lunes, 24 de diciembre de 2012

Capitulo 34

Holaaaaaa mis pequeños y adorables duendecillos!! Bueno tengo varias cositas que comentaros:
-Pues nada ¡ES OFICIAL! he terminado las prácticas, si si, y he aprobadoo, el titulo es mio jeje.
-Ya estoy en casa, osea en casa de mi madre de nuevo, ya tengo Internet ilimitado jajajaja  por fin me sentía sola en casa de mi padre jejeje.
-Ya se que lo he dicho por twitter pero lo repito, ¡PERDONARME! por no ayudar todas esas veces con cositas de los twins, de verdad, me pasaba 10 horas metida en el trabajo y me era imposible.
-PERDÓN de nuevo, lo tenia que haber subido ayer pero me fui a ver a la famili y ya sabéis jejeje
-Y nada creo que ya esta todo, no se me olvida nad. . . ¡MENTIRAAAAA!
¡FELIZ NOCHE Y FELIZ NAVIDAD A TODOS DUENDECILLOS, OTRO AÑO QUE OS TENGO CONMIGO , Y A LOS QUE HE CONOCIDO ESTE AÑO ESPERO PASAR MAS NAVIDADES CON VOSOTROS!

Ahora si, que paséis unas fiestas geniales, para mi este año no lo serán tanto, 1 añito sin esa persona, pero siempre va a estar conmigo, en mi corazón, ¡Te echo de menos David! :'(
Y nada que os quiero mucho chiquis, un montón de amor para todos y a disfrutar de este capitulo que se que os prestara lo que vais a leer ;)


NARRA MELANIE

La cena iba genial, la verdad es que Edward tenía razón cuando me decía que estuviera tranquila, sus padres eran encantadores y me hicieron sentir como una mas desde que llegue, a medida que pasaba el tiempo me sentía mucho mas cómoda, sus padres nos contaban anécdotas de cuando los chicos eran pequeños, Sarah y yo no parábamos de reír, yo miraba a Edward y el solo se limitaba a agachar la cabeza negando mientras tapaba su cara con las manos, John en cambio se dedicaba a pelear con Sarah, cada vez que ella reía le decía que si volvía a reírse volvería a pie a casa, ella le ponía ojitos y el claro no se resistía, nunca pensé que me lo pasaría tan bien.
Acabamos de cenar y John se fue a arriba con Sarah para enseñarle no se qué cosa de la guitarra, yo estaba ayudando a la señora Grimes a recoger cuando sentí unos brazos rodear mi cintura.

-Mama, ¿te importa si te la robo un momento? Dijo Edward mirando en dirección a su madre.
-Claro que no, Mel cariño no te preocupes ya sigo yo, me dedico una sonrisa y yo se la devolví.
Me gire hacia mi chico que me miraba sonriente, me dio un beso en la frente y nos dirigió al jardín, una vez ahí me hizo sentarme en el sillón balancín y el a mi lado.
-¿Pasa algo? Pregunte mientras apoyaba mi cabeza en su pecho.
-Claro que no, todo está bien Mel, mas que bien, y un suspiro se escapo de sus labios, levante la cabeza y le mire.
-¿Seguro? Acaricie su mejilla suavemente, el se limito a mirarme y a sonreír mientras asentía.

Estuvimos un par de minutos en silencio, escuchando el sonido de los arboles moviéndose por el viento, la noche estaba tranquila, no hacia frio y la luna brillaba, tenía los ojos cerrados mientras jugaba con la mano de Edward, el estaba entretenido acariciando mi pelo, me encantaban sus caricias, siempre tan suaves, ojala el no cambiara como lo hizo Eric, ojala que entre nosotros todo fuera bien, lo deseaba con todas mis fuerzas, ya había sufrido bastante en mi anterior relación, de repente me vinieron a la mente las últimas palabras que Eric me había dicho antes de que me mudara, “Nena, da igual donde vayas, sabré donde estas”, un escalofrió me recorrió el cuerpo, ¿Sabría donde estaba ahora? ¿Me habría encontrado? Cerré los ojos fuertemente para alejar esos pensamientos de mi cabeza, “No, no, el no puede saber donde estoy, es imposible, tranquila Mel” me dije a mi misma interiormente, abrí los ojos e incline mi cabeza para mirar a Edward, tenía los ojos cerrados y la cabeza recostada hacia atrás, estaba absolutamente precioso, me disponía a darle un pequeño mordisco en el cuello cuando su voz me sorprendió.

-Melanie estoy despierto, no creas que no sé lo que vas a hacer, dijo con los ojos aun cerrados.
-¿Es que tienes un sexto sentido o algo así? Dije enderezándome para mirarle, abrió los ojos y levanto su cabeza para mirarme.
-Cuando se trata de ti si, dijo mientras acariciaba una de mis mejillas.
-¿Me estabas leyendo la mente Ed? Pregunte levantando una ceja.
-Claro que no Mel, pero tengo un buen maestro, aprendo mucho de él, una sonrisa apareció en su rostro mientras yo hacia una mueca.
-Pues déjame decirte algo, me acerque un poco más, -John es una mala influencia para ti, me miro levantando una ceja.
-¡Oye! Grito una voz, levantamos la mirada y vimos a John asomado a la ventana de su cuarto, -eso ha dolido Mel, dijo llevándose una mano al pecho, Edward empezó a reír.
-¡Pero bueno! ¿Se puede saber que haces espiándonos? Dije cruzándome de brazos.
-Yo no estaba espiándoos, fue solo casuali. . . ¡¡¡Auch!!!, -Sarah, ¿se puede saber porque me pegas? Dijo llevándose la mano a la nuca, mi amiga apareció en la ventana.
-Por cotilla, ahora tira para adentro, John hizo un puchero y se metió de nuevo dentro, -lo siento chicos, ale seguir con lo vuestro, nos dedico una sonrisa y se metió dentro cerrando la ventana.

