace que agarrarse la cabeza y quejarse-.
-Ya voy yo-, me levante ya que había terminado mi desayuno y tras coger una pastilla para el dolor de cabeza y prepararle un zumo subí las escaleras para encontrarme la cama vacía.
-¿John? Pregunte entrando, escuche la cadena y vi como mi hermano salía y se tiraba en la cama.
-No te pregunto cómo estas porque me lo imagino-, dije sentándome enfrente de el.
-Por favor no me dejes volver a beber-, dijo con la cabeza debajo de la almohada.
-Anda sal de tu fortaleza y toma-, saco la cabeza para mirar la pastilla que estaba en mi mano, se enderezo y la cogió bebiendo todo el zumo después.
-Tu sí que eres un hermano Ed- dijo a lo que yo reí contagiándoselo a él y que se quejara regañándome para que no le hiciera reír porque le dolía la cabeza.

Le dije que se quedara en la cama y durmiera un rato, el me lo agradeció escondiéndose debajo de las sabanas y cerrando los ojos, me levante y cerré la puerta para no molestarle, baje a la cocina y me puse a ayudar a mi madre con la comida mientras mi padre y Kevin ponían la mesa, comimos los cuatro juntos ya que John estaba dormido y mi madre no quiso despertarle, luego le subiría algo.
El resto de la tarde me lo pase ayudando con las cosas de la cena, debo admitir que estaba bastante nervioso y el mensaje que recibí de Melanie no me hizo tranquilizarme mucho mas, solo esperaba que las cosas salieran bien, no sabía cómo se lo iban a tomar pero solo esperaba que nos apoyaran.
Cuando más o menos todo estaba preparado subí a ver qué tal estaba mi hermano, me dijo que se encontraba mejor y se levanto para prepararse para la cena, mientras él se duchaba yo me quede sentado en la cama pensando en lo que venía ahora, un bebe era mucha responsabilidad y mas a nuestros años, yo apenas acababa de cumplir los 21 y a Mel aun le quedaba para dejar sus 19, iba a ser duro pero saldríamos adelante.
No me di cuenta cuando mi hermano salió del baño, ahora estaba sentado enfrente de mí mirándome directamente.

-¿Qué pasa? Pregunto.
-Nada ¿Por qué?
-Edward te conozco y sé que algo te tiene nervioso, sabes que puedes confiar en mí-, dijo apoyando su mano en mi hombro.
-¿Prometes estar calmado? Pregunte mientras el enarcaba una ceja, -John-.
-Está bien-, cerró los ojos por un momento y volvió a abrirlos, -venga estoy relajado, suéltalo-.
-Es Mel-, dije dudando un poco.
-¿Qué pasa? ¿Ella está bien? ¿Ha pasado algo?, me avasalló a preguntas.
- Ella está bien, no ha pasado nada. . Bueno si. . -.
-Edward por el amor de dios, ¿Qué está pasando? Dime lo que sea- dijo con un tono de preocupación, cogí aire y expulsándolo se lo dije.
-Está embarazada-, Vi como mi hermano abría mucho los ojos mientras la mano que tenía en mi hombro caía por inercia, -por favor John no explotes-.
-Que no explo. . . Edward ¿te das cuenta de lo que acabas de decirme no?, yo asentí, -creí que os estabais cuidando-.
-No sé como ha pasado John, ella está tomando la píldora y. . . no me dejo acabar la frase.
-Condones Ed, existen los condones-, dijo mirándome fijamente.
-Ya sé que existen no soy idiota-, fruncí el ceño, -no pensé que fuera a pasar, la píldora es fiable-, agache la cabeza suspirando.
-Mira tú lo fiable que ha sido-, se quedo callado por un momento mientras pasaba las manos por su cara repetidas veces, -ósea que. . . voy a ser tío-, levante la cabeza y le mire.
-Eso parece si, hemos hablado y queremos seguir adelante-, calle unos segundos, -tu. . . ¿Tú me apoyas John? Pregunte con algo de “¿Miedo?”.
-Esto va a ser difícil, pero. . .-, suspiro y sonrió, -claro que te apoyo-, se levanto y yo con él y nos fundimos en un abrazo, tras separarnos me dio un empujoncito diciendo “Voy a ser tío, seré el tito John” a lo que yo reía.

