domingo, 28 de octubre de 2012

Capitulo 26

Hola hola pequeños duendecillos!!! Como os va todo? Espero que bien, bueno tengo algunas cositas que deciros...
A ver: Os informo de que he perdido lectores y la verdad me da mucha rabia, parece que han dejado esto de lado....
Muchos se han cambiado el user y no me han dicho nada, no he podido encontrarles y no puedo avisarles...
Mas... los que ya no queráis seguir leyendo decidmelo porfa, para borraros de la lista, porque aviso a personas que me da la sensación de que pasan de leer...
En cuanto a los comentarios, antes solía tener bastantes he llegado a tener mas de 8 y ahora apenas me comentan 2 personas, si no queréis dejarlo aquí aunque sea decirmelo por twitter ( @MiRy_Jedtioner )

Y bueno que a los que seguís leyendo esta historia que gracias, que sois increíbles y aquí tenéis otro capitulo que creo que os va a gustar ;)
Un besito muy grande mis pequeños y adorables duendecillos! Lost of Love!!




NARRA SARAH

Y ahí seguía yo, perdida en esos ojos verdes que tanto me gustaban, nuestras manos seguían entrelazadas y nuestras miradas conectadas, deseaba que el tiempo se parase ahí, que yo no tuviera una vida fuera de aquí, que no tuviera que irme lejos de él, pero el destino es caprichoso y cuando se pone en tu contra no puedes hacer nada.
Acabamos de desayunar y lo recogimos todo entre los cuatro, los chicos nos dijeron que si queríamos ir a pasar el día a su casa para que yo no estuviera sola y allí ellos pudieran cambiarse de ropa, Mel y yo aceptamos y acto seguido subí a mi cuarto, metí mis cosas en un bolso y baje, salimos y cerré la puerta, a medida que caminábamos vi como mi amiga se paraba en seco y yo con ella, ambas mirando el coche de John.

-Chicas os presento a mi coche, dijo John entre risas.
-Muy bonito Edward, ósea ¿que tu hermano tiene coche y no me lo cuentas? Dijo Mel golpeándole el brazo.
-Lo siento Mel, iba a decírtelo, contesto pasándose la mano por donde ella le había dado.
-¿A si? ¿Cuándo? Pregunto ella poniendo sus brazos en jarras.
-Umm ¿Ahora? le puso ojitos y acto seguido estallaron en carcajadas.
Yo me acerque un poco más, mirando el coche que tenía delante de mí, era simplemente maravilloso y encajaba a la perfección con John.
-¿Te gusta? Pregunto suavemente en mi oreja haciendo que me estremeciera.
-S. . . si, es increíble, conteste con voz temblorosa, me había puesto muy nerviosa esa cercanía, el me miro y me dedico una sonrisa, ¿Nunca se cansa de sonreír? Pensé interiormente.

Edward y Mel se acercaron y nos subimos al coche, ellos en la parte de atrás y yo delante al lado de John, otro motivo más para ponerme nerviosa, antes de que el arrancara mi amiga le dijo que si podían pasar antes por su casa para cambiarse de ropa, él le contesto que sin problema y pusimos rumbo hacia su casa.
Cuando llegamos ella nos ofreció pasar pero solo Edward se bajo del coche, John y yo nos quedamos a esperarles, dijeron que no tardarían y entraron en casa, mientras yo investigaba apretando botones hasta que di con la radio y sonreí triunfante, estuve buscando emisoras hasta que encontré una que me gusto, le subí un poco el volumen y cerré los ojos dejando que la música invadiera mis sentidos, cuando de pronto escuche como la música se iba, abrí los ojos rápidamente y vi a John cambiando de emisora, ¿Sera posible?

-¡Ehh! ¿Qué haces? Dije dándole en la mano.
-No me gusta esa canción, dijo volviendo a cambiar la radio.
-Pero a mi si, proteste volviéndola a poner de nuevo.
-Pero te he dicho que a mí no, y volvió a quitarla.
-¿Sera posible? Que la dejes te he dicho, y volví a apartarle la mano poniendo la canción de antes, escuchamos como Edward y Mel subían al coche.
-Es mi coche Sarah, ¿a qué vas andando? Dijo frunciendo el ceño.
-¡Oh! ¿No serás capaz? Dije abriendo mucho los ojos.

Se quedo callado mirándome, demasiado diría yo pareciera que estaba atravesándome con la mirada, fui acercándome un poco a él y le puse ojitos mientras le dedicaba una de mis sonrisas, el suspiro y dejo la canción que yo quería, sonreí triunfante, escuchamos las risas de su hermano y mi amiga y John arranco rumbo a su casa.
Divise su casa, el disminuyo la velocidad y aparco, nos bajamos y les seguimos hasta la entrada, abrió la puerta y nos hizo pasar, no había nadie, claro su padre estaría trabajando y su madre seguro habría salido, Edward nos dijo que iba a enseñarle la casa a Mel y le contestamos con un “Vale”, me dirigí al salón y me senté en el sofá.