Edward y yo nos miramos por un momento y sin poder evitarlo estallamos en carcajadas, la verdad es que había sido un momento gracioso, estuvimos hablando durante un rato mas, mire el reloj que marcaba la 1:30 de la madrugada, John se asomo a la puerta y nos dijo que era hora de irse, Edward y yo entramos dentro y tras despedirnos de todos y que la madre de los chicos me dijera que volviera cuando quisiera, salimos, nos metimos en el coche y pusimos rumbo a casa.
Primero me llevaban a mí, estábamos llegando cuando mi móvil vibro dentro del bolso, lo saque y vi que era un mensaje de mi madre, me decía que se quedaban en el pueblo a las afueras y que volverían a medio día, le conteste con un “De acuerdo mama, te quiero” y guarde el móvil, note como John disminuía la velocidad y aparcaba justo enfrente de mi casa, me despedí de él y de Sarah y me baje del coche seguida por Edward, saque las llaves del bolso y abrí la puerta, antes de entrar me gire y Ed me cogió por la cintura mientras besaba mis labios, rodee su cuello y le seguí el beso, juro que nunca me cansaría de sus besos, notaba que necesitaba respirar y lentamente me separe de él, abrí los ojos y me encontré con los suyos, me miraba con una tierna sonrisa en los labios, pase un dedo por sus labios y el apoyo su frente en la mía.
-Ed, susurre, abrió los ojos y me miro, -¿quieres quedarte? Pregunte a la vez que mis mejillas tomaban algo de color.
-¿Quieres que me quede? Dijo cogiendo mi cara entre sus manos.
-Te lo estoy pidiendo ¿no? Le dedique una sonrisa, el me la devolvió y tras darme un pequeño beso susurro “Claro que quiero quedarme”.
Entramos por fin en casa y cerré la puerta con llave, mientras el avisaba a su hermano de que se quedaría a dormir en mi casa, yo entre en la cocina y me serví un vaso de zumo, le sentía hablar en el salón y sonreí, quien me iba a decir a mí que mudarme a otra ciudad me haría tanto bien, Edward era increíble, por más que le buscaba defectos no los encontraba, tal vez un poco testarudo pero nada más, simplemente perfecto.
Estaba dejando el vaso en el fregadero cuando sentí unas manos en mi cintura y un beso en el cuello, instantáneamente cerré los ojos y me deje llevar por la sensación, sus brazos me rodearon desde atrás y siguió besando mi cuello haciendo que algún suspiro escapara de mis labios, me gire hacia él y sin dudarlo le bese, pase mi lengua por su labio inferior y acto seguido me dio ese permiso, nuestras lenguas se encontraron y empezaron a batallar entre ellas, note como poco a poco la intensidad del beso iba disminuyendo hasta acabar separándonos, nos miramos y los dos reímos a la vez.

Después de terminar de reírnos, los dos subimos a mi habitación, entramos y cerré la puerta, le dije a Edward que se pusiera cómodo, cogí mi pijama y me metí en el baño, tras cepillarme los dientes y el pelo, me quite la ropa y me puse el pijama, Salí del baño y casi me da un infarto, me quede quieta apoyada en la puerta del baño mirándole, Edward estaba asomado a la ventana y solo llevaba puesto sus bóxers, no pude evitar mirarle de arriba abajo y morderme el labio, el no se había percatado de que yo estaba mirándole hasta que sin querer se me cayó el cepillo de la mano, el enseguida se dio la vuelta y me miro, tuve que respirar hondo antes de decir nada, aparte de estar casi desnudo, su pelo estaba totalmente despeinado.
-¿Estás bien? Pregunto poniendo una sonrisa torcida.
-Eh sí, sí, estoy bien, es que se me ha resbalado el cepillo.
Me agache a cogerlo y cuando me levante el me lo quito dejándolo encima del escritorio, me miro a los ojos y aparto un mechón de pelo colocándolo tras mi oreja, me estremecí ante su contacto y el rio, pase mis manos por detrás de su cuello y lentamente las fui deslizando a través de su espalda, esta vez fue él el que se estremeció y yo la que reí, volvimos a mirarnos a los ojos y no aguantamos mucho tiempo sin juntar nuestros labios, poco a poco el beso iba subiendo de intensidad, sus manos bajaron por mi espalda y se metieron bajo la camiseta de mi pijama, dejo mis labios por un momento y se dedico a besar mi cuello, no pude evitar que un suspiro escapara de mi boca, subió más sus manos y antes de que pudiera reaccionar estaba levantando los brazos para que pudiera deshacerse de esa prenda quedándome en sujetador, mis mejillas automáticamente se tiñeron de rojo, volvió a besar mi cuello mientras me acariciaba la espalda, note un pequeño mordisco y clave mis uñas en su espalda haciendo que un pequeño gruñido escapara de sus labios.
Volvió a mis labios y los beso lentamente, note como empezaba a caminar en dirección a la cama, mis piernas chocaron contra esta y el lentamente me tumbo en ella colocándose encima de mí, no podía decir que no estaba nerviosa, porque creedme que lo estaba, se separo un poco de mí y me acomode mejor en la cama, iba a decirle algo cuando me callo con un beso, vi como estiraba su mano hacia la mesita y apagaba la luz quedándonos alumbrados por la luz de la luna que entraba a través de la ventana, suspire y entonces escuche su voz.