Nos preparamos los dos juntos mientras el ya hacia planes, que si era niño le enseñaría a tocar la guitarra y el futbol y que también le enseñaría a montar en bici y que si era niña, bueno que si era niña se encargara Melanie porque él no estaba dispuesto a jugar con muñecas y mucho menos a las cocinitas, yo solo podía reír mientras que le decía, “Sera mi hijo ¿sabes?” mientras me contestaba con un “Pero seré el tito John y mi papel es malcriarlo” y así entre risas y planes para los que aun quedaba llego la hora de la cena.
Todos nos encontrábamos en el salón esperando y preparando las ultimas cosas cuando de pronto escuche el timbre, todos los nervios que había dejado a un lado me invadieron de repente, mi gemelo me susurro un “Tranquilo” y me dirigí con él a abrir la puerta.
Ahí estaba Mel tan guapa como siempre con un vestido blanco por encima de las rodillas y algunos detalles de color marrón y a cada lado sus padres, les hice un gesto para que pasaran, salude a mi chica con un pequeño beso en los labios y un “¿Estás bien?” a lo que ella me contesto “Muy nerviosa” le di una mirada intentando tranquilizarla  y fuimos juntos al salón donde todos estaban saludándose.
Cuando mi madre nos aviso que la cena estaba lista cada uno fue sentándose, Mel se sentó a mi lado y John al lado de ella mientras que los demás fueron repartiéndose a su gusto, la cena comenzó tranquila, hablando de varias cosas, riéndonos y contando anécdotas, estábamos terminando el postre, mi madre sirvió los cafés y demás y sabía que era el momento de contarlo pero no sabía cómo empezar, suspire y me aclaré la garganta.

-Quiero decir algo-, dije llamando la atención de todos, -bueno, en realidad Mel y yo queremos decir algo-, mire a mi novia y vi todo su miedo reflejado en los ojos.
-¿Qué pasa? Pregunto su madre mirándonos.
-Antes que nada-, mire a los padres de Mel, -quiero deciros que quiero a vuestra hija por encima de todo, pensareis que no sé lo que digo pero es cierto, se que quiero pasar el resto de mi vida con ella-, su madre me regalo una sonrisa y su padre un asentimiento de cabeza.
Me gire para mirar a mi novia y vi una pequeña lágrima deslizarse por su mejilla, rápidamente la quite y le susurre un "tranquila" para darle un beso en la frente después.
-Melanie hija que pasa, porque lloras-, dijo su madre angustiada, ella miro a su madre y luego a su padre como estudiando sus rostros, agarre su mano con fuerza, vi como cogía aire preparada para hablar y justo cuando iba a hablar sollozo.
-No puedo-, decía mientras escondía su cara en mi pecho, yo solo la abrace contra mí con fuerza.
-Edward-, hablo esta vez mi padre, le mire para después mirar a los demás y con todas las fuerzas que reuní lo dije.
-Mel está embarazada-.   . . .Silencio. . .

El panorama ahora mismo era de foto, mi padre al igual que el de ella sostenían la taza de café en la mano mirándonos, John le acariciaba uno de los brazos, Kevin nos miraba desconcertado, mi madre se llevaba las manos a la boca y la madre de Mel miraba a su hija y después a mí.
Note como Mel levantaba su cabeza poco a poco para mirar reacciones, sus ojos estaban llorosos, miro hacia mí para que yo le dedicara una sonrisa y luego miro a sus padres.

-Hija, ¿es cierto lo que ha dicho Edward?, pregunto su madre mirándola a los ojos.
-Si mama-, contesto con un hilo de voz, -yo. . . lo siento, por favor no os enfadéis conmigo-, rogo mirando a ambos.
-Claro que no cariño-, dijo su madre mirándola con ternura, -ven aquí mi amor-, se levanto y abrió los brazos para que Mel corriera hacia ella y se abrazaran.

Mel miro a su padre que aun no había dicho nada, el miro a su hija y se levanto para darle un fuerte abrazo y decirle que no estaba enfadado, eso a mí me hizo soltar el aire que había estado conteniendo, en ese momento sentí la mano de mi padre en mi hombro, levante la vista y vi que me miraba con un semblante serio, me levante mirándole a los ojos.

-¿Te he decepcionado papa?, pregunte con un tono bajo de voz.
-Nunca me has decepcionado Edward, no iba a ser menos ahora-, le sonreí, - Abuelo ¿eh? Dijo mientras sonreía y después me dio un abrazo.
Una vez que nos separamos, Kevin se acerco para felicitarme y decirme que contara con él, de John ya sabía lo que pensaba así que simplemente me miro y me guiño un ojo, mi madre se acerco a mí.
-Sabes que va a ser duro ¿verdad?-.
-Lo sé-.
-Que tendrás que cambiar pañales y pasar noches en vela ¿verdad?-.
-Lo sé-, le dedique una sonrisa que ella me devolvió.
-Edward, tienes una responsabilidad muy grande ahora-, dijo con voz seria, -pero sabes que cuentas conmigo-, me sonrió mientras acariciaba una de mis mejillas, -pero más te vale tardar en tener otro-, me señalo con el dedo y luego me abrazo.