-¿Quieres algo de beber? Me pregunto John desde la cocina.
-No gracias, le conteste alzando un poco la voz para que me oyera.
Le escuchaba trastear en la cocina, me quede pensativa, ¿Cómo sería todo si yo me quedase aquí? ¿Algún día el y yo estaríamos juntos? ¿Seriamos algo más que amigos? Ni siquiera sabía si él sentía algo más que amistad por mi y apostaba a que no, el me veía como su amiga, pero entonces ¿Qué fue lo que le izo distanciarse de mí? Un ruido de algo romperse seguido de un “¡Mierda!” me saco de mis pensamientos.
-¿Estás bien? Pregunte levantándome del sofá.
-Si si, solo se me ha caído un vaso, contesto asomando la cabeza por la puerta de la cocina, asentí y negué con la cabeza mientras reía por la bajo, ¡Patoso!
Iba a volver a sentarme cuando escuche pasos por las escaleras y los gritos de Edward, Melanie entro derrapando al salón seguida por él, traía algo en las manos me lo dio y acto seguido Ed la cogió tirándola al suelo junto a el mientras los dos reían, observe lo que mi amiga me había dado, ¡Oh por favor! Era una foto de los chicos cuando eran bebes, se veían realmente adorables, no pude evitar reírme, me fije que Edward hacia un gesto con la mirada, gire un poco y vi como John se abalanzaba sobre mi pero fui más rápida y me escape, comencé a correr por todo el salón perseguida por John y sus gritos para que le devolviera la foto, en el suelo los otros dos seguían peleándose muertos de la risa.
-¡Que no te escapes! Me dijo John cuando volví a pasar por su lado aun con la foto en mis manos y no pudo cogerme.
Pero por un despiste mío el consiguió cazarme y los dos caímos al suelo, el me rogaba que le devolviera la foto y yo le decía que no pero entonces fue mas allá, me ataco donde más débil era, las cosquillas, yo no paraba de reír y patalear en sus brazos suplicándole que parara pero él no me hacía caso se estaba vengando, ya no podía mas y el no tenía intención de parar así que saque la foto y se la devolví, la cogió como si fuera un tesoro y me dejo, me levante con la respiración agitada y dolorida de tanto reír, nos sentamos apoyando la espalda en el sofá intentado recobrar la compostura, Edward y Mel estaban igual.
Cuando mi respiración volvía a ser normal me acerque sigilosamente a John que en cuanto me vio escondió la foto tras su espalda, reí ante ese gesto, me fui acercando poco a poco a él y alcance su oreja.
-Estas adorable en esa foto, susurre en su oído, -créeme que no miento John.
Me separe lentamente y le mire a los ojos, me dedico otra de sus increíbles sonrisas y me dejo ver la foto, y no mentía cuando decía que estaba adorable, era realmente tierno verle, tan pequeñito, tan indefenso. . . tanto el cómo Edward estaban adorables en esa foto, tan iguales que eran ahí y tan distintos que son ahora.

Después de reírnos durante un rato con la foto Edward dijo que era hora de comer, nos miramos entre los cuatro y en un acto reflejo todos miramos el teléfono, John se levanto y solo pronuncio “Pizza” antes de marcar el numero, Edward se levanto también y se fue a la cocina a preparar la mesa, yo me levante y me dirigí al jardín, salí y me senté en el suelo, puse una de mis manos sobre mi cara y con la otra jugaba con los pequeños trozos de hierba, sentí una presencia a mi lado, levante un poco la vista y vi a Mel sentarse a mi lado.

-Veo que hoy estas mucho mejor, empezó ella a hablar, -y ¿sabes? Me alegra saber que el motivo de esto es el, dijo eso ultimo buscando mi mirada.
Yo simplemente no dije nada, gire un poco mi vista y me encontré con la suya, estaba esperando a que dijera algo, pero ¿Qué podría decir cuando en parte lo que acababa de decir era cierto? Si yo estaba así era por él, por haber estado pendiente de mi anoche, por haberme ayudado y no haberme dejado sola.
-Está bien no hables, pero ¿sabes que mas? Me quede pensando en lo que me dijiste el otro día, en que no querías sentir nada por John, estuve dándole vueltas toda la noche Sarah y por más que estrujo mi cerebro no encuentro un motivo para ese rechazo que sientes hacia él.
-Esto va mas a allá Mel, hable por primera vez pero sin mirarla, solo mirando al suelo y jugando con un pedazo de hierba entre mis dedos.
-¿Quieres decir que. . .? ella no acabo la frase cuando me escucho suspirar y asentir.
-Sí, exactamente lo que estas pensando, no solo siento algo por él, no solo me gusta, y. . . yo estoy enamorada de él, dije con la voz temblorosa.
-Pues perdona mi ignorancia pero no veo cual es el problema, ¿Qué pasa Sarah? ¿Qué es lo que no me cuentas? Sé que hace poco que nos conocemos pero eres mi mejor amiga, yo confié en ti y te conté lo de Eric, ¿Por qué no confías tú en mí y me cuentas porque te duele tanto amarle?
-No es eso Mel, claro que confió en ti, es solo que yo no podre ser tan feliz como lo eres tú con Edward, ella me miro sin entender nada, -Mel tu estas aquí, vives aquí, el vive aquí, podréis estar juntos sin problemas, ¿en cambio yo? Cuando acabe el verano me iré, y no solo a mi casa, sería muy fácil venirme a vivir con mi hermano, incluso el me lo ha pedido varias veces, pero. . . me quede en silencio.
-Y si tu hermano te lo ha pedido ¿Por qué no lo haces? Vale entiendo que tengas una vida en España, pero no sé. . .
-Me han ofrecido una beca para una academia de baile, solté lo más rápido que pude.
-Pero ¡Eso es genial! Contesto ella con una sonrisa de oreja a oreja, yo la mire con un tono de tristeza en mi rostro, -¿Qué pasa con eso Sarah? Dijo esta vez agarrándome la mano.
-Son dos años, y. . . es. . . es en Italia, dije mirándola por primera vez a los ojos, notaba como mis ojos se humedecían y antes de que las lagrimas brotaran mi amiga me abrazo fuertemente.
-¿Lo entiendes ahora Mel? Además ni si quiera sé si él siente algo por mí, dije suspirando y separándome de ella.
-Yo. . . Sarah, vi que se puso nerviosa, -quizás no debería decirte esto sin que habléis antes los dos, pero créeme que tú no le eres indiferente a John, y por favor no me preguntes, esto no me corresponde a mi decírtelo.

Me quede callada pensando en lo que mi amiga me acababa de decir, ¿Qué yo no le era indiferente a John? No entendía nada, si es verdad que teníamos una charla pendiente, el prometió que me contaría porque  se distancio de mi esos días, que era lo que había sucedido después de la pelea entre él y su hermano aquel día en la feria, pero hasta ahora no me había dado indicios de querer hablar de ello, y empezaba a pensar que quizás tal vez el no fuera a contármelo, “Complicado” esa palabra no dejaba de resonar en mi cabeza, el lo había mencionado ya dos veces, pero ¿Qué podría haber más complicado que estar enamorada de tu amigo y no poder decírselo porque sabes que te irás y no sabes cuándo os volveréis a ver? Y a todo sumarle el hecho de que ni siquiera sabía si él sentía algo por mí.
-No te comas la cabeza Sarah, Mel me saco de mis pensamientos, -yo se que pronto hablara contigo, solo tiene que ordenar un poquito esa alocada cabeza suya, dijo riéndose, la mire y no pude evitar reír, -solo una cosa, tu ¿le quieres?
Y no me hizo falta contestarle, una imagen vale más que mil palabras y la imagen que yo ahora mismo le daba a ella era la mía asintiendo levemente mientras mordía mi labio inferior.