-No tengas miedo, susurro en mi oído, -prometo no hacerte daño, y acaricio mi mejilla.
Simplemente asentí, y el volvió a besar mi cuello mientras sus manos acariciaban mis caderas, mis manos estaban en su espalda recorriéndola de arriba abajo, note como sus manos subían, una de ellas se metió entre el colchón y mi espalda, sentí como desabrochaba mi sujetador y con un dulce beso en los labios me lo quito, reaccione abrazándome a él, podría jurar que mis mejillas estaban más que rojas en ese momento.
-No tengas vergüenza conmigo Mel, susurro contra mis labios, -eres preciosa, dijo mientras una de sus manos acariciaba mi cuello, yo no dije nada.
-Si no estás segura de esto podemos parar, notaba como su tono de voz era de preocupación, acaricie su mejilla mientras le sonreía y bese levemente sus labios, -Entonces, ¿quieres hacerlo? Pregunto mirándome fijamente.
-Edward, estoy segura de ti, quiero hacerlo, quiero ser tuya. . . mi voz solo era un susurro.
Tras sonreírme me dijo que me relajara, cerré los ojos apoyando mi cabeza sobre la almohada, el seguía con sus besos por mi cuello, mis manos estaban enredadas en su pelo, note sus manos en mis caderas y lentamente sentí como la parte de abajo de mi pijama desaparecía, antes de que pudiera decir o hacer nada sus manos volvieron a mis caderas deshaciéndose esta vez de mi ropa interior, dejándome totalmente desnuda ante su vista, “Relájate Mel, no te hará daño” me dije a mi misma, cogí aire y tras soltarlo lleve mis manos a la altura de sus bóxers, con un ligero movimiento me deshice de ellos, ahora los dos estábamos en igualdad de condiciones, piel con piel y sin nada que se interpusiera entre nosotros.
Edward aparto las sabanas y nos metió entre ellas, su cuerpo era cálido y suave, y su olor embriagador, escondí mi cara en el hueco de su cuello y le bese escuchando como pequeños suspiros escapaban de sus labios, seguía entretenida en su cuello cuando sentí su mano en mi feminidad, suspire al contacto, el levanto la vista hacia mí y me beso cortamente, notaba sus caricias y sin poder evitarlo un pequeño gemido se escapo de mi boca, eso pareció volverle loco porque note como se estremeció, trague saliva y cerré los ojos, los abrí y sin dudarlo deslice mi mano por su cuerpo hasta encontrarme con esa proporcionada parte suya, le acaricie suavemente escuchando sus suspiros y algún que otro gemido, vi como estiraba su mano hacia la mesita pero antes de que pudiera coger su cartera le cogí la mano apartándosela.
-Mel ¿Qué. . .? le corte.
-Estoy tomando la píldora, además quiero sentirte, no quiero que nada se interponga entre nosotros.
Me miro fijamente como si se lo estuviera pensando, le di un pequeño beso y eso pareció convencerle porque entonces le sentí dentro de mí, suspire y me aferre a su espalda, notaba como se deslizaba sobre mí con embestidas suaves, ninguno decíamos nada, solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas y algún que otro gemido, cerré mis ojos echando la cabeza hacia atrás y sentí su lengua en mi cuello mientras seguía entrando y saliendo de mi y sin darme cuenta pronuncie su nombre, sus embestidas se hicieron mas rápidas dándome mucho mas placer, después de varios minutos ambos acabamos rendidos, abrazados entre las sabanas, Edward se acostó a mi lado y me abrazo mientras yo ponía mi cabeza en su pecho.
-Te quiero Melanie, pronuncio con voz suave.
-Yo también te quiero mi rubio, dije con un hilo de voz antes de quedarme dormida en sus brazos.

[. . .]


[Y así los dos hicieron el amor por primera vez, amándose como ambos saben, susurrándose palabras de amor y dando un paso más en su relación. . . Pero quizás las cosas ahora se compliquen, alguien está muy cerca de ella. . .]





domingo, 16 de diciembre de 2012

Capitulo 33

Holaaa mis duendecillos, ¿Como os va todo? A mi bien, estoy feliz y con noticias.
He de deciros que por fin se acabo, el miércoles termino mis prácticas oficialmente y lo mejor de todo es que he aprobado!!
Wiii otro titulo mas que obtengo y nada que el Jueves ya me tenéis aquí de nuevo, a tope y a ayudar en todo! ;)
Y bueno nada, otro Capitulo más, con contenido.... bueno ya lo leeréis ;)
Espero que disfrutéis de el y me dejéis muchos comentarios cuquis jijijijiji
Os adoro mis pequeños y adorables duendecillos, Los of Love!!




NARRA EDWARD

Después de esa llamada que John le había hecho a Nat no volvimos a saber más, el hablo con Sarah al día siguiente que quedaron para verse, ella le había dicho que no se preocupara que confiaba en el, después de eso su relación se afianzo mucho mas, estaban mejor que nunca, se veían a menudo y muchas veces quedábamos los cuatro juntos, Sarah le había contando a Leem que estaba con John, el tras echarle la charla a mi hermano de “Cuídala” “Como le pase algo no respondo  John” en broma claro, les felicito a ambos y les dijo que se alegraba por los dos, nuestra madre ya lo sabía y cuando él se lo conto a nuestro padre la charla fue incluso peor, “Las manos donde pueda verlas hijo” “Usa siempre precaución” “Si le pasa algo Liam te mata pero yo te remato”, mi hermano no sabía dónde meterse y tras un “Confía en mi papa” él le dijo que se alegraba por ambos.
Mi relación con Melanie iba genial, nos llevábamos muy bien y confiábamos el uno en el otro, los días fueron pasando con normalidad, Mel y yo llevábamos un mes y poco mas juntos, yo ya había conocido a sus padres, un día por casualidad en el que ella y yo paseábamos nos encontramos con ellos, fuimos a tomar algo juntos y mantuvimos una agradable conversación, sus padres me acogieron muy bien, son unas personas excelentes y se nota que confían en su hija, después de ese día había intentando por todos los medios convencer a Mel para presentarle a mis padres pero ella se negaba.