El resto de la noche nos lo pasamos hablando sobre ello, sus padres me recibieron bien y lo aceptaron al igual que los míos con Mel, todos nos apoyaban y nos iban a ayudar en lo que fuera, di las gracias porque todo hubiera salido así, me alegraba tener la familia que tenia, y ahora que iba a tener la mía propia iba a hacer todo lo posible porque saliera bien, sentí un pequeño abrazo de mi chica, me gire a ella y dándole un beso en los labios mientras acariciaba su vientre le susurre un “Te amo”.


[Un bebe en camino y una felicidad que los rodea, todos aceptan lo que está por venir y se apoyan unos a otros. . . John cuenta los días, quiere recuperar a su chica, ¿será todo tan fácil? ¿Con que se encontrara en Italia?]







viernes, 20 de septiembre de 2013

Capitulo 47

Hola mis duendecillos, aqui estoy otra semana más, traigo un resfriado importante pero no os quería dejar sin vuestra ración de lectura ;)
Espero que os guste la sorpresita ijiji
Miles de besos *MIRY*


NARRA MELANIE

Después de que viéramos como el avión de Sarah despegaba pusimos rumbo a casa de nuevo, John estaba fuera de sí en ese momento, antes de que pudiéramos decirle nada salió del aeropuerto, se subió al coche y desapareció, Edward y yo nos dirigimos a donde mi padre nos esperaba ya que el nos había llevado.
El viaje de vuelta lo hicimos en silencio, nadie decía nada, le dije a Edward que si quería quedarse un rato en casa a lo que el accedió, cuando llegamos mi padre aparco y nos bajamos, entramos en casa y después de que Edward saludara a mi madre subimos a mi cuarto, los dos nos tumbamos en la cama sin decir nada, aunque realmente no hacía falta ya que ambos sabíamos exactamente lo que estábamos pensando, y no me equivoque cuando Ed hablo.

-Se la va a echar mucho de menos-, dijo rompiendo el silencio.
-Demasiado-, suspire y me refugie en los brazos de mi chico.

Nos pasamos parte del día así hasta que optamos por salir a dar una vuelta, como siempre fuimos al parque, aunque nos faltara alguien teníamos que seguir con nuestras vidas, pero lo que nos encontramos nos sorprendió a ambos.
A lo lejos pudimos ver a John, estaba como esperando a alguien y la sorpresa nos la llevamos cuando vimos aparecer a Natalie, al principio estaban distantes hasta que acortaron la distancia y se saludaron con un beso en los labios, me quede totalmente en shock, me gire para mirar a Edward y estaba exactamente como yo, no nos podíamos creer lo que estábamos viendo, se dieron un abrazo después y caminaron juntos de la mano.

-Dime que lo que acabamos de ver es una broma-, dije mirando en dirección por donde John y Natalie desaparecieron.
-Ojala fuera una broma, no me lo puedo creer-, contesto Edward totalmente anonadado.

Intentamos pasar el resto de la tarde tranquilos pero no éramos capaces de quitarnos esa imagen de la cabeza, ¿Ya se había olvidado de Sarah? Solo hacia unas horas que se había ido y el estaba con su ex, no entendía nada, Edward me dijo que hablaría con el nada más llegar a casa, ya era tarde así que me acompaño a casa y él se fue directo a la suya prometiendo que me llamaría en cuanto hablara con él.

Estaba terminando de cenar con mis padres cuando mi móvil comenzó a sonar en el salón, estaba prohibido usar el móvil mientras cenábamos, era una regla de mi padre, seguía escuchando como sonaba mientras reía por lo bajo hasta que mi padre hablo.

-Solo por hoy puedes cogerlo, haz que se calle por favor-,  dijo mientras masajeaba sus sienes.
Me levante de la mesa y tras darle un beso a mi padre corrí al salón para cogerlo, el nombre de Edward brillaba en la pantalla, bien, había hablado con su hermano.

LLAMADA
-Hola Ed-.
-Hola preciosa-, dijo al otro lado.
-¿Has hablado con John ya?-, pregunte mientras me sentaba en uno de los sofás.
-Pues-, escuche como suspiraba.
-¿Qué pasa Edward?
-No me creerás si te digo que mi hermano esta borracho-, suspiro, - y no como el día de la fiesta Mel, mas-.
-¿Borracho? Pero si John apenas bebe y. . . madre mía-, exclame totalmente sorprendida.
-Como lo oyes, esta borracho como una cuba, dice que Nat no significa nada para el pero que se sentía solo y perdido-, se quedo callado unos segundos, -Mel, John está roto, solo hace que mencionarla a ella-, esto último lo dijo casi en un susurro.
-Tenemos que hacer algo rubio. . . iba a seguir hablando cuando él me corto.
-¡Mierda! Mel cielo tengo que dejarte, John se ha encerrado en el baño y tengo miedo de que haga alguna tontería-, justo cuando acabo de decir eso escuche el sonido de algo romperse.
-Edward que pasa-, pregunte alarmada.
-Mañana te llamo cielo adiós-, y tras eso colgó.
FIN LLAMADA

Me quede bastante preocupada por lo que Ed me había dicho, me sentía tan mal por John, sabía exactamente como se sentía y por lo que estaba pasando, pensé en llamar a Sarah y contárselo pero eso no iba a resolver nada, frustrada me despedí de mis padres y me fui a la cama, mañana seria otro día, iría a casa de Ed y hablaría con John, ahora lo que más necesitaba era a sus amigos y yo estaría ahí para él.

