Solo deciros que la novela esta llegando a su fin, de hecho he avanzado mucho escribiendo, y os tengo algunas sopresitas....... y hasta aquí puedo leer ;)
Os dejo que disfrutéis leyendo y ya sabéis, comentarios monosos abajo o alguna mención en twitter, (@MiRy_jedtioner)
Os loveo duendecillos Miry*
NARRA SARAH
Cuando desperté por
la mañana John no estaba a mi lado, me frote los ojos y entonces sentí el agua
de la ducha correr, me levante sin hacer ruido y me quite la ropa entrando en
el baño, el estaba de espaldas por lo que no podía verme, me mordí el labio y
entre en la ducha, coloque mis manos en su espalda y note como se asustaba un
poco, empecé a subir mis manos por su espalda y entonces él se dio la vuelta,
acaricio una de mis mejillas y me dio un pequeño beso.
-Buenos días
pequeña-, dijo una vez nos separamos.
-Buenos días-,
conteste sonriéndole, -¿me dejas ducharme contigo?, pregunte acariciando su cuello.
-Ya sabes la
respuesta-, susurro para fundirse en un beso conmigo.
Y después de ese beso
muchos más hasta que volvió a hacerme suya, cuando salimos los dos nos
vestíamos en la habitación mientras nos mirábamos y nos sonreíamos recordando
lo que hacía unos minutos antes había sucedido, me había encantado volver a
estar entre sus brazos.
Cuando bajamos al
salón solo vi a Mel, ella le dijo a John que su hermano estaba fuera, asintió y
salió por la puerta, yo por otra parte me puse a ayudar a Mel con la comida.
-¿Has dormido bien?
Pregunto mi amiga con una sonrisa.
-Si, ¿Por qué lo
preguntas?, conteste mirándola sin entender.
-No se tienes como un
brillo en la mirada que no tenías antes-.
-Bueno es que hay
algo. . . hay algo que tengo que contarte-, dije mirándola a los ojos.
-Adelante-, se cruzo
de brazos y me miro expectante.
-Bueno es que. . .
John y yo anoche pues. . . ya sabes, hicimos el amor-, dijo con las mejillas
totalmente rojas.
-¡NO! ¿En serio?,
asentí, -¡Ahhh! No sabes cuánto me alegro-, grito mientras me abrazaba
efusivamente.
Mientras
continuábamos con nuestra labor de cocinar estuve contándoselo todo ya que ella
no paraba de preguntar cómo había sido, se lo conté todo incluido lo de esta
mañana en la ducha y ella no paraba de saltar y soltar algún que otro “Awww”,
yo reía viéndola y daba gracias por tener una amiga así, la iba a echar mucho
de menos cuando me fuera pero esperaba volver a verla.
Después de comer y
pasar la tarde en la playa llego la hora de prepararnos para la fiesta, Mel y
yo nos metimos en el cuarto que compartía con John mientras que el se fue al
cuarto de su hermano, estuve un rato delante del armario decidiendo que ponerme
y al final opte por un vestido blanco de vuelo por encima de las rodillas,
estaba acabando de peinarme cuando vi a Mel con medio cuerpo dentro del armario
mientras maldecía.
-¿Pero qué haces?
Pregunte sin poder evitar reírme.
-¡YA ESTA! Grito
mientras volvía a su posición normal, -es que se me engancho un volante de la
falda con no se que que tienes ahí, te juro que pensé que moría-, nos miramos y
las dos estallamos en carcajadas.
Una vez estuvimos
preparadas bajamos abajo a esperar a los chicos, no pasaron ni cinco minutos
cuando les oímos bajar, me fije en John e inconscientemente me mordí el labio,
estaba guapísimo, aunque siempre lo estaba, Melanie por el contrario agarro a
Edward del cuello y le planto el mayor beso de su vida, una vez se le separo
fue ella la que hablo.
-Bueno que, ¿nos
vamos?, pregunto ya donde la puerta.
-¿Estamos todos
listos?, pregunto John, los tres asentimos y salimos por la puerta dirección al
puerto para disfrutar de la fiesta.
La noche era
perfecta, hacía calor pero la ligera brisa ayudaba a combatirlo, cuando
llegamos a la fiesta había un montón de gente bailando al ritmo de la música,
nos acercamos a la barra a pedir unas bebidas y nos mezclamos entre la gente.
Me lo estaba pasando
genial bailando con Mel y los chicos, ya llevábamos un par de copas encima y se
empezaba a notar el efecto, note las manos de John en mi cintura.
-Pequeña voy a por
una copa ¿quieres algo?, me pregunto al oído para que pudiera escucharle.
-Si, tráeme lo mismo
de antes-, conteste depositando un pequeño beso en sus labios.
Le vi caminar entre
la gente y sonreí, no podía creer que él fuera mío, nos llevábamos tan bien y
le quería tanto, había acertado en venir este verano.