-Por enésima vez Edward, te he dicho que no, qué vergüenza, decía tapando su cara con las manos.
-Pero yo te digo que si, además ¿Vergüenza de qué? No te van a comer Mel, conteste riendo.
-Que me da igual, mi respuesta sigue siendo no, decía cruzándose de brazos.
-Mel yo he conocido a los tuyos, es justo que conozcas a mi familia, me cruce de brazos también.
-Lo de mis padres fue casualidad Ed, dijo elevando su cabeza.
-Pues lo siento pero les he dicho que esta noche te llevaría a cenar, me encogí de hombros.
-¿Qué has hecho que? Me miro con los ojos muy abiertos.
-Me has oído, así que te quiero lista a las nueve, ¿de acuerdo?, dije levantando una ceja.
-¡Eres imposible! Que sepas que te odio, dijo apuntándome con su dedo.
-¿Ah sí? Dije acercándome a ella, -¿y que mas soy?
-Un necio, se cruzo de brazos, me acerque más aun.
-¿Qué más?
-Un insensible, su voz temblaba, estaba nerviosa, me acerque más aun y roce su oreja con mis labios.
-¿Me odias? Susurre en su oído.
-¡Oh si!, suspiro y yo reí.
-¿Seguro? Pase una mano por su nuca y la acerque para rozar sus labios, note como se estremeció.
-No, no te odio, ¿Cómo voy a odiarte si me tienes totalmente atrapada? Estoy enamorada de ti Edward Grimes, te quiero, relajo sus brazos y me beso, nos separamos y la mire.
-Ya decía yo que no me odiabas señorita, ella me miro levantando una ceja, -eres una mentirosilla, reí, -y para que no te quepa ninguna duda, yo también estoy enamorado de ti.
-¿Intentas comprarme? Porque no te va a funcionar, se le notaba en la mirada que quería reír.
-¿Ah no? Abrí mis ojos, -que pena, pero igualmente vendrás a la cena.
-No, cerró los ojos negando.
 ¿A sí que quería jugar? Bueno pues vamos a jugar, ay Mel no me tientes he tenido un buen maestro.
-Vaya que si vendrás, dije mientras reía.
-No, volvió a contestar, me acerque lentamente a ella de nuevo y le di un pequeño beso en el cuello.
-¿Vendrás? Ella se estremeció.
-No, contesto con un hilo de voz, volví a besarle el cuello de nuevo.
-¿Y ahora? “Vamos Mel deja de resistirte, no me vas a ganar” pensé.
-N. . . no, su respiración era agitada, otro beso más y un pequeño mordisco, escuche como suspiraba y enredaba sus manos en mi pelo.
-¿Vendrás ahora? “Vamos Mel”
-Iré con una condición, dijo agitadamente mientras yo seguía besando su cuello.
-Lo que quieras, deje su cuello y la mire a los ojos.
-Bésame. . . susurro mientras tiraba de mi pelo, sonreí y presione mis labios con los suyos.

Roce su labio con mi lengua y la suya me dio la bienvenida enredándose con la mía, me incline sobre ella haciendo que quedara debajo de mi, las manos de Mel viajaban desde mi pelo hasta mi cintura acariciándome suavemente, me estaba volviendo loco, baje una de mis manos a su pierna y acaricie su muslo, note como se estremecía con mis caricias, deje sus labios por un instante y recorrí su cuello con mi lengua, un suspiro salió de sus labios y eso me volvió más loco aun, comencé a darle suaves besos por el cuello y algún mordisco, su respiración era agitada igual que la mía, sus manos se metieron bajo mi camiseta y sentí como clavaba sus uñas en mi espalda, esta vez fui yo el que suspiro, “Mel si sigues así no parare” pensaba para mis adentros, veía  que ella no tenía intención de parar, subí la mano que tenía en su pierna y levante un poco su camiseta acariciando la piel expuesta mientras seguía besando su cuello, ella lanzo otro suspiro mas mientras sus manos subían por mi espalda, mi mano subió más y llegue a tocar su sujetador, sentí sus uñas de nuevo en mi espalda, deje su cuello y ataque sus labios, sus manos fueron rápidas y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba sin camiseta y ella acariciando mi espalda y apretando mis hombros.
Hizo un poco de fuerza y consiguió girarnos sobre el colchón, ahora ella estaba sobre mí, acaricio mi pecho mientras yo le sonreía y bajo su cara para atacar mi cuello, sentí su lengua rozarme y suspire, mis manos agarraron sus caderas mientras ella seguía entretenida con mi cuello, “Mel me estas volviendo loco” pensaba interiormente, un mordisco en mi cuello hizo que no me lo pensara dos veces, cogí su camiseta y tire de ella hacia arriba quitándosela, ella ahora me miraba a los ojos mientras sus mejillas tomaban color, me pareció adorable verla sonrojada sobre mí, pase una mano por su pelo y la volví a besar, gire otra vez haciendo que ella quedara debajo de mi de nuevo, y justo cuando estaba llevando mis manos al botón de su pantalón mi teléfono empezó a sonar “Venga ya ¿en serio?” Mel y yo nos miramos, el teléfono dejo de sonar y justo cuando nuevamente iba a atacar sus labios volvió a sonar, gruñí y me levante para cogerlo, el nombre de mi hermano brillaba en la pantalla “Muy oportuno hermanito” escuche a Mel reírse, mientras yo hablaba con John vi como se vestía de nuevo, tras colgar cogí mi camiseta y me la puse de nuevo.

-Bueno preciosa tengo que irme, dije acercándome a ella.
-Una pena, dijo intentando parecer seria, levante una ceja y los dos estallamos en carcajadas.
-A las nueve paso a recogerte ¿de acuerdo? Le di un beso en la frente.
-Estaré lista, “señor me da igual lo que diga mi novia”, reí y ella con migo.
-Y tranquila, todo lo que empiezo lo acabo, le guiñe un ojo y vi como sus mejillas enrojecían.
-¡Cállate! Dijo escondiendo su cara entre sus manos.
-Te quiero preciosa, deposite un beso en sus labios y me dirigí hacia la puerta, - a las nueve Mel.
-Que si pesado tira ya, puso los ojos en blanco y tras reír ante su gesto Salí de su casa, John ya me estaba esperando, me subí al coche y pusimos rumbo a casa.

[. . .]