[. . .]

Ya habían pasado cuatro meses desde que Sarah se había ido, John seguía mal pero poco a poco iba volviendo a ser el mismo, yo había quedado con el todos los días desde aquella borrachera, habíamos cogido mucha confianza y cuando estaba mal siempre acudía a mí.
Me encontraba con Caitlin en mi casa preparando los regalos de los chicos, hoy era Navidad, Cait y yo nos encontramos poco después de que Sarah se fuera y comenzamos a hablar y quedar, era muy simpática y nos habíamos hecho muy amigas, ella había vuelto a sus estudios pero como eran vacaciones había venido para pasarlas aquí con su familia  y aquí nos encontrábamos en mi cuarto preparando sus regalos.

-¿Me pasas el celo? Pregunto mientras sujetaba las esquinas de una caja a medio envolver.

Me estire para coger el celo y entonces sentí de nuevo ese dolor, intente omitirlo pero unas horribles ganas de vomitar me invadieron, le di el celo a Cait y salí disparada hacia el baño agachándome junto al retrete y vomitando.
Llevaba unos días así, fuertes dolores de ovarios y ganas de vomitar, estaba segura de que tendría que venirme el periodo y por lo visto este mes iba a ser de los malos, tire de la cadena y me acerque al lavabo para echarme agua en la cara, estaba terminando de secarme las manos cuando mi vista se poso en el calendario que tenia pegado detrás de la puerta del baño, me acerque a él y comencé a contar, no, no podía ser, empecé a ponerme nerviosa y volví a contar de nuevo.
Asustada me senté en el borde de la bañera y tape mi cara con mis manos intentando pensar con claridad pero lo único que sabía era que tenia 10 días de retraso en mi periodo y eso jamás me había pasado, mi respiración se estaba volviendo agitada y una lagrima descendió por mi mejilla, sentí a Cait llamarme y preguntarme si estaba bien pero no era capaz de responder.

-¿Mel? Levante la cabeza y la vi asomada en la puerta,- ¿Estás bien?
-No lo sé-, conteste en un susurro.
-Si necesitas hablar me tienes aquí ¿vale? Iba a salir por la puerta.
-Cait espera-, dije antes de que saliera, se giro y me miro, -yo. . . tengo un atraso de 10 días y nunca me había pasado-.
-¿Estás segura? Pregunto poniéndose a mi lado, yo simplemente asentí.
-He contado los días más de tres veces Cait-, volví a taparme la cara con las manos.
-Escucha, si quieres ahora mismo vamos a una farmacia, compramos un test y así sales de dudas, ¿quieres? Me dijo cogiendo una de mis manos, yo asentí y le di las gracias por no dejarme sola.

De camino a la farmacia Caitlin me preguntaba que si no habíamos usado protección, yo le decía que no porque yo estaba tomando la píldora, ella hizo una mueca y me dijo que no me preocupara que seguramente fuera cosa de hormonas.
Nos atendió una señora de unos 50 años, yo estaba demasiado nerviosa para hablar así que fue Cait la que pidió el test de embarazo, una vez lo tuvimos nos dirigimos de nuevo a mi casa para poder hacerlo y salir de dudas de una vez por todas, subimos a mi cuarto y entre en el baño, lo saque de la caja y leí las instrucciones, no era difícil, hacer pis en el palito y esperar, una raya negativo, dos positivo, deje de darle vueltas y decidida me puse a ello.
Mientras esperaba daba vueltas de un lado al otro del baño, la caja decía 3 minutos y estaban siendo los 3 minutos más largos de mi vida, volví a mirar el reloj y por fin habían pasado los tres minutos, cogí el test sin mirarlo y Salí para encontrarme con una Caitlin sentada encima de mi cama.

-¿Qué pone? Pregunto nada mas verme.
-No lo sé, aun no lo he mirado, me asusta lo que pueda haber salido-, conteste sentándome a su lado.
-Venga a la de tres lo miramos juntas ¿vale? Yo solo asentí no muy segura.