[Y allí las dos amigas hablaban, se contaban lo que sentían, confesaban sentimientos obviando el detalle de que detrás de ellas alguien lo había escuchado todo desde el principio. . .]





domingo, 21 de octubre de 2012

Capitulo 25

Hola mis pequeños y adorables duendecillos, ¿Como estáis?  Bueno espero que todos genial, se que no os importara pero a mi me va bastante bien en las prácticas, aprendiendo un montón jejejeje. en fin a lo que voy, aquí me tenéis de nuevo con otro capitulo mas, 25 ya quien lo diría y muchos mas que están por venir ;)
Lo de siempre espero vuestras reacciones en forma de adorables comentarios jejejeje ;)
Un besito mis amores, Os Quiero mucho Bye Bye *Miry* ;D



NARRA MELANIE

Estaba angustiada por mi amiga, nunca la había visto así, por más que trataba de calmarla no lo conseguía.
-Sarah tranquila, no pasa nada estamos contigo, le decía una y otra vez pero de nada valía.
-Solo hay una persona que puede calmarla, dijo Edward mirándome, entonces lo entendí y le asentí, el fue hacia la cocina a llamar.
Unos minutos después sentimos varios golpes en la puerta, supuse que sería John y no me equivoque cuando Edward abrió la puerta, entro quitándose la gabardina y acto seguido vino a donde yo estaba con Sarah, se agacho a su altura y yo me aparte hacia un lado.
-Sarah, Sarah mírame, dijo mientras le cogía las manos, ella levanto un poco la vista y le vio.
-Edward ya sabes lo que hay que hacer, le dijo a su hermano, el asintió y me pidió ayuda.
Cogimos varios cojines y mantas y seguí a Edward, le vi colocándolos debajo de las escaleras, no  dije nada y le imite, vimos como John cogía a Sarah en brazos y la traía aquí, se sentó poniéndola entre sus piernas y con la cabeza apoyada en su pecho, Edward cogió mi mano y nos fuimos al salón cerrando la puerta.

-¿Por qué las escaleras? Pregunte sentándome mientras Edward preparaba dos vasos de leche caliente.
-Porque es un sitio oscuro, Mel a mi me pasaba lo mismo de pequeño, me aterrorizaban las tormentas y muchas veces me despertaba llorando, John me oía y siempre se metía en mi cama abrazándome, me sentía protegido, un día hubo una tormenta demasiado fuerte, ni si quiera en mi cama me sentía a salvo, así que John me llevo al hueco de debajo de las escaleras, es un sitio oscuro y apenas percibes la luz de los rayos, desde ese día las noches de tormenta nos las pasábamos debajo de las escaleras.
-¿John nunca tuvo miedo? Pregunte cogiendo mi vaso de leche y pegándole un sorbo.
-No, el siempre decía que las noches de tormenta es porque nuestros seres queridos, los que ya no están aquí, juegan a los bolos, contesto con una pequeña risa que yo le seguí.
Me quede un rato callada con el vaso de leche entre las manos mirando a la nada, sentí un roce en mi mano, levante la vista y vi a Edward acariciándomela, deje el vaso en la mesa y me acerque a el que abrió los brazos y me apretó contra él.
-Tranquila ella estará bien, John sabe lo que hace, susurro como si hubiera adivinado lo que pienso.
-La verdad me alivia que este con él, conteste con un hilo de voz, Edward me apretó más fuerte y me dio un beso en la frente.

Me acurruque en su pecho sintiendo su corazón, iba rápido al igual que el mío, suspire y temblé entre sus brazos, Edward se separo un poco y se levanto para coger una manta, volvió al sofá y tras adoptar la misma postura nos la echo por encima.
Notaba como mis ojos se iban cerrando y un bostezo escapo de mis labios, el se movió y se acostó en el sofá haciéndome un hueco para que me acostara a su lado, apoye mi cabeza en su pecho y le abrace por la cintura, el me abrazo fuerte y deposito un pequeño beso en mis labios.
-Duerme preciosa, susurro en mi oído.
-Te quiero Edward, dije con un hilo de voz casi inaudible mientras el sueño me invadía.
-Yo también te quiero, contesto el suavemente, alcance a oírlo pero después de eso caí en brazos de Morfeo.

[. . .]

Sentía leves caricias sobre mis parpados, labios, nariz, abrí lentamente los ojos y me encontré con los suyos, me miraba con una tierna sonrisa en los labios, le sonreí y acto seguido me estire un poco para alcanzar sus labios y darle un pequeño beso que el volvió más largo, puso una mano en mi mejilla y profundizamos el beso, nuestros labios se movían al mismo ritmo, encajaban perfectamente y nuestras lenguas bailaban al mismo son, poco a poco fuimos deshaciendo el beso, nos separamos y nos miramos a los ojos.
-Buenos días preciosa, dijo apartando un mechón de pelo de mi cara.
-Buenos días rubio, conteste yo mientras revolvía un poco su pelo despeinado.
-¿Qué tal has dormido?
-Perfectamente entre tus brazos, dije esta vez acurrucándome en su pecho, la primera noche que pasaba con él y me había encantado, estaba tan a gusto que deseaba que el tiempo se parase en ese mismo instante.
-¿Qué te parece si vamos a por el desayuno y desayunamos todos juntos? Dijo acariciando mi brazo.
-Me parece perfecto, le sonreí y poco a poco nos fuimos levantando.
 Edward acomodo un poco su pelo, vi como abría la puerta del salón y miraba hacia las escaleras, me acerque mientras me hacia una coleta y vi que John y Sarah estaban despiertos, les dijimos “Vamos a por el desayuno” y salimos por la puerta, el día estaba medio soleado, medio nublado, no había indicios de que fuera a haber otra tormenta, Edward me cogió de la mano y caminamos hasta la pastelería, cogimos churros y varios pasteles diferentes, iba a pagar yo pero él no me dejo, cuando acabamos nos dirigimos de nuevo a casa de Sarah.