Terminaba de vestirme cuando sentí el timbre, John asomo la cabeza por la puerta del baño mirándome, escuchamos un “John es Sarah” de nuestra madre, volvió a meter su cabeza dentro y a los 2 minutos salió peinándose mientras se dirigía a las escaleras y desaparecía.
Cuando estuve listo baje abajo, mi madre iba y venía de la cocina al salón y viceversa, mi padre estaba en el sofá sentando leyendo el periódico, Salí al jardín y vi a mi hermano y a Sarah, me acerque a ambos.
-Hola Sarah, dije mientras le daba un abrazo y dos besos.
-Hola Ed, ¿nervioso? Pregunto después de darme dos besos también.
-¿Yo? Para nada, creo que la de los nervios es Mel, ella rio y John negó con la cabeza.
-Por cierto hermanito, ¿sabes que te quiero no? Dije poniéndole ojitos, el levanto una ceja y se cruzo de brazos.
-¿Qué quieres Edward? Sarah reía a su lado.
-Las llaves del coche, para ir a buscar a Mel, dije como si nada, frunció el ceño, Sarah le dio un codazo y el suspiro.
-Está bien, están en la entrada pero te lo advierto Edward un solo rallonazo y te dejo sin descendencia, dijo apuntándome con un dedo.
-Umm pues entonces creo que llegare algo tarde a cenar, habrá que aprovechar, vi como abría los ojos y antes de que dijera nada me fui corriendo hacia la entrada, cogí las llaves y Salí para subirme al coche e ir a buscar a mi chica.
Toque al timbre y escasos segundos después la puerta se abrió dejándome ver la hermosura que tenía delante, mi boca se abrió automáticamente, la recorrí con la mirada de arriba abajo, estaba realmente preciosa, tenia puesto un vestido marrón claro más corto por delante y más largo por detrás con unas sandalias planas de color blanco atadas a su tobillo, su pelo caía a ambos lados natural con esas suaves ondas.
-La baba Edward, dijo Mel sacándome de mis pensamientos.
-Estás preciosa, dije saliendo de mi trance y acercándome para darle un pequeño beso en los labios.
-Gracias, tu también estas precioso, cogió su chaqueta y su pequeño bolso y me miro de nuevo.
-¿Nos vamos?
-Prefiero quedarme y quitarte ese vestido, dije embobado mirándola de nuevo.
-Edward por favor, tapo su cara con ambas manos y yo reí.
-Venga vamos,  dije poniendo mi mano en su cintura.
Cerró la puerta de casa y metió las llaves en el bolso, nos dirigimos al coche y ella paró en seco mirándome con una ceja levantada, la mire y me encogí de hombros.
-¿Le has robado el coche a tu hermano? Pregunto sorprendida.
-¿Qué? No Mel, se lo he pedido y como me quiere demasiado me lo ha dejado, dije haciéndome el indignado por su pregunta.
-Te ha amenazo ¿verdad? Rio mientras subíamos al coche.
-Algo así, sus palabras fueron “Un solo rallonazo y te dejo sin descendencia”, dije poniendo rumbo a casa, Mel empezó a reír y yo con ella.
Al final llegamos bien, el coche estaba a salvo así que mi descendencia también, nos bajamos del coche, cogí a Mel de la mano y caminamos hasta la puerta, saque las llaves y antes de abrir me gire hacia mi novia.
-No estés nerviosa, estoy contigo, le di un pequeño beso en los labios y ella me asintió, respiro profundamente y abrí la puerta para entrar.
-¡ESTAMOS EN CASA!, grite mientras dejaba las llaves sobre el mueble.
Mi madre salió de la cocina y en cuanto nos vio una sonrisa cubrió su rostro, dejo la fuente sobre la mesa del salón y se acerco a nosotros.
-Hola cielo, tú debes ser Mel ¿cierto? Le pregunto a mi novia con una sonrisa.
-Si soy yo, encantada de conocerla señora Grimes, dijo mientras mi madre le daba dos besos.
-Nada de señora cielo, llámame Susannah, le sonrió y mi novia asintió mientras veía como sus mejillas se ruborizaban.
Cogí su mano dándole un apretón para que estuviera tranquila y la guie hacia el salón, mi padre nos vio, dejo el periódico sobre el sofá y se levanto acercándose.
-Papa ella es Melanie, dije una vez estuvo a nuestra altura.
-Encantado de conocerte jovencita, dijo dándole dos besos, - eres más bonita de lo que Edward nos había dicho, vi como mi novia se sonrojaba, -y puedes llamarme John.
-Gracias y yo también estoy encantada de conocerlo señ. . . John, dijo ella rectificando, mi padre le guiño un ojo y se fue a la cocina a por el resto de cosas.
Una vez nos quedamos solos en el salón vi como cogía aire y lo soltaba de golpe, cogí su chaqueta y su bolso y los apoye sobre el sofá, me gire hacia ella y cogí su cara entre mis manos.
-¿Ves? Nada de qué preocuparte, no estés nerviosa preciosa, se tu misma, dije dándole un ligero beso en los labios.
-Estaba realmente nerviosa, dijo apoyando su cabeza en mi pecho mientras yo la abrazaba, -gracias Edward, gracias por ser así conmigo.
-A ti Mel, por aparecer en mi vida, te quiero mucho y si soy así contigo es porque tú me haces ser así, nos miramos y nos sonreímos.

Después de unos minutos mi hermano y Sarah entraron al salón, ellas se saludaron y antes de que mi hermano dijera nada le conteste yo “El coche está perfectamente” me asintió y tras reír los cuatro mi madre nos llamo para que nos sentáramos a cenar, iba a seguir a mi hermano y a Sarah cuando los brazos de Mel me detuvieron.
-Edward, me llamo mientras me agarraba.
-¿Qué pasa? La mire a los ojos.
-Nada, que yo también te quiero mucho, me dio un beso en la mejilla y ambos fuimos a sentarnos en la mesa.