Escuche como ella comenzaba a contar, respire profundamente y le di la vuelta para ver el resultado, inmediatamente mi amiga se llevo las manos a la boca mientras que yo me quede quieta mirándolo fijamente, aquellas dos rayas rosas acababan de cambiar mi vida completamente, dos rayas era positivo, estaba embarazada, con solo 19 años, no podía reaccionar, Cait me hablaba pero yo solo podía mirar aquel aparatito que decía que estaba embarazada.
Lo siguiente que hice fue llorar, mientras mi amiga me abrazaba, no sabía que iba a hacer ahora, como iba a decírselo a mis padres, como se lo tomarían y sobre todo que iba a decir Edward cuando se lo dijera, todo a mi alrededor daba vueltas.
Conseguí tranquilizarme un poco, Caitlin me dijo que esperara a después de la fiesta para contárselo a Ed, asentí mientras limpiaba mis lágrimas, terminamos de envolver los regalos y en ese momento mi móvil sonó, un mensaje, me acerque, cogí mi teléfono y lo leí:

“Preciosa Feliz Navidad, no te he podido contestar antes porque mi hermano mayor y mi padre nos tenían entretenidos a John y a mí, estoy deseando verte esta noche, te amo princesa –Ed”

Suspire y deje el teléfono de nuevo en su sitio, le dije a Caitlin que no me dejara sola, ella me dijo que iba a casa a por sus cosas y que volvía para prepararse conmigo, asentí y le di las gracias por estar conmigo en estos momentos, ojala Sarah estuviera aquí, la echaba tanto de menos. . . Despedí a Cait en la puerta y subí a mi cuarto para darme una ducha y poder despejar un poco de todo.
Estaba acabando de peinarme cuando escuche a mi madre picar a la puerta de mi cuarto, me dijo que Edward ya estaba abajo, asentí y le dije que bajábamos en seguida, acabe de prepararlo todo y una vez estuvimos listas las dos bajamos al salón donde un Edward muy sonriente y bastante guapo se encontraba hablando con mi padre, en cuanto nos vio ambos se levantaron.

-Estas preciosa Mel-, dijo dándome un pequeño beso en los labios, yo solo le sonreí y le di un tímido gracias.
-Feliz Navidad  Edward-, dijo Cait y ambos se fundieron en un abrazo.

Mis padres no podían venir porque al día siguiente trabajaban y le dijeron a Ed que saludara a sus padres, el asintió y salimos por la puerta para subirnos al coche de John, nada más subirme le desee Feliz Navidad a John que me dedico una sonrisa y Cait hizo lo mismo, nos abrochamos los cinturones y pusimos rumbo al local donde se celebraba la pequeña fiesta.
Por el camino Edward no dejaba de acariciar mi mano y darme pequeños besos en ella recordándome lo guapa que estaba o lo mucho que me quería, yo solo le miraba y le sonreía pensando en cómo iba a decirle que estaba embarazada.
Una vez llegamos, John aparco y todos nos bajamos, los primeros en saludar fueron los padres de los chicos, vi a Ed acercarse con un chico rubio alto.

-Mel, te acuerdas de Kevin ¿verdad?-, dijo señalándole.
-Claro que si-, sonreí, -me alegro de volver a verte-, le había conocido en el cumpleaños de los chicos, el cual no salió nada bien.
-Igualmente-, sonrió, -bueno chicos os dejo aun me queda mucha gente que saludar-, y tras eso se fue.

La fiesta estaba yendo bien, los chicos estaban felices y todo el mundo se lo estaba pasando bien, yo me había mantenido un poco apartada de todo, había llegado la hora de los regalos, todo el mundo se habían dado los suyos, Ed me había regalado una cadenita de playa con nuestras iniciales y John unos pendientes con un brillantito muy mono, ahora solo quedaba yo.

-John este es el tuyo-, le di un sobre, me miro extrañado y comenzó a abrirlo.
-Mel es-, dijo abriendo mucho los ojos, -es un billete de avión-.
-Para Italia-, dije sonriente, -no puedes quedarte sin hacer nada, y también hay una entrada para su primer estreno en Enero, ve y recupera a tu chica-.
Se le llenaron los ojos de lagrimas y me abrazo muy fuerte dándome las gracias mil veces, yo solo le dije que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, le vi alejarse para enseñárselo a sus padres, ahora me quedaba el de Edward.
-Toma-, dije dándole una pequeña cajita, -espero que te guste-.
-Seguro que si-, lo desenvolvió y se quedo mirándolo fijamente para después regalarme una sonrisa, le había regalado un llavero con unos patines de hielo en plata.
-Yo tengo unos igual-, le enseñe mi pulsera, -ahí fue cuando nos conocimos-.
-Es es el mejor regalo que podían haberme hecho-, se acerco y rozo sus labios con los míos, -gracias preciosa, te quiero.

