domingo, 17 de marzo de 2013

Capitulo 39

Hola pequeños duendecillos, solo voy a decir una cosa!
SIENTO MUCHO EL RETRASO!!!! He tenido problemas últimamente y apenas he estado por aquí  pero aquí vuelvo con otro capitulo mas, espero que os guste!
No olvidéis de dejarme vuestros comentarios porfi!



NARRA JOHN

Después de cenar entre risas nos decidimos por ir a dar un paseo, comenzaba a anochecer así que no tardaríamos en irnos a casa, abrace a mi chica y nos pusimos a caminar en silencio escuchando el ruido del mar, mi hermano y Melanie estaban igual que nosotros, después de varios minutos decidimos que era hora de irnos a casa, nos dirigimos de vuelta al coche y pusimos rumbo a casa.
Pase por casa de Mel primero ya que mi hermano se quedaba esta noche a dormir con ella, le dije que le pasaría a buscar por la mañana, nos despedimos y puse rumbo a casa de Sarah, aparque y me baje para acompañarla hasta la puerta, siempre lo hacía desde que comenzamos a salir, abrió la puerta y entre con ella para saludar a Leem, estaba en el sofá viendo una peli y con un montón de papeles esparcidos por la mesa, seguramente trabajo, me acerque con Sarah a mi lado, en cuanto nos vio se levanto y le dio un abrazo a su hermana para después saludarnos nosotros, estuvimos hablando varios minutos hasta que dije que era hora de irme, Sarah me acompaño hasta la puerta, me gire hacia ella y agarrando su cintura baje mi cabeza para buscar sus labios que me recibieron de inmediato.
-Te quiero pequeña, susurre cuando me separe de ella.
-Yo también te quiero ojos verdes, me dio un último beso y tras un “Hasta mañana” camine hasta mi coche, me subí y arranque rumbo a casa.

Llegue a casa reventado, me pesaba el cuerpo y cada poco se me cerraban los ojos, había sido un día largo, entre en la cocina y me serví un vaso de agua antes de irme a la cama, sentí pasos y mi madre entro en la cocina dando un pequeño salto cuando me vio, no pude evitar reír.

-¿Acabas de llegar? Pregunto sirviéndose un vaso de agua para ella.
-Si, ahora mismo, estoy roto a sí que me voy a dormir, iba a salir de la cocina cuando mi madre hablo.
-¿John? Me llamo, me gire y la vi cruzada de brazos, -¿no te falta algo?, me toque los bolsillos, mi móvil estaba ahí y la cartera también, negué con la cabeza y me gire para irme.
-John, me llamo de nuevo, solté un suspiro y me di la vuelta, -Mama que no me falta nada, dije encogiéndome de hombros, ella levanto una ceja.
-¿No? Pregunto, negué con la cabeza, -piensa un poco anda, suspire.
-Tengo el móvil, la cartera, las llaves del coche en la entrada, me quede en silencio unos segundos, -no mama, esta todo, ella negó con la cabeza y cambio el peso del pie, -mama estoy cansando quiero irme a dormir, si quieres mañana jugamos a los acertijos, dije dándome la vuelta para irme.
-John Paul Henry, nada más escuchar mi nombre casi al completo me erguí, nada bueno me esperaba cuando ella me llamaba así, -quieto ahí jovencito.

Me di la vuelta sigilosamente para encontrarme a mi madre más cerca de mí de lo que me esperaba, me hizo un gesto con la cabeza para que me sentara, la mire como diciéndome que no podía ir en serio pero ella solo dijo “Siéntate”, me rasque la cabeza y obedecí sentándome, vi como ella rodeaba la mesa para sentarse enfrente de mí y cruzar sus brazos mirándome fijamente, volvió a repetirme que pensara en lo que me faltaba, yo por más que daba vueltas a la cabeza no era capaz de saber que era, estaba cansado y lo único que quería era subir a mi cuarto y meterme en la cama hasta el día siguiente, pero mi madre no estaba por la labor de que yo hiciera eso, tras decirle nuevamente que no se me había olvidado nada sentí como mi padre entraba en la cocina, me pregunto si ya me había acordado, volví a decirle lo mismo que a mi madre, me miro y cuando creí que por fin podía irme mi padre se sentó al lado de mi madre y me hizo la misma pregunta, esto no podía ir en serio.