[Parece que las cosas van bien para ambas parejas, la relación de John y Sarah marcha bien por ahora y en cuanto a Edward y a Mel, ellos intentaran dar un paso más, uno que ambos desean, pero lo que ambos no saben es que el pasado de la chica puede aflojar esa relación. . .]





domingo, 9 de diciembre de 2012

Capitulo 32

Hoolaaaaa duendecillos, veíss no me olvido de vosotros y aquí estoy una semana mas con un nuevo capitulo.
AVISO!!! Hay sorpresita, pero no os asustéis ¿Vale? Jejejeje
Bueno comentaros que estube mas de 1 semana sin escribir, pero tranquis amores, he vuelto a ello y he terminado otro capitulo. ;)
Ya me queda menos para volver a casa, he estado pensando en que cuando vuelva tal vez subir dos capis por semana, pero eso se ira viendo.
Os dedico este capitulo a todos, todos os lo merecéis por esos comentarios que me dejáis  y hablando de eso espero que me dejéis muchos jejeje
No os entretengo mas, disfrutad de un nuevo capitulo de "Todo Lo Que Necesito Es Tu Mirada"


NARRA JOHN

Llegue a casa y aparque, me baje jugueteando con las llaves del coche, iba a llamar a la puerta cuando esta se abrió y vi a mi a mi madre mirándome con los brazos en jarras y una mueca en su cara.
-Hola mama, dije mientras besaba su mejilla.
-Hola cariño, me dio un pequeño abrazo pero en cuento se separo volvió a ponerse seria, -¿se puede saber que le has hecho a tu hermano?
-¿Yo? ¿A Edward? Nada mama, conteste extrañado.
-Solo te digo que lo tienes esperándote en la habitación y no muy contento que digamos, dijo a la vez que entrabamos en casa.
-Ummm, ¿y si le dices que no he llegado? Dije haciendo que mi madre riera.
-¡¡¡JOHN GRIMES!!! Escuchamos una voz que nos hizo sobresaltarnos a ambos, trague saliva y mire hacia las escaleras, Edward estaba ahí de brazos cruzados y el ceño fruncido bastante serio,  vi a mi madre acercarse y susurrarme un “Buena suerte” mientras salía por la puerta.
-¿Qué tal Ed? Dije con una gran sonrisa para calmar el ambiente.
-¡JA! Hizo una mueca como de una sonrisa y me miro serio de nuevo, -sube, dijo señalando en dirección a nuestro cuarto.
Respire hondo y me dirigí hacia las escaleras para comenzar a subirlas, al pasar por su lado lo esquive y corrí hasta nuestro cuarto, entre y justo cuando me gire Edward entraba y cerraba la puerta quedándose apoyada en ella con los brazos cruzados, me escudriño con la mirada y luego cerró los ojos para hablar.

-Siéntate, dijo más serio que nunca, iba a contestarle pero me corto, -que te sientes te he dicho, suspire y me senté en mi cama, el se acerco pero no sin antes cerrar la puerta con pestillo, cuando estuvo a mi altura me miro serio y me hizo un gesto para que me sentara en su cama.
-Pero que. . . dije mientras me levantaba.
-Mi cama esta mas lejos de la puerta, así no podrás escaparte, dijo sentándose en mi cama enfrente mía.
Vale definitivamente mi hermano se había vuelto loco, ¿escaparme? ¿Es que acaso estaba retenido? Le mire levantando una ceja intentando saber qué narices le había hecho, el me miro y me mostro una sonrisa un tanto malévola.
-¿Dónde estabas?, pregunto seco.
-Ehhh, sabes que en casa de Sarah, ¿a qué viene es. . .? me corto de nuevo.
-Aquí las preguntas las hago yo, ¿entendido? Levante las manos en un gesto y el siguió hablando.
-¿Dónde la encontraste?
-Caminando, estaba saliendo del parque, conteste resignado.
-¿Qué paso?
-Que paso de que, dije sin entender.
-¿Porque te quedaste en su casa? Se cruzo de brazos.
-Porque ella me lo pidió, me cruce de brazos también.
-¿A si? ¿Sin más? Pregunto abriendo los ojos.
-Estuvimos hablando de lo nuestro, iba a irme pero entonces ella me pidió que me quedase.
-Hubo algo más ¿verdad? Levanto una ceja y se inclino hacia delante mirándome, -suéltalo Grimes.
-¿Desde cuándo me llamas por mi apellido? Pregunte extrañado.
-Te he dicho que aquí las preguntas las hago yo, así que venga, habla, dijo desafiante, suspire y le conteste.
-Me dijo que me quería, le dije que yo la quería también y la bese, conteste mirándole desafiante también.
-Asique os besasteis y ella te pidió que te quedaras ¿no?, asentí.
-¿Cómo acabaste en su cama?
-Iba a dormir en el suelo pero ella me dijo que no me dejaría dormir ahí y que durmiera con ella.
-¿Me crees tonto? pregunto mientras se levantaba.
-Que te digo la verdad.
-¿La tocaste? Dijo de espaldas a mí.
-¿Qué? No  había entendido a que se refería.
-Que si la tocaste, se dio la vuelta, tenía un brazo sobre su pecho y una mano en la barbilla, -ya me entiendes.
-¡¡¡EDWARD!!! Grite abriendo los ojos mientras me levantaba.
-La tocaste o no, contesta, dijo dándome un golpe con el dedo en el pecho.
-¿Qué. . .? ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas? Conteste apartándole la mano, -definitivamente estás loco.
-¿Seguro? Dijo levantando una ceja mientras se cruzaba de brazos de nuevo y se balanceaba.
-Muy seguro, parece mentira que lo preguntes.
-¿Estas con ella? Quiero la verdad, dijo esta vez sentándose en la cama de nuevo.
-Sí, le dije que la quería y que si ese beso significaba que nos dábamos una oportunidad de estar juntos, hice una pausa y seguí hablando, - y ella me dijo que si, conteste totalmente sincero mientras yo también me sentaba en la cama de nuevo.
Vi como bajaba la mirada como si estuviera pensando, se paso una mano por la barbilla y me miro, me escudriño con la mirada, se levanto lentamente y tras sonreír de una forma un tanto extraña se tiro encima de mí.
-No sabes cuánto me alegro, ¡por fin!, por fin estáis juntos, ya era hora hermanito, empezó a gritar mientras me abrazada y me llenaba la cara de besos, se separo y se sentó a mi lado.
-Cuídala John, en serio, ella no es como Nat ¿de acuerdo?, asentí mirándole con una sonrisa, se levanto y camino hasta la puerta, quito el pestillo y antes de salir se giro.
-¡Ah! Se me olvidaba, como le hagas daño te matare, es mi mejor amiga y no quiero verla sufrir, ¿estamos?
-Creí que yo era tu mejor amigo, dije acercándome hasta el.
-He dicho AMIGA John, ¿acaso tu eres una chica? Negué mirándole.
-Bien nos vamos entendiendo, dijo dándome una palmada en el hombro y comenzó a bajar las escaleras mientras yo le seguía.