En ese momento sentí mi estomago revolverse y tras pedirle perdón Salí directa al baño para apoyarme en el retrete y vomitar de nuevo, estaba lavándome la cara cuando le vi aparecer en la puerta.

-¿Estás bien? Pregunto acercándose y acariciando mi mejilla.
-Edward yo. . . tenía un nudo en la garganta y entonces comencé a llorar mientras él me abrazaba.
-Mel cariño que ocurre, has estado un poco rara hoy-, dijo cogiendo mi cara entre sus manos.
-Tengo que decirte algo-, le mire a los ojos y él me hizo un gesto para que hablara, -Edward-, suspire, -estoy embarazada-.



 [Una noticia que cambiara la vida de ambos, tendrán que mantenerse juntos y luchar para salir adelante, ¿Qué pensaran sus familias de esto? A John le espera un viaje que hará con mucha ilusión, ¿Qué pasara cuando llegue a Italia?]





domingo, 8 de septiembre de 2013

Capitulo 46

Hola pequeños duendecillos, como veis he vuelto para subiros un nuevo capitulo, y el esfuerzo es grande ya que estoy con fiebre, pero no quería haceros esperar mas.
No voy a decir mucho, solo que ya queda menos, espero todos vuestros comentarios
Os adoro

NARRA SARAH

Cerré la ultima maleta suspirando, di un último vistazo a la habitación y Salí cerrando la puerta detrás de mí, agarre bien mi maleta y baje las escaleras donde ya me esperaba mi hermano con el resto de mis cosas.
-¿Te queda algo? Pregunto abriendo la puerta.
-Si la guitarra, está en el jardín-.
-Ve a buscarla, mientras voy llevando esto al coche-, dijo mientras cogía mis cosas, asentí y me dirigí al jardín.

Allí estaba apoyada contra el sillón balancín, me acerque y con cuidado la saque del estuche sentándome mientras la ponía en mi regazo, en ese momento millones de recuerdos invadieron mi mente.
John dándome mi primera clase de guitarra, la vez que no me salía una nota y él me ayudo, las veces que tocamos juntos, el en el césped con los ojos cerrados, sentí algo húmedo recorrer mi mejilla y me di cuenta de que estaba llorando, me seque las lagrimas y me levante volviendo a guardar la guitarra en su estuche, cuando me di la vuelta mi hermano estaba apoyado en el marco de la puerta del jardín.

-Echaras de menos esto ¿verdad? Pregunto una vez me acerque a él.
-Bastante si, han pasado tantas cosas, pero da igual-.
-¿Lista? Asentí y camine hasta la puerta, un último vistazo a todo y me di la vuelta dirección al coche, guarde la guitarra en el asiento de atrás y me subí poniéndome el cinturón, mi hermano se subió y tras ponerse el cinturón arranco dirección al aeropuerto, recordé el sueño que había tenido y le pedí a mi hermano que fuera despacio, el avión no saldría hasta dentro de dos horas así que teníamos tiempo de sobra. 

Por el camino recibí un mensaje de John diciéndome que no podía irme, que le dejara que me explicara que había pasado, como siempre lo borre e hice de cuenta que no había recibido nada, me acomode en el asiento y me puse los auriculares para aislarme de todo, media hora más tarde llegamos al aeropuerto, Leem aparco y me ayudo con mis maletas, una vez facturado todo nos sentamos a esperar mientras hablábamos sobre la escuela de baile hasta que una voz me saco de mis pensamientos.

-¡SARAH! Grito Mel desde el otro lado del pasillo mientras corría hacia mí.
-Pero ¿Qué haces aquí? Si ya nos despedimos esta mañana-, le dije correspondiéndole el abrazo.
-Ya pero no sé cuando volveré a verte y. . . en ese momento empezó a llorar y no pudo seguir, la abrace con fuerza y le dije que no llorara que volveríamos a vernos.

Tras separarme de ese abrazo vi una cabecita rubia aparecer detrás de Mel, le sonreí y ambos nos fundimos en un gran abrazo, note mi camiseta húmeda, levante la cabeza y vi que Edward también lloraba, le pegue en el brazo por hacerme llorar a mí y ambos estallamos en carcajadas, iba a echarles tanto de menos, nos quedamos un rato hablando y tras recordarle a Edward que cuidara de Mel unas veinte veces anunciaron mi vuelo, un último abrazo y me reuní con mi hermano.
Avanzábamos por el pasillo cuando escuche voces gritando mi nombre, me gire y vi a John corriendo en nuestra dirección.