-John hijo es fácil, se te ha olvidado algo, solo tienes que recordarlo, decía mi padre mirando mi cara de suplica para poder irme.
-Por millonésima vez papa, que no se me ha olvidado nada, ¿Puedo irme a la cama por favor? Suplique juntando las manos.
-En cuanto lo recuerdes eres libre de irte, dijo riéndose después, solté un suspiro de frustración y deje mi cabeza caer sobre la mesa.
Por más que intentaba recordar estaba seguro de que no me había olvidado nada, repase en mi cabeza lo que había echo hoy y nada, todo estaba bien, mire a mis padres, ambos me miraban de brazos cruzados y unas sonrisas en sus caras, cuando creí que tendría que dormir en esa silla de la cocina mi padre dijo algo que me ilumino.
-Susannah pero si son iguales mujer, que mas da cual escojas, le decía mi padre mirando una foto que ella le enseñaba, “Iguales” esa palabra me hizo reaccionar, ya sabía a qué se referían mis padres con que se me había olvidado algo, claro mi hermano, que otra cosa iba a ser si no.
-Edward. . . murmure por la bajo, mientras me frotaba las sienes con ambas manos.
-¿Qué dices hijo? Pregunto mi padre, -no te hemos oído.
-Edward, dije esta vez mas alto mientras les miraba, ellos empezaron a reírse y yo me levante de la silla cruzándome de brazos.
-¿Ves? No era tan difícil de recordarlo John, dijo mi madre mientras reía, mi padre a su lado aguantaba una carcajada.
-Mama, no me he olvidado de Ed, se donde esta, dije más serio, -¿Tanto interrogatorio para esto? Podrías simplemente haberme preguntado, dije más indignado que nunca.
-Hijo, esta vez era mi padre, -si te lo hubiera preguntado perdería la gracia de hacerte recordar, levante una ceja, -ahora ya sabes que es bueno acordarte de las cosas, rodé los ojos y me gire para irme a mi cuarto.
-¿John? Escuche la voz de mi madre, agache la cabeza y lentamente me gire hacia ellos, estaba claro que hoy no me iría a la cama a este paso, -¿Dónde está tu hermano? Suspire.
-Está en casa de Mel, se queda a dormir con ella, me pase una mano por el pelo, -¿puedo irme ya a dormir por favor? Dije poniendo voz de niño pequeño.
-Eres libre de irte, dijo mi padre.

 Le susurre un “Gracias” y me gire pero en cuanto puse un pie fuera de la cocina mi madre volvió a llamarme, gruñí y apreté los puños, esto no podía ser cierto, me gire lentamente y la mire, me hizo un gesto señalándose la mejilla, suspire y me acerque para darle un beso y otro a mi padre, cuando me gire de nuevo para salir de la cocina no lo dude y eche a correr escaleras arriba hasta mi cuarto, entre y cerré la puerta detrás de mi quedándome apoyado unos segundos, cuando observe que no había movimiento me fui directo al baño a lavarme los dientes.
Salí de baño y me quite toda la ropa quedándome en bóxers, estaba tan cansado que no me moleste ni en buscar mi pijama, simplemente abrí las mantas y me metí dentro apagando la luz, tras dar un par de vueltas y coger postura cerré los ojos y en escasos segundos estaba sumergido en un profundo sueño.

[. . .]

El maldito móvil volvió a sonar una vez más, gruñí debajo de las sabanas y saque la cabeza para apagar esa maldita alarma, las 10:00 de la mañana, me revolví entre el lio de sabanas y mantas y cuando me desperece me levante, me frote los ojos unas cuantas veces, estaba cansado y aun tenia sueño pero tenía que ir a buscar a mi hermano, puse el Ipod en los altavoces y deje que la música llenara la habitación, me metí en el baño y abrí la ducha dejando que el agua se regulara, mientras cogí mi móvil y le mande un mensaje a mi hermano.