Justo cuando llegamos abajo entro nuestra madre en casa con bolsas de la compra, Edward y yo se las cogimos y las llevamos a la cocina, nuestra madre entro detrás y cuando nos miro empezó a reírse, Ed la miro y rio con ella, mientras tanto yo me quede ahí parado mirándoles a ambos y sin saber porque se reían así.
Mi hermano le estuvo contando a nuestra madre el interrogatorio que me había hecho y ella no paraba de reír, yo simplemente los observaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido, la verdad es que Edward me había puesto nervioso con tanta pregunta el muy idiota y todo para saber si estaba con Sarah, tras acabar de hablar el móvil de mi hermano sonó y se fue al salón a hablar, yo me quede ayudando a mi madre, mientras ella cocinaba yo ponía la mesa, hasta que empezó a hablar.

-Así que con Sarah todo arreglado ¿no? Pregunto mientras ponía el horno.
-Sí, hemos hablado y al final esta todo aclarado, conteste sin más.
-John, me llamo, -cariño siéntate un momento, dijo sentándose en una silla, deje lo que estaba haciendo y me senté enfrente de ella.
-¿Qué pasa?, dije cruzando los brazos encima de la mesa.
-Cielo, ¿Qué sientes por ella?, pregunto poniendo una mano sobre mi brazo.
-A ti no te voy a mentir, siempre os lo he contado todo tanto a ti como a papa, suspire y la mire, -la quiero mama, estoy enamorado de ella.
-¿Estáis juntos?
-Sí, anoche le pedí que estuviéramos juntos, que nos diéramos una oportunidad y me dijo que si, sonreí recordándolo.
-Es una buena chica, cuídala mucho John y hazla feliz al igual que ella a ti, me sonrió, -me alegro mucho de que estéis juntos, dijo acercándose para darme un abrazo.
-Claro que la cuidare mama, y tranquila, ella me hace feliz y yo la hare feliz a ella, la quiero demasiado, conteste correspondiéndole el abrazo.

Tras separarnos volvimos a lo que estábamos haciendo, justo cuando acababa de poner la mesa Edward entraba en la cocina con una sonrisa de oreja a oreja, le dio un abrazo y un beso a nuestra madre y luego a mí, ¿Y a este que le pasa? Pensé para mis adentros.
Y el mismo me contesto cuando suspiro y dijo “Mama estoy enamorado”, vale sin duda es que había hablado con Mel, me alegraba verle así, se lo merecía después de todo, solo esperaba que esta vez ambos tuviéramos suerte, el incluso la había tenido más que yo, su relación con Caitlin al fin y al cabo había ido bien, lo dejaron pero fue de mutuo acuerdo, ninguno de ellos se hizo daño, los dos se quisieron mucho, Cait era una gran chica, incluso me aconsejo un montón de veces a mí, y cuando por alguna razón ella y Ed discutían, siempre solía dar el brazo a torcer y le repetía lo mismo, “Te quiero y no puedo estar enfadada”, en cambio ¿Yo? Todo lo contrario, Nat era difícil, cariñosa cuando quería pero difícil, nuestra relación fue dando tumbos desde el principio, cuando todo parecía ir bien había algo que hacía que de nuevo las cosas fueran mal, Edward muchas veces me había dicho que porque no acababa con esa relación sin sentido, mi contestación siempre era la misma “La quiero Ed” y yo pensé que ella a mi pero me equivoque, ella me dejo por otro, me dijo que no valía nada, y mientras ella estaba feliz yo estaba destrozado, me costó tiempo y esfuerzo olvidarla pero lo hice, muchas veces me he cruzado con ella, me mira con arrepentimiento pero de nada sirve, no hay un “Hola” o un “Cuanto tiempo”, me ha enviado algún mensaje para que hablemos pero yo no tengo nada que hablar con ella, para mi quedo todo claro el día que decidió romper con lo nuestro, ahora soy feliz, inmensamente feliz con ella, con mi Sarah, se que con ella las cosas irán mejor, empezamos algo “mal” por así decirlo pero hemos sido sinceros el uno con el otro y eso es lo único que me importa, no voy a pensar en el futuro, lo que tenga que pasar pasara, solo me voy a dejar llevar por el presente, por lo que pueda vivir día a día junto a ella.

-John, eeeoooo John, mi hermano chasqueaba los dedos delante mía.
-¿Eh? ¿Qué?, que pasa, dije volviendo a la realidad.
-He estado como media hora llamándote, ¿Dónde estabas?
-Estaba pensando, murmure mientras me pasaba las manos por el pelo.
-Déjame adivinar, ¿el pasado?, pregunto mientras apoyaba su cabeza en una de sus manos.
-Sí, suspire, -pensaba en Natalie.
-¿Ha vuelto a mandarte mensajes? Pregunto con el ceño fruncido.
-Sí, pero como siempre lo he omitido, ya sabes que no tengo nada que hablar con ella Edward, lo siento si ahora esta arrepentida pero es demasiado tarde, han pasado dos años y no creo que un “Lo siento” pueda arreglar el cómo me sentí entonces, dije tan sincero como pude.
Justo en ese momento Edward iba a contestarme pero fue interrumpido por el sonido de mi móvil, lo saque del bolsillo y mire, un nuevo mensaje de Natalie, ni si quiera tenía su número guardado pero por desgracia me lo sabía, respire hondo antes de abrirlo y comenzar a leer.