Tocamos al timbre y John nos abrió la puerta, pasamos y dejamos las bolsas encima de la encimera, la mesa estaba puesta y John había preparado café, lo colocamos en la mesa y nos sentamos a desayunar entre risas, bromas y para que mentir alguna que otra carantoña mía y de Edward, pero que podía decir, estaba enamorada de ese chico y me hacia feliz.
Estaba untando un poco de mermelada cuando me fije en Sarah y John, se miraban a los ojos y vi como él le cogía la mano y entrelazaba sus dedos con los de ella, él le sonrió y ella le devolvió la sonrisa, le di un pequeño golpe a Edward por debajo de la mesa, me miro confundido y le hice un pequeño gesto en dirección a su hermano, el miro y vio sus manos entrelazadas, acto seguido sonrió ampliamente.
Terminamos de desayunar y entre los cuatro recogimos todo lo que habíamos manchado y usado, los chicos nos dijeron que si queríamos pasar el día en su casa, así Sarah no estaría sola y ellos se cambiarían de ropa, aceptamos y ella  subió a por sus cosas, a los pocos minutos bajo y salimos por la puerta, en cuanto vi el coche me quede paralizada y por lo que pude observar Sarah también, ellos en cuanto vieron nuestras caras se empezaron a reír.

-Chicas os presento a mi coche, dijo John entre risas.
-Muy bonito Edward, ósea ¿que tu hermano tiene coche y no me lo cuentas? Dije golpeándole el brazo.
-Lo siento Mel, iba a decírtelo, contesto pasándose la mano por donde le había dado.
-¿A si? ¿Cuándo? Pregunte poniendo mis brazos en jarras.
-Umm ¿Ahora? Me puso ojitos y acto seguido estallamos en carcajadas.
Nos subimos al coche, por supuesto Edward y yo atrás y Sarah de copiloto, le dije a John que si no le importaba pasar antes por mi casa para cambiarme y me contesto que no había problema, llegamos a mi casa y les ofrecí pasar, Edward enseguida se bajo pero John y Sarah se quedaron en el coche, les dijimos que no tardaríamos y entramos en casa.
-Estás en tu casa, voy a cambiarme ahora a vuelvo, dije corriendo escaleras arriba, me contesto con un “Vale”.
Abrí el armario y saque unos vaqueros y una camiseta caída de un hombro, lo acompañe con unos playeros de bota, me hice mejor la coleta y me eche un poco de colonia, metí mis cosas en un bolso y baje abajo, entre en el salón y me encontré a Edward mirando una foto, me acerque y la observe, era una foto mía de pequeña, tendría unos 6 años, estaba con mi abuela en la casa en la que vivíamos antes.
-Estás preciosa aquí, dijo con una pequeña sonrisa dejando la foto en su sitio.
-Gracias, es la casa donde vivíamos antes, ella es mi abuela, dije señalándola, -murió hace 3 años.
Edward me abrazo y me susurro un “Lo siento”, le dije que no pasaba nada, pero que estábamos muy unidas, me pregunto su nombre y entonces me gire apartando un poco mi coleta y dejándole ver el tatuaje de mi nuca, el lo bordeo con los dedos y susurro “Marie, me gusta”, me di la vuelta y le bese suavemente, nos sonreímos mutuamente, salimos de casa y nos subimos al coche, Sarah y John discutían por una canción en la radio, al final gano ella y tras reírnos el arranco poniendo rumbo a su casa.
John disminuyo la velocidad y aparco, nos bajamos del coche y caminamos hasta la puerta, abrió y nos hizo pasar, era la primera vez que estaba en su casa, Edward cogió mi mano y dijo “Voy a enseñarle la casa a Mel”, ellos contestaron con un “Vale” y me guio con él al piso de arriba.
Me fue enseñando la habitación de sus padres, la de su hermano mayor, me dijo que se llamaba Kevin y que vivía en Alemania porque estaba estudiando arquitectura, después me guio hasta la que era su habitación y la de John.
-¿Compartís habitación? Dije con una sonrisa en los labios.
-Eh menos cachondeo señorita, contesto levantando una ceja.
-Idiota, dije acercándome a él, -me parece genial, se nota que estáis muy unidos.
Me encantaba su habitación, su cama era la que estaba al lado de la ventana, tenían muchos CD’s y varias fotos colgadas en un corcho, las estuve observando un rato, había fotos de ellos dos de pequeños, con sus padres, fotos de ellos recientes, entonces vi una que me llamo la atención, ellos dos con otro chico, supuse que ese sería su hermano mayor y no me equivoque cuando Edward me dijo que era Kevin, al lado había una de ellos de cuando eran bebes y no pude evitar reírme, eran adorables, con un rápido movimiento la cogí y corrí escaleras abajo seguida por Edward y sus gritos.

Entre derrapando en el salón y acto seguido le di la foto a Sarah, el me atrapo y los dos caímos al suelo envueltos en carcajadas, mire a mi amiga que no paraba de reírse, John apareció y con una mirada de su hermano pareció entender lo que Sarah estaba mirando, John abrió mucho los ojos y se inclino hacia ella para arrebatarle la foto pero ella fue más rápida y se escapo a tiempo, yo aun seguía en el suelo junto a Edward que no paraba de hacerme cosquillas y yo por mas que le pedía que parara el me decía que no.
-¡Que no te escapes! Le dijo John a Sarah cuando ella volvió a escaparse con la foto aun entre sus manos, ella no paraba de reír y el corría detrás de ella rogando que le diera la foto.
Por un despiste de ella el consiguió atraparla y ambos cayeron también al suelo envueltos en carcajadas, Sarah pataleaba entre los brazos de él mientras el también le hacía cosquillas, parece que eso también lo tienen en común, malditas cosquillas ¿para que existirán? Pensaba mientras me retorcía suplicándole a mi chico que me soltara.

Cuando por fin pareció tener piedad me fue soltando poco a poco, me dolía todo el cuerpo de reírme, me senté apoyando la espalda en el sofá y Edward a mi lado, mientras observábamos como John seguía vengándose con Sarah, no podíamos evitar reírnos, ella ya prácticamente lloraba de la risa, en un acto ella le devolvió la foto y entonces él la soltó, adoptaron la misma postura que nosotros mientras volvíamos a mantener la compostura.
Sarah se acerco sigilosamente a John que este en cuanto la vio escondió la foto tras su espalda, se fue acercando demasiado a él y le susurro algo al oído lo que hizo que el sonriera y entonces le enseño la foto.
Me acerque más a Edward y le susurre lentamente un “Eras realmente adorable, como ahora”, me miro y me sonrió con esa sonrisa tan hermosa que el poseía.




domingo, 14 de octubre de 2012

Capitulo 24

Holaaa duendecillos!! Como veis no os hago esperar mucho para otro capi, he estado escribiendo últimamente y voy muy adelantada! ;)
Pues nada espero que os guste el capi y por favor dejarme vuestro comentario y REPITO:
LOS QUE CAMBIES EL USER AVISADME!!! HE PERDIDO LECTORES POR ESO!
Nada mas mis pequeños y adorables duendecillos, Os amo! 