-¡SARAH! POR FAVOR ESPERA- grito haciendo que toda la gente del aeropuerto se quedara mirando.
Me pare en seco dejando que el llegara a mi lado con la respiración agitada por haber corrido, puso sus manos en sus rodillas pidiéndome un minuto.
-Sarah-, levanto la cabeza y me miro.
-Que haces aquí-, conteste lo más seca posible.
-Sarah, por favor no te subas a ese avión-, dijo agarrando una de mis manos, -por favor aun no, déjame explicarte-.
-No tienes nada que explicarme-, me solté de su agarre, -he visto lo que tenía que ver, ahora si me permites me voy el avión no espera-, y tras mirarle una última vez me di la vuelta caminando hasta donde estaba mi hermano.

John siguió llamándome entre gritos intentando pasar entre la gente, yo solo caminaba hacia delante mientras millones de lagrimas resbalaban por mis mejillas, mi hermano me abrazo de lado, en ningún momento mire atrás porque entonces estaba segura de que no sería capaz de subirme a ese avión.
Justo cuando puse un pie en la entrada me gire y pude verle intentando pasar mientras los guardias de seguridad le sujetaban, parecía que todo iba a cámara lenta, escuche a mi hermano llamarme y suspirando subí al avión, me acomode en el asiento dejando las lagrimas salir, en minutos el avión comenzaba a despegar, mi hermano a mi lado me sujetaba la mano haciéndome saber que estaba conmigo en todo momento, el resto del vuelo me dedique a mirar por la ventanilla mientras recordaba lo sucedido este verano, me llevaba buenos recuerdos y otros no tan buenos, me limpie la ultima lagrima y mire a mi hermano, me sonrió y me acurruque en sus brazos lo que quedaba de viaje.

La azafata nos dijo que estábamos a punto de aterrizar, nos abrochamos el cinturón y minutos después el avión tocaba tierra, nos bajamos y fuimos a recoger nuestras maletas, cuando las tuvimos caminamos fuera del aeropuerto hasta donde nuestros padres nos esperaban, en cuanto nos vieron nos saludaron, nos acercamos y salude a mis padres con un beso y un abrazo.

-Liam-, dijo mi padre en dirección a mi hermano.
-Papa-,  ambos se quedaron mirándose, mi padre se acerco y se dieron un apretón de manos.

Mi madre le miraba con los ojos humedecidos, aunque no se hablaran mucho el era su hijo, mi hermano se acerco a ella y le dio un pequeño abrazo, subimos las maletas al coche y pusimos rumbo a casa, por el camino mi madre me preguntaba que había pasado para que decidiera volver tan pronto, ella sabía lo de John así que se lo conté, me dio un abrazo y me dijo que no me preocupara.
El resto del viaje fue tranquilo, incluso mi padre y mi hermano habían entablado una conversación, me apoye contra la ventanilla y empecé a pensar en la nueva vida que iba a tener, en unas semanas estaría en Italia con suerte olvidándome de todo y de él.

[. . .]

-¿Lo tienes todo?-, pregunto mi madre desde el coche.
-Si-, dije saliendo, -Espera, ¿el billete? Pregunte.
-Lo tengo yo peque-, contesto mi hermano apareciendo detrás de mí.
Asentí y guarde mi última maleta en el coche, todos nos subimos y mi padre puso rumbo al aeropuerto, durante todo el camino mi madre estuvo dándome la vara de que tuviera cuidado, que no me alejara de la escuela y miles de cosas más, le dije a todo que si y por fin llegamos, fui a facturar y espere a que anunciaran mi vuelo, después de tres cuartos de hora por fin escuche la vocecita que me decía que podía embarcar, me despedí de mis padres y me acerque a mi hermano, el era del que mas me costaba despedirme.
-Te voy a echar de menos pequeña-, decía mientras me abrazaba.
-Y yo a ti Leem, gracias por este verano, ¿vendrás verdad?-, pregunte mirándole a los ojos.
-No me lo perdería por nada del mundo-, contesto dándome un beso en la frente.

Un último abrazo a todos y camine entre la gente para subirme al avión, busque mi sitio y me acomode, la azafata nos dio orden de abrocharnos los cinturones y minutos más tarde estaba volando dirección a Italia.
Resulto que la chica que estaba sentada a mi lado también había sido aceptada en la misma escuela que yo, enseguida entablamos una conversación, era una chica muy simpática, se llamaba Marie y tenía un año más que yo.
Nos pasamos todo el vuelo hablando, riendo y haciendo planes para cuando estuviéramos en Italia, las dos rezábamos para que nos pusieran en la misma habitación, me pregunto si tenía novio y le conté lo de John, habíamos cogido confianza enseguida, ella me contaba que esperaba enamorarse de un Italiano, yo solo reía, quien sabe, quizás estos dos años no sean tan malos.