Continúe bailando con
Melanie y con Edward que no paraban de hacer posturas raras mientras se reían
sin parar, me lo estaba pasando en grande, después de un rato me fije que John
aun no había vuelto con las copas, me alce en mis pies y me escabullí un poco
entre la gente buscándole y entonces lo vi, a John hablando con Natalie, un
nudo se formo en mi estomago pero lo que vi a continuación me rompió por
dentro.
John y Natalie
besándose, no podía creer lo que estaba viendo, mi novio besando a su ex novia,
sentí como todo mi mundo se caía sobre mi y como las lagrimas resbalaban por
mis mejillas, me sentía totalmente indefensa y rota, vi como él se separaba de
ella y caminaba en mi dirección pero cuando me vio paro, mirándome y
entendiendo el porqué de mis lagrimas, camino hacia a mí y en ese momento me escabullí
entre la gente y comencé a correr dirección a la cabaña, sentía sus gritos
llamándome pero seguí corriendo, divise la cabaña y entre subiendo las
escaleras.
-¡Sarah! Sarah espera
por favor puedo explicarlo-, le vi correr detrás de mi escaleras arriba, pero
antes de que me alcanzara entre en la habitación cerrando la puerta de golpe.
-Sarah, pequeña por
favor-.
-¡Lárgate! ¡No quiero
volver a verte John Grimes! Le grite detrás de la puerta.
-Sarah escúchame no
es lo que crees, déjame que te explique-, suplicaba.
-¡No tienes nada que
explicarme, lo he visto todo! Conteste entre sollozos, seguro que él me estaba
escuchando.
-Pequeña abre por
favor, vamos a hablar, te juro que puedo explicarlo-, dijo y entonces abrí la
puerta.
-No quiero volver a
hablar contigo, ¡Se acabo John! Le tire el colgante que me había regalado
cuando cumplimos un mes juntos y volví a cerrar la puerta.
Apoye la espalda en
la puerta y me deje caer hasta el suelo envolviendo mis piernas mientras
millones de lagrimas salían sin parar, no podía creer que esto estuviera
pasando, hace unas horas había sido tan feliz en sus brazos y ahora todo había
terminado, el me había prometido que nada nos separaría y esta noche había sido
todo lo contrario, me seque las lagrimas con el dorso de la mano y me levante
para coger mi móvil, busque el numero de mi hermano y le di al botón de llamar.
LLAMADA
-¿Sarah? Contesto mi
hermano.
-Leem. . . dije entre
sollozos.
-Sarah cariño ¿Qué
ocurre porque lloras?
-Leem quiero irme,
quiero irme de aquí-.
-Que ha pasado
preciosa-, notaba la angustia en su voz.
-John y yo hemos
roto, Leem por favor ven a buscarme-.
-Cariño escúchame, es
muy tarde, acuéstate y trata de dormir, te prometo que mañana por la mañana a
primera hora estoy ahí-, dijo lo más calmado posible.
-Me. . . ¿me lo
prometes? Pregunte entre hipidos debido a las lágrimas.
-Te lo prometo
cariño, ya verás como todo se soluciona, ahora duerme mi niña en unas horas estaré
contigo-.
-Vale. . . gracias
Leem, te quiero mucho-.
-Y yo a ti preciosa,
descansa-, y tras eso colgamos.
FIN LLAMADA
Después de hablar con
mi hermano me metí al baño a lavarme la cara, me quite la ropa y me puse el
pijama para meterme en la cama, cientos de recuerdos de la noche anterior
vinieron a mi cabeza y no pude evitar llorar de nuevo, y así, entre sollozos y
lagrimas me fui quedando dormida.
[. . . ]
Escuche la alarma del
despertador, me gire para mirar la hora, las 6:30 de la mañana, me levante y me
di una ducha, nada más salir me vestí con algo cómodo y guarde mi ropa en la
maleta, en ese momento me llego un mensaje, cogí el móvil y lo abrí:
“Pequeña en cinco minutos estoy ahí,
un besito”
Suspire y mire que lo
tuviera todo conmigo, tras comprobar que no me faltaba nada abrí la puerta de
la habitación, vi que no había nadie y baje las escaleras sigilosa, cuando
llegue a la planta de abajo tampoco había nadie, eso hacia más fácil el poder
irme sin tener que verle, abrí la puerta con cuidado y Salí cerrándola detrás
de mí.
En ese momento vi el
coche de mi hermano asomarse por la carretera, llego junto a mí y aparco, nada más
bajarse me tire a sus brazos que me recibieron con un enorme abrazo, notaba las
lagrimas agolparse tras mis parpados, mi hermano me separo y me miro.
-No quiero que llores
mi niña, estoy aquí-, me dijo mientras acariciaba mis mejillas, -ahora vamos a
casa y cuando lleguemos me cuentas que ha pasado ¿de acuerdo?, yo asentí.
Y tras darme un beso en la frente subí mi
maleta al coche y nos pusimos rumbo a casa.
En mitad del viaje me
quede dormida ya que la noche antes no había podido dormir bien, cuando
desperté aun no habíamos llegado, me acomode en el asiento y mi hermano me miro
mientras esbozaba una sonrisa, aun quedaba algo de trayecto y mi estomago
empezó a rugir, Leem debió sentirlo porque me miro y me dijo que pararíamos a desayunar
porque el necesitaba también un café.