NARRA JOHN

Llevábamos varios minutos en silencio, yo no había dejado de abrazar a Sarah en ningún momento, ella seguía aferrada a mí y con su cara escondida en el hueco de mi cuello, notaba su respiración algo más relajada pero seguía temblando.
-¿Estas mejor? Le susurre en su oído, ella solo hizo un gesto como de asentimiento, la separe y volví a coger su cara entre mis manos.
-Sarah no te va a pasar nada, estoy aquí, contigo, vi como sus ojos se humedecían de nuevo y una lagrima resbalaba por su mejilla, se la quite y volví a apoyarla contra mi pecho, había dejado de tronar y solo se escuchaba el sonido de la lluvia.
-Escucha la lluvia, le susurre apoyando mi cabeza sobre la suya, ella encogió mas sus rodillas y poco a poco note como su respiración volvía a ser normal, -no pienses en nada solo escucha.
Pasados unos minutos ella fue soltándome poco a poco pero sin separarse, note que estaba más tranquila, la abrace un poco mas y ella suspiro, yo cerré los ojos casi instantáneamente aspirando el olor de su pelo, olía a frutas, sentí como cogía mi mano y acariciaba mi palma, entonces abrí los ojos y me encontré con los suyos.
-Gracias. . . susurro con un hilo de voz y una pequeña sonrisa se formo en sus labios, no le conteste, simplemente volví a abrazarla contra mi haciéndole sentir que estaba con ella, que no iba a dejarla sola.

Volvimos a quedarnos en silencio los dos, solo se escuchaba el sonido de la lluvia golpear contra las ventanas, las hojas de los arboles moviéndose al compas del viento, de vez en cuando algún rayo alumbraba pero los truenos habían cesado, mire a Sarah, tenía los ojos cerrados y pequeños suspiros se escapan de sus labios, supuse que estaba dormida pero entonces su voz me sorprendió.
-Deja de mirarme, dijo aun con los ojos cerrados.
-Pensé que estabas dormida, y una pequeña risa escapo de mí.
Me moví un poco para apoyarme mejor en los cojines y como si de un resorte se tratara ella se agarro a mí.
-No te vayas, dijo abrazándose a mi cuello.
-Tranquila no me iba, conteste mirándola a los ojos, esos ojos que hacían que me perdiera, que me dieran ganas de besarla y no soltarla más.
-Tenemos que hablar, dijo de repente apartando su mirada de la mía.
-Lo sé, y solté un suspiro, sabía que tenía que contarle porque estaba así pero tenía miedo de su reacción.
-¿Y bien? Pregunto sentándose enfrente de mí pero aun entre mis piernas, la mire sin saber como decírselo, como decirle que estaba enamorado de ella.
-Es que. . . no estoy seguro de si debo contártelo Sarah, no quiero que nuestra amistad se vaya a la mierda.
-John por favor, necesito saberlo, no soporto que estemos distanciados, echo de menos a mi amigo, dijo agachando la cabeza.
Me acerque más a ella y la cogí levemente del mentón haciendo que me mirara, sus ojos brillaban, los tenia ligeramente humedecidos, le susurre un “No llores por favor” y acto seguido me fui acercando a ella, la cogí de la nuca y deposite un beso en su mejilla quedándome unos segundos así.
Me fui separando de ella poco a poco, me miraba con una mirada tierna y una sonrisa en su rostro, me encantaba verla así, me acaricio la mejilla y no pude evitar sonreír.
-Sarah es com. . . pero antes de que pudiera acabar la frase ella me corto.
-Ni se te ocurra decir que es complicado John, dijo apuntándome con el dedo, se veía tan graciosa así que no pude evitar reírme.
-¿Qué te parece tan gracioso? Dijo frunciendo el ceño y cruzándose de brazos.
-Tú, dije sin parar de reírme, -estas muy graciosa así, me miro con la boca abierta y no pude resistir mas, la cogí en mis brazos y la abrace.
-Eres un idiota, decía riéndose mientras intentaba soltarse de mí, me encantaba verla así, como antes, estábamos juntos haciéndonos bromas y todo iba bien.
Empecé a hacerle cosquillas, sabía que las odiaba pero me encantaba escucharla reír y patalear en mis brazos rogando que parara.
-Por favor, para John, decía entrecortadamente sin parar de reír.
-¡Me has llamado idiota! Dije soltándola y cruzándome de brazos mientras hacia un puchero, ella me miro y una pequeña risa se escapo de sus labios.
-Echaba de menos esto. . . susurro acercándose a mí y hundiendo su cabeza en mi pecho, cerré los ojos al instante suspirando en su pelo.
Sentí una leve caricia en mi mejilla, abrí los ojos para de nuevo encontrarme con los suyos, cogí su mano y bese su muñeca, la sentí estremecerse ante mi gesto, ¡Vamos John díselo, tiene que saber lo que sientes! La mire de nuevo, me miraba tranquila con una pequeña sonrisa en los labios, esos labios que me moría por besar, tembló contra mi cuerpo y con un pequeño estirón de mi mano alcance la manta que Edward había dejado momentos antes y nos tape a ambos, ella suspiro.
-Estás helada, dije abrazándola contra mí.
-Tengo mucho frio, y parece que los truenos vuelven, escondió su cara de nuevo.
-No te preocupes, yo estoy contigo, le susurre cerca de su oído.
Levanto la cara para dedicarme una sonrisa, le di un beso en la frente, luego en su mejilla derecha, escuche como reía ligeramente, cambie de mejilla esta vez y se la bese, pase a su nariz y esta vez se rio más fuerte, al separarme me di cuenta de lo cerca que estábamos, en mi cabeza solo se repetía una cosa una y otra vez ¡Bésala! ¡Bésala! ¡Bésala! Cerré los ojos y suspire con fuerza.
-¿De verdad quieres saberlo? Dije con los ojos cerrados aun.
-Sí, susurro, -es lo que más deseo.
Abrí los ojos y la mire, le sonreí y acomode un mechón de su pelo, acaricie su mejilla suavemente y me acerque un poco más.
-Te prometo que mañana lo sabrás, ahora duerme es tarde, ella suspiro y asintió levemente, se acomodo mejor en mis brazos y fue cerrando los ojos, yo hice lo mismo y poco a poco deje que Morfeo me llevara con él y me hiciera soñar con ella.