“Acabo de levantarme, me voy a dar una ducha y desayunar algo, en cuanto coja el coche te aviso,  –J”

Deje el móvil sobre el lavamanos, toque el agua y comprobé que estaba como a mí me gustaba, justo cuando metí un pie dentro mi teléfono sonó de nuevo, suspire y me estire un poco para cogerlo, era un mensaje de mi hermano.

“Vale, Mel y yo ya nos hemos levantado hace un rato, mejor no desayunes, me recoges y nos vamos a desayunar por ahí los dos ¿Por fi? –E”

Reí después de leer el mensaje, le conteste que de acuerdo y me metí en la ducha dejando caer el agua sobre mi cuerpo, tras varios minutos debajo del agua cantando las canciones de mi Ipod decidí que era hora de salir, tras secarme me vestí con algo cómodo, tejanos desgastados, una camiseta blanca de manga corta aunque yo le doble las mangas hacia arriba y mis converse, me mire en el espejo mientras secaba mi pelo, lo peine revolviéndolo un poco y tras echarme un poco de colonia estaba listo, antes de salir de la habitación me asome a la ventana, hacia bastante calor la verdad, descarte la idea de coger chaqueta, además había dejado una en el coche así que no me haría falta.
Baje abajo y entre en la cocina, no había nadie en casa pero si una nota en la nevera, mi madre había quedado con unas amigas que hacía tiempo que no veía, deje una nota encima de la mesa avisándola de que me iba a desayunar con Edward y que seguramente también comeríamos por ahí, cogí las llaves del coche de la entrada y salí cerrando la puerta, me subí al coche, saque las gafas de sol de la guantera y tras ponerme el cinturón arranque rumbo a casa de mi cuñada a recoger a mi hermano.
Una vez llegue y aparque le mande un mensaje diciéndole que estaba fuera, escasos minutos después la puerta de la casa de Mel se abrió, vi como se despedía de su chica y venia hacia el coche, Mel me saludo con la mano y yo imite su gesto, una vez Edward entro en el coche arranque rumbo a buscar un sitio para desayunar.
-¿Que tal las cosas con Mel?, le pregunte mientras conducía a través de la ciudad.
-Bastante bien, hemos hablado de muchas cosas y vamos a seguir juntos pase lo que pase, me miro y esbozo una sonrisa.
-Me parece perfecto, no os dejéis influenciar por nadie, Mel es perfecta para ti Edward, dije poniendo una mano en su hombro y dedicándole una sonrisa.

El resto del viaje nos lo pasamos riendo y cantando las canciones que salían en la radio, me encantaba pasar tiempo con mi hermano, los dos solos olvidándonos del resto del mundo, al final volvimos a acabar a las afueras, se estaba volviendo una costumbre venir aquí, pero a mi particularmente me encantaba el sitio, aparque y ambos nos bajamos, caminamos hasta la cafetería y una vez sentados pedimos lo que queríamos para desayunar mientras volvíamos a enfrascarnos en otra conversación, hablábamos de todo, nosotros, las chicas, nuestra familia, incluso en algunos planes de futuro que nos gustaría, así pasamos toda la mañana hasta la hora de comer, Edward prefirió coger algo de comida rápida e irnos a la playa  a comer, a mi me pareció buena idea así que tras pagar y coger nuestras cosas buscamos un sitio donde poder relajarnos.
Durante la comida recibí una llamada de Sarah, su voz no sonaba como siempre, estaba casi seguro de que había llorado, me dijo que había hablado con sus padres y que habían discutido, lo siguiente que escuche fue algo de irse, pero no lo entendí muy bien porque en ese momento su hermano la llamo y se despidió de mi colgando rápidamente.
Mi hermano en seguida me pregunto que había pasado dado mi cara de confusión, tenía que hablar con ella cuanto antes y que me explicara a que se refería con eso de “irse”, acabamos de comer y ambos nos subimos al coche poniendo rumbo a casa de nuevo.





[¿Qué habrá pasado con Sarah? ¿Qué le habrán dicho sus padres? Ahora empieza lo más duro, los rumores harán que una de las parejas se afloje, la distancia nunca es buena compañera. . .]