Paramos en una
cafetería, y tras pedir nos pusimos a desayunar, note como algo vibraba en mi
bolsillo, saque el teléfono y el nombre de John se iluminaba en la pantalla, le
di al botón de colgar y volví a guardarlo, a los 10 minutos lo mismo y así
hasta 10 llamadas.
-¿Quién es? Pregunto
mi hermano mientras terminaba su café.
-John. . . no ha
parado de llamarme-, conteste y solté un suspiro, en ese instante me llego un
nuevo mensaje de él:
“¿Dónde estás? He visto que tus cosas ya no están en la habitación, no
me hagas esto Sarah. . . lo siento, dime que estas bien, te quiero –John”
Tras leerlo le di a
borrar, no quería saber nada mas de él, me había engañado y de la peor forma,
recordé lo que Mel me había contado sobre Eric cuando nos conocimos, ahora
sentía lo que era que te engañaran y delante de tus ojos, termine lo que me
quedaba de café y después de que mi hermano pagara salimos del local para
subirnos al coche y continuar el camino hasta casa.
En poco menos de una
hora por fin habíamos llegado, me baje del coche y cogí mi maleta para entrar
en casa, nada más hacerlo me tire en el sofá, estaba agotada ya que apenas
había dormido esa noche, mi hermano se acerco con dos botes de helado y
sentándose a mi lado me dijo que le empezara a contar que había pasado.
Cogí aire y
expulsándolo empecé a contárselo todo, no pude evitar que las lágrimas salieran
de mis ojos mientras hablaba, Leem me las quitaba con sus pulgares pero volvían
a salir una detrás de otra.
-Y. . . eso fue lo
que paso-, dije derramando las ultimas lagrimas.
-Mi niña no sabes cuánto
lo siento-, me abrazo mientras acariciaba mi espalda.
-No importa Leem-,
iba a subir a mi cuarto cuando mi hermano me detuvo.
-Espera aquí, tengo
algo para ti-, beso mi cabeza y se dirigió escaleras arriba.
Me quede sentada en
el sofá comiendo de mi bote de helado mientras esperaba a que mi hermano
volviera, no pasaron ni cinco minutos cuando estaba de vuelta a mi lado.
Se sentó mirándome
con una sonrisa mientras sostenía entre sus manos el sobre que contenía mi beca
para la Escuela de baile.
-Queda poco tiempo
para la matricula así que mejor cubrirla ya ¿no? Y me tendió el sobre.
-Leem de que hablas,
sabes lo que han dicho mama y papa-, conteste dejándolo sobre la mesa.
-Veras, resulta que después
de pasarme casi tres horas discutiendo con ellos por teléfono, pues digamos que
les he convencido-, una sonrisa asomaba en sus labios.
-Me estás diciendo
que, ¿Voy a ir a Italia? Pregunte levantándome del sofá emocionada.
-Exactamente eso
pequeña, así que venga a rellenar la solicitud-, dijo dando palmaditas en el
sofá para que me sentara a su lado.
No sé cuantas veces
le di las gracias a mi hermano por conseguir convencer a nuestros padres, tras
rellenar la solicitud no podía creerme
que fuera a cumplir mi sueño, pero lo cumpliría sola.
[. . .]
El verano se estaba
acabando, hacia una semana que había mandado la solicitud de mi beca por correo
y esperaba con ansia la llamada que me dijera cuando tenía que irme, Melanie se
había enterado de lo mío con John y había venido a casa un par de veces para
ver como estaba, Edward me llamaba para preguntar y el. . ., el simplemente
llamaba o mandaba mensajes los cuales nunca contestaba, había venido un par de
veces pero Leem no le dejaba pasar por petición mía, había escuchado como le
decía a mi hermano “Dile que la quiero” y después se iba, lo que ocasionaba que
yo llorara todas las noches.
También había hablado
con mis padres, incansables veces les había dado las gracias por dejarme
cumplir mi sueño, mi padre me había hecho prometer que si el baile no salía
bien estudiaría una carrera, yo por mi parte acepte su trato siempre y cuando
me apoyaran, cosa que me prometieron hacer.
Ya hacía varias
semanas que John y yo habíamos roto, ahora apenas salía, de vez en cuando con
mi hermano y en alguna ocasión con Mel, cosa que no salió bien porque nos
encontramos con los chicos en el parque, John intento hablar conmigo pero eso
solo fue a peor, sabía que no estaría a gusto en Dublín sabiendo que él estaba
aquí, así que esa misma noche le pedí a Leem volver a casa para pasar los días
que quedaban antes de irme a Italia, basto un “Si” y al día siguiente me
encontraba preparando las maletas.
[Sarah cumple su
sueño, Italia la espera para hacer lo que más ama aunque lo haga sola, ¿Qué
pasara cuando esté a punto de subirse al avión? Y ¿Que harán Mel y Edward tras
recibir una noticia? ]