[. . .]

NARRA SARAH

Me removí un poco y abrí los ojos lentamente, me sentía desorientada y vi que no estaba en mi habitación, gire un poco la cabeza y entonces lo recordé, la tarde con Mel, la llamada de mi hermano, la tormenta, mi ataque de pánico, EL. . .
Seguía dormido, tenía los ojos cerrados y pequeños suspiros se escapaban de sus labios, note que me tenia abrazada contra el fuertemente como si tuviera miedo de que me fuera a ir, me quede observándole dormir, parecía tan relajado, tan tranquilo, tenía el pelo ligeramente despeinado pero incluso así estaba guapo, me gustaba y a cada momento más, pero me recordé a mi misma que no podía ser, seguro que a él le gustaba otra chica, más guapa y divertida que yo y de aquí, de su ciudad, una chica con la que podría estar sin problemas, suspire y note como él se removía, vi como abría los ojos lentamente, esos ojos verdes que me tenían enamorada, giro su cabeza y nuestras miradas se encontraron, una leve sonrisa se formo en sus labios y yo se la devolví.
-Buenos días, susurro con la voz ronca.
-Buenos días, dije y le di un pequeño beso en la mejilla.
-¿Y eso? Pregunto estirándose un poco.
-Por lo que has hecho por mí, gracias John, tras decir eso sentí como mis mejillas enrojecían, el debió notarlo porque me acaricio las mejillas mientras reía.
-No te sonrojes enana, esa palabra, “Enana”, volvía a estar ahí, -aunque estas preciosa cuando lo haces, y esta vez note como mis mejillas ardían.

Notaba el calor en mi cara, ¡Eres idiota Sarah, ¿Para qué te sonrojas?! Agache la cabeza y la escondí en el hueco de su cuello, escuche como el soltaba una carcajada y acto seguido me abrazaba mas fuerte contra él, me encantaban sus abrazos, había dormido todo la noche abrazada a él y me había encantado, pero como siempre me recordaba a mi misma que no me dejara llevar, que no podía ser por mucho que él me gustara, John no era para mí.
Nos quedamos un rato así, abrazados el uno al otro sin decir nada, y en ese momento me acorde de Mel y Edward, ellos aun seguían aquí, pero me preguntaba donde habrían dormido ya que en ningún momento les vi salir del salón, en ese momento la puerta se abrió y un Edward adormilado asomo la cabeza, nos miro y nos dedico una sonrisa, Mel detrás suya se hacia una coleta, nos susurraron un “Vamos a por el desayuno” y salieron por la puerta, me gire para mirar a John, estaba con los ojos cerrados.
-Eh no te duermas, dije revolviéndole el pelo.
-No estaba dormido, solo pensaba, contesto mientras abría los ojos y me dedicaba una sonrisa, la más bonita que había visto hasta ahora.
Me quede mirándole, como si no existiera nada mas, el pareció notarlo porque hizo una mueca rara lo que hizo que yo riera a carcajadas a las que él también se unió.
-Venga enana, sube, date una ducha y relájate un poco, mientras yo recojo esto y voy poniendo la mesa para el desayuno, asentí y poco a poco nos fuimos levantando.

Le hice caso y subí a mi cuarto, cogí ropa para cambiarme y me dirigí al baño, abrí la ducha y deje correr el agua mientras me quitaba la ropa, en cuanto el agua estuvo lista me metí dentro relajándome, cerré los ojos y recordé todo lo de anoche, su forma de hablarme, como me trato. . . cuando volví a la realidad me di cuenta de que estaba sonriendo como una tonta, si porque eso es lo que era, una tonta enamorada de su amigo al cual no podrá tener nunca. Suspire fuertemente y apague el agua saliendo de la ducha, me vestí y fui a mi cuarto para secarme un poco el pelo y peinarme, tras terminar salí de mi cuarto y baje las escaleras.

Fui hacia la cocina y me quede apoyada en el marco de la puerta, John estaba preparando café mientras tarareaba una canción, MI canción, la misma canción que el toco para mí el día que volví a Dublín, sonreí para mis adentros y me acerque a él sigilosamente, estaba preparada para darle un susto cuando de repente hablo.
-Ni se te ocurra Sarah, dijo sin siquiera mirarme.
-¿Pe. . .? Oggg eso no vale John, ¿Cómo sabias. . .? conteste cruzándome de brazos y apoyándome en la encimera mientras le miraba.
-Edward hace lo mismo, pero ya no caigo enana, nadie vuelve a asustar a John Grimes, dijo mientras revolvía mi pelo y se reía, suspire frustrada y le ayude a poner la mesa.

Justo cuando terminábamos de ponerla sonó el timbre, en seguida el fue a abrir y segundos después Edward y Mel aparecían en la cocina con bolsas, las dejaron encima de la encimera y entre los cuatro colocamos todo lo del desayuno, tras tenerlo todo listo nos sentamos a desayunar entre risas, bromas y carantoñas por parte de la parejita, me quede observándoles, se les veía  tan felices, sonriendo sin parar, la verdad es que me daban algo de envidia  pero me alegraba tanto por ellos, los dos se merecían vivir algo así, dirigí mi vista hacia él, hacia el chico del que estaba enamorada, se reía con su hermano y Mel, no pude evitar sonreír, amaba esa manera suya de reírse, y cuando sonreía sentía que todo se paraba, en ese instante el giro su vista hacia a mí y sí, me sonrió de nuevo, me susurro un “¿Todo bien?” a lo que yo asentí, cogió mi mano que estaba encima de la mesa y entrelazo nuestros dedos mientras me miraba a los ojos, si, estaba enamorada de esos ojos, de esos labios, de su sonrisa. . . ya no me quedaba ninguna duda, estaba perdidamente enamorada de  John Grimes.




domingo, 7 de octubre de 2012

Capitulo 23

Hola mis pequeños duendecillos, pues como veis aquí me tenéis de nuevo jejeje, os traigo info:
He conseguido cambiar mi horario de trabajo asi que los fines de semana estaré en casa con lo cual tendréis capitulo, entre semana tengo poco tiempo para escribir pero por vosotros haré un esfuerzo :)
Y nada sin mas os dejo con este capitulo, espero que os guste amores!
Un besito mis adorables duendecillos! 