Tras varias horas de viaje por fin estábamos pisando suelo Italiano, fuimos juntas a recoger nuestras maletas y nos dirigimos hacia la salida donde había una chica de no más de 30 años con un cartel que decía “Escuela de baile Ricci”, Marie y yo nos acercamos y vimos que había un grupo de unas 30 personas allí, nos juntamos y nos dirigieron a un autobús, nos subimos entre murmullos y risas, todos estábamos emocionados por empezar y sobre todo por ver la escuela.
Cuando llegamos nos bajamos y nos dirigimos a un edificio en el que se podía leer la palabra “Ricci” en grande, la chica nos condujo hacia adentro, nada más entrar nos quedamos asombrados todos, era impresionante, no podía creerme que estuviera ahí, nos mandaron entrar en un salón, que resulto ser el auditorio, buscamos asiento y una señora apareció en el escenario.

-Buenos días a todos y todas-, empezó, -y bienvenidos a la Escuela de Baile Ricci, Mi nombre es Antonella Ricci y soy la directora de la escuela,  es un honor para mí y para el quipo docente teneros aquí, felicidades a todos los que estáis aquí hoy, habéis sido elegidos entre cientos de chicos para cumplir vuestro sueño, aquí aprenderéis baile, energía, compenetración, compañerismo, disciplina, unos haréis amistades para toda la vida, otros encontrareis el amor-, cuando dijo eso se escucharon risas, - muchos querréis abandonar, pero yo os digo que no desistáis y sigáis adelante, luchad contra todo, incluso cuando no tengáis fuerza sacadla, no os pido que me deis el 100% de vosotros, os pido que me deis el 200%, ganas y fuerza-, respiro, -os deseo mucha suerte a todos y que tengáis los dos mejores años de vuestra vida-.

Cuando acabo el discurso toda la sala se lleno de aplausos y silbidos, la gente se miraba emocionada, todos teníamos muchas ganas de empezar este viaje.
Cuando la directora acabo una de las profesoras se subió para administrar cuales serian nuestras habitaciones, fue diciendo los apellidos de cada uno y los de su compañero, cuando llego al mío.

-Sarah Mackenna, Marie Connors-.

Enseguida Marie y yo nos abrazamos, habíamos tenido suerte de que nos tocara juntas, una vez las habitaciones estaban repartidas nos asignaron un profesor que nos acompañaría, chicas por un lado, chicos por el otro, salimos del auditorio y subimos unas escaleras que nos llevaban a los dormitorios, cuando nos enseñaron nuestro cuarto entramos, era bastante grande y con un gran ventanal que te dejaba ver unas preciosas vistas de Italia, colocamos nuestras cosas y bajamos a la planta de abajo donde estaba el comedor, cogimos nuestra comida y nos sentamos en una mesa donde había dos chicas mas, Isabella  y Jane, estaban dos habitaciones mas allá de la nuestra, empezamos a hablar y cogimos confianza enseguida.
La tarde la teníamos libre para conocer la escuela y conocernos entre nosotros, dimos una vuelta por la escuela descubriendo clases, viendo a los alumnos de segundo año mientras daban clase y luego salimos para recorrer los jardines, estaba lleno de estudiantes, bailando estudiando o despejando de todo, caminábamos enfrascadas en una conversación cuando sin querer me choque con un chico.

-Perdona no miraba por donde iba-, dijo pidiéndome disculpas.
-No pasa nada-, le dedique una sonrisa.
-¿Eres nueva?- pregunto devolviéndome la sonrisa.
-Si, empiezo este año-, conteste sonriente.
-Yo también empiezo este año, por cierto me llamo Luke-, dijo mirándome a los ojos.
-Yo Sarah, encantada-, nos acercamos y nos dimos dos besos.
-Igualmente, bueno ya nos veremos por ahí Sarah-, asentí y vi como se alejaba con sus amigos.

Las chicas no perdieron el tiempo para decirme que si había visto como me miraba, que si era guapísimo, que estaban seguras de que yo le gustaba, yo solamente negaba con la cabeza mientras me reía, pasamos la tarde viéndolo todo hasta que una voz por megafonía nos decía que nos dirigiéramos al comedor para la cena de bienvenida, nos pusimos en marcha y entramos sentándonos en una mesa, vi como Jane me hacia un gesto para que mirase a mi derecha, gire la cabeza y me encontré con Luke sentado tres mesas mas allá, me miro y me dedico una sonrisa que yo le devolví.
-Le gustas-, me susurro Marie antes de que la directora nos deseara una buena cena, yo solo le susurre un “Estas loca” y ambas nos reímos.
Ahí empezaba el comienzo de una gran amistad y quién sabe si ¿Nuevos amores?



[En Italia la aventura comienza, nuevas amistades surgen, empieza un recorrido de duro trabajo y esfuerzo, y puede que tal vez algún nuevo amor, o ¿viejo? En Dublín las cosas cambian. . .]