“Hola John, espero que estés bien, veo que sigues sin contestar ninguno de mis mensajes, realmente me gustaría verte para hablar, siento que te debo un disculpa, se que ha pasado algún tiempo pero me gustaría que fuésemos amigos, espero tu respuesta… Un beso –Nat”

-¿Y bien? Pregunto mi hermano.
-Lo de siempre, quiere que nos veamos para hablar, suspire y mire el móvil entre mis manos pensando si debía acabar con esto de una vez por todas.
-No se John, no me da buena espina, pero la verdad es que esto puede afectar a tu relación con Sarah, así que aunque no me guste nada, llámala y que te diga lo que quiera decirte y cada uno por su lado, acaba con esto de una vez y por todas, dijo mi hermano como si estuviera leyéndome la mente, asentí y tras respirar hondo le di al botón de llamar.

LLAMADA
-¿John?.
-Hola Natalie.
-No puedo creer que me estés llamando, dijo con un tono de ilusión.
-Ya bueno, en fin que quieres, dije secamente.
-Veo que aun sigues molesto conmigo, de verdad quiero arreglar esto.
-Al grano Natalie, no tengo mucho tiempo.
-Vale, oí como suspiraba, -Quiero verte John.
-No.
-Por favor, necesito hablar contigo, necesito pedirte perdón cara a cara.
-Un lo siento no va a arreglar las cosas, no ahora.
-Lo sé pero lo necesito, necesito explicarte. . .  la corte.
-Me quedo todo claro aquel día Nat, nada de lo que me expliques va a arreglar como me sentí, ¿Por qué sabes cómo me sentí? Como una mierda, tú misma lo dijiste “No vales nada John” y así me sentí, hice todo lo que pude para que lo nuestro funcionara, te quería y llegue a creer que tu también a mi pero me equivoque, elegiste y yo también así que no creo que nada de lo puedas decirme arregle eso, es demasiado tarde para un “Lo siento”, me desahogue, necesitaba que supiera cómo me hizo sentirme.
-Yo. . . no tienes ni idea de cuanto me arrepiento de mis palabras John, nunca quise que te sintieras así de verdad, fui una estúpida que no supo valorar lo que tubo, pero he estado pensando que tal vez, no se tu y yo podríamos intentarlo de nuevo.
-Demasiado tarde, estoy con alguien y soy feliz con ella.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Adelante.
-¿Aun sientes algo por mi?
-No, fue mi respuesta inmediata, -me costó olvidarme de ti pero lo logre, realmente no tengo ningún sentimiento hacia a ti.
-Entiendo, se callada varios segundos, -John quiero que sepas que yo no te olvide, aun siento cosas por ti, sabes que no me rindo tan fácilmente.
-¿Qué quieres decir?
-Que luchare por ti, me da igual que estés con ella, se lo que quiero y te quiero a ti.
-Pierdes tu tiempo Natalie, estoy enamorado de mi novia, es con la única que quiero estar.
-Eso ya lo veremos, y antes de que pudiera contestarle me colgó dejándome confundido.
FIN LLAMADA

Mire a mi hermano con miedo en los ojos, ahora mismo me sentía totalmente asustado, Nat puede ser muy persistente y sé que lo que dijo lo decía en serio, Sarah vino a mi cabeza tenía que hablar con ella cuanto antes, antes de que fuera demasiado tarde.


[¿Qué pasara ahora? ¿Se interpondrá Natalie en la relación de John y Sarah? ¿Y que pasa con Edward y Mel? El pasado de ella está más cerca de lo que todos creen. . .]





domingo, 2 de diciembre de 2012

Capitulo 31

Hola pequeños duendecillos, ¿Como habéis empezado Diciembre? ;) Jajajajajaja pues nada empiezo el mes con un nuevo capi, cada vez se pone la cosa mas interesante.... y...... hasta ahí puedo leer!
Solo espero que sigáis leyendo y que sigáis comentando, adoro todo lo que me escribís sois jadfbadvkahbdsb
Bueno no tengo mucho mas para deciros, ya me queda menos para terminar y estar de vuelta, que últimamente me pierdo muchas cosas y NO molaa!! Jummm!!
Así que nada os dejo que disfrutéis o al menos eso espero ;)
Os Quiero cuqimonerias 


NARRA JOHN

Al fin la había besado, después de desearlo tanto tiempo había llegado el momento, cuando me había dicho que me quería había explotado de la felicidad, por fin ella era mía, mi chica, mi novia, mi Sarah. . .
Estaba acostado en su cama con ella, me había pedido que me quedara ¿Cómo iba a negarme? Así que ahí estaba, ella se había quedado dormida poco después de acostarnos aunque era normal, el día de hoy había sido agotador, estaba a punto de cerrar mis ojos y seguirla en ese sueño cuando mi móvil empezó a vibrar encima de la mesita, estire un poco mi brazo y lo cogí, el nombre de mi hermano brillaba en la pantalla.

LLAMADA
-Edward, conteste en tono bajito, no quería despertar a Sarah.
-John, dime que sabes algo de Sarah por favor, te dije que te avisaría pero es que no sé nada de ella y. . . antes de que siguiera hablando atropelladamente le corte.
-Tranquilo hermano, ella está bien, está conmigo, escuche como suspiraba.
-Ufff menos mal, pero ¿Dónde estáis? Son casi las tres de la mañana.
-Estamos en su casa Ed, la encontré caminando hacia aquí y la he traído, susurre.
-Ehh oye, ¿Por qué susurras? Pregunto riéndose.
-Sarah está dormida y no quiero despertarla, iba a seguir hablando pero esta vez me cortó él.
-Espera, espera, ¿estás con ella en su cama? ¡JOHN GRIMES YA ME ESTAS CONTANDO! Dijo con tono de indignación, yo reí por lo bajo imaginándome su cara.
-Tranquilo Ed mañana prometo contártelo todo con pelos y señales, ¿de acuerdo?
-Ummm, está bien, porque es tarde que si no, no te libras, y ahora en serio, cuídala John, me susurro el esta vez.
-Lo haré, buenas noches Ed te quiero, susurre bostezando.