NARRA EDWARD

Me despedí de Mel totalmente preocupado, Sarah la había llamado llorando y había dicho que mi hermano había estado allí, ¿Qué has hecho John? Pensé para mis adentros, me quede ahí parado mirando a la nada y decidí llamar a mi hermano para salir de dudas y que me contara que narices había pasado entre ellos.

LLAMADA
-¿Qué ha pasado? Dije nada más que John descolgó el teléfono.
-Edward, la he cagado. . . note como su voz no era la misma.
-John ¿Dónde estás? Mel se ha ido corriendo a casa de Sarah, la ha llamado estaba alterada y llorando.
-Es culpa mía. . . escuche como sollozaba -todo es culpa mía Edward.
-Escúchame, dime donde estas y voy ahora mismo, dije intentando parecer calmado.
-Vete a casa, estoy cerca, ahora mismo voy yo, le escuche arrancar el coche.
-Está bien, no tardes y estate tranquilo, te quiero, conteste mientras comenzaba a caminar hasta casa.
-Yo también, y colgamos.
FIN LLAMADA

Llegue a casa y vi que no había nadie, Salí al jardín y me entretuve un rato jugando con Armani, de pronto levante la mirada y vi a mi hermano apoyado en la puerta, me levante y sin dudarlo le abrace, sentí como él me agarraba más fuerte, nos separamos y fuimos al salón, le dije que me contara que había pasado.
Después de contármelo todo le dije que cerrara los ojos y que empezara a decir todo lo que le gustaba de ella, era la única manera de saber hasta dónde llegaban sus sentimientos, tras acabar de hablar simplemente le sonreí y le dije que si de verdad necesitaba algo mas, estaba claro que por cómo había hablado de ella la quería y no solo eso, estaba enamorado.
Nuestros padres llamaron para decirnos que cenaban fuera, John cambio de idea respecto a lo de salir a cenar fuera asique encargamos la cena, cenamos entre risas y recordando anécdotas del pasado, las cosas habían cambiado tanto, tras terminar de cenar era tarde así que subimos a nuestro cuarto y después de insistir un poco conseguí que mi hermano tocara la guitarra un rato, le pedí que tocara la canción que toco el día que Sarah volvió, me quede observándole mientras escuchaba a mi hermano tocar, y poco a poco el sueño nos invadió a ambos.

[. . .]

Estaba dando vueltas en la cama, hacía rato que me había despertado pero la verdad no tenía ganas de levantarme, me gire haber si mi hermano estaba despierto y no, aun seguía dormido, mire la hora las 9:00 de la mañana, intente volver a dormirme pero no lo conseguí así que me levante y me fui a dar una ducha, me lleve los altavoces para conectar el Ipod a un volumen más bajo de lo normal, no quería despertar a John, mientras dejaba el agua correr me quite la ropa, un escalofrió recorrió mi cuerpo, hoy hacia mas frio de lo normal, no parecía que fuese verano, cuando el agua estaba lista me metí en la ducha relajándome, tras 20 minutos decidí que hora de salir, justo cuando salía del baño entraba mi hermano con cara adormilada y el pelo revuelto.
-Buenos días Ed, dijo bostezando.
-Buenos días, y le di una palmadita en el hombro.
Me asome a la ventana a ver qué tiempo hacia hoy, nada mas asomar la cabeza en seguida volví a meterme, hacia un frio que pelaba, me vestí para estar cómodo en casa pues con el día que hacia segurísimo que no íbamos a salir, justo cuando me gire para bajar las escaleras me choque con mi hermano que salía del baño aun bostezando y secándose el pelo, me pidió perdón y acto seguido se tiro en la cama de nuevo.
-¿Estás bien? Le pregunte acercándome hasta su cama, saco la cabeza de debajo de la almohada y me miro.
-Adormilado pero si, se levanto frotándose los ojos, -¿desayunamos? Le asentí y los dos bajamos las escaleras y entramos en la cocina.
Entre los dos preparamos nuestro desayuno, nuestra madre había dejado una nota diciendo que se había ido de compras con una amiga y nuestro padre estaba trabajando, nos sentamos a la mesa y nos pusimos a desayunar, todo estaba en silencio, de vez en cuando miraba a mi hermano y este tenía la mirada fija en un punto y no paraba de revolver su café.
-Como sigas revolviéndolo se va a marear, dije con una pequeña risa.
-¿Eh?. . . contesto levantando la mirada.
-Oye en serio, ¿estás bien?.
-Sí, solo es que he dormido algo mal, pego un sorbo a su café y se levanto para dejar la taza en el fregadero.

Termine de desayunar mientras mi hermano recogía, tras acabar recogí lo de mi desayuno y limpiamos la cocina, nos fuimos al salón y nos tiramos en el sofá, pusimos la televisión y nos dedicamos a vaguear toda la mañana, íbamos de canal en canal sin que dieran nada interesante, mire el reloj y marcaba las 12 de la mañana, John se estaba quedando medio dormido en el sillón y a mi poco me faltaba, mi hermano tosió y volví a mirarle, si, definitivamente estaba dormido, le vi encogerse, me levante y le eché una manta por encima, parecía un bebe y no pude evitar reírme silenciosamente, tan fuerte que parecía a veces y en el fondo era todo sensibilidad.
Aburrido de ver la televisión decidí apagarla y cogí el portátil, me conecte y vi que mi hermano Kevin estaba conectado, estuve hablando con él un buen rato, decía que todo le iba genial por Alemania, le pregunte cuando volvía y dijo que para nuestro cumpleaños estaría aquí sin falta, estaba estudiando arquitectura y le veíamos cada varios meses, pregunto qué tal todo por aquí y le conté lo de Mel, me contesto que se alegraba y que estaba deseando conocerla, tras varios minutos nos despedimos, estaba terminando de mirar algunos correos cuando John se despertó, le mire, me miro y aparte el portátil a tiempo, se levanto y se tiro encima de mí a hacerme cosquillas.

-Para, para por favor, decía yo entre risas mientras me revolvía en el sofá.
-¡Jamás!, me has abandonado por Melanie.
-John, John, por favor, dije con lagrimas en los ojos de tanto reír, -jamás te abandonaría por una chica, te quiero.
-¿Cuánto? Pregunto poniéndome ojitos.
-Muchooooooo, dije alargando la “o”, y tras eso estallamos en carcajadas.
Se levanto y me ayudo a levantarme a mí, ya era la hora de comer así que entre los dos cocinamos algo, por suerte no quemamos nada porque la ultima vez tuvimos algún que otro problemilla, nos sentamos y comimos entre risas, el ya volvía a ser el mismo, le conté que había hablado con Kevin y que vendría por nuestro cumpleaños, la verdad es que le echábamos de menos, aunque nos tuviéramos el uno al otro, la compañía de nuestro hermano mayor nos hacía falta.
El resto de la tarde la pasamos entretenida, jugamos a la play, vimos una peli e incluso John se animo a componer algo con la guitarra, mientras el seguía escarabajeando en el papel decidí llamar a Mel, me dijo que estaba en casa de Sarah, que habían pasado el día juntas, hablamos un rato mas y ella me pregunto que si quería pasarme un rato, le dije que de acuerdo y me despedí de ella, le pregunte a mi hermano que si se venía, me contesto con un “No no, ve tu yo me quedo aquí” y tras eso volvió a lo que estaba haciendo, me arregle un poco y salí dirección a casa de mi amiga.
Llegue y salude a Sarah y después a mi novia, estaban jugando a las cartas así que decidí unirme, afuera seguía lloviendo y tronando, note que Sarah estaba nerviosa, recibió una llamada y tras colgar la vi pálida, me conto que no soportaba las tormentas y que Leem tenía que viajar esa noche por un problema en la oficina, Mel se ofreció quedarse con ella, acepto encantada pero seguía nerviosa, me invito a cenar y entre los tres preparamos unas pizzas,
Cenamos entre risas, sobre todo para distraer a Sarah, cuando acabamos recogimos todo pero entonces algo nos dejo paralizados, un trueno ensordecedor estallo en el cielo acompañado de varios rayos que por mala suerte cayeron sobre los cables eléctricos haciendo que se fuera la luz, Sarah pego un grito aferrándose a Mel, saque mi móvil para alumbrarnos aunque no servía de mucho, me acerque a ellas y vi que Sarah respiraba con dificultad y estaba temblando, la guiamos hasta el sofá mientras mi novia intentaba calmarla con palabras y abrazándola, me agache a su altura y varias lagrimas recorrían sus mejillas, los temblores iban a mas y su respiración cada vez era más irregular, le estaba dando un ataque de pánico.
-Sarah tranquila, no pasa nada estamos contigo, decía Mel una y otra vez, pero de nada servía.
-Solo hay una persona que puede calmarla, dije mirando a Mel, ella lo entendió, asintió y yo acto seguido llame a la única persona que podría tranquilizar a Sarah.

NARRA JOHN

Edward acababa de irse a casa de Sarah, me había dicho que fuera con él pero la verdad es que no podía, no sabía cómo comportarme después de lo sucedido el día anterior, estaba con la guitarra componiendo algo, después de frustrarme un par de veces porque no encontraba las palabras adecuadas decidí dejarlo, guarde la guitarra y me puse a ver la tele un rato cuando un trueno ensordecedor estallo, varios rayos le acompañaron y uno de ellos hizo que se fuera la luz, me levante tanteando alumbrándome con la luz del móvil, me asome a la ventana y estaba lloviendo, los truenos no cesaban cada vez iban a mas, en ese instante sonó mi móvil, era mi hermano.

LLAMADA
-Edward ¿Qué pasa?.
-¡John! John tienes que venir, parecía angustiado.
-A ver espera, ¿Qué ha pasado?
-John es Sarah, cuando pronuncio su nombre un escalofrío recorrió mi cuerpo, me quede callado.
-¿Recuerdas cuando de pequeños me asustaban las tormentas? Pregunto muy rápido, claro que lo recordaba, Edward tenía pánico y yo era el único que conseguía calmarle,- John a Sarah le pasa lo mismo, está teniendo un ataque de pánico.
-Vale, ahora mismo salgo para allá, Edward háblale, intenta distraerla hasta que llegue.
-Por favor no tardes, y colgó el teléfono.
FIN LLAMADA

Subí a mi cuarto y me prepare lo mas rápido que pude, baje las escaleras prácticamente derrapando, cogí las llaves del coche y sin importarme que afuera estuviera lloviendo me subí al coche y arranque, conduje lo mas rápido que pude manteniendo la vista fija en la carretera, no paraba de llover y los truenos no parecían cesar al igual que los rayos, divise la casa de Sarah y apreté el acelerador, aparque y me baje, corrí hasta la puerta y la golpee varias veces, en unos segundos mi hermano me abrió la puerta, me quite la gabardina y fui al salón donde la vi, tumbada en el sofá respirando con dificultad, me acerque a ella y Mel se aparto.

-Sarah, Sarah mírame, dije mientras le cogía las manos, levanto un poco la vista y me vio.
-Edward ya sabes lo que hay que hacer, el asintió y le pidió a Mel que le ayudara.
Cogí a Sarah en brazos y la levante del sofá, me dirigí con ella a las escaleras, Edward terminaba de colocar varios cojines y alguna manta debajo, la pose con cuidado, me senté apoyando mi espalda en la pared y la puse entre mis piernas con su cabeza en mi pecho, mi hermano cogió a Mel y se fueron al salón cerrando la puerta.
-Sarah, tranquila estoy aquí, mírame, cogí su cara entre mis manos haciendo que me mirara, varias lagrimas resbalaban por sus mejillas y se las quite.
-Respira, ella seguía temblando, -Sarah respira no va a pasarte nada, otro trueno estallo y ella escondió su cara en el hueco de mi cuello mientras se aferraba a mí con fuerza.
-Estoy aquí, estoy aquí, le susurraba mientras acariciaba su pelo y la abrazaba con fuerza, -relájate, respira, no voy a dejarte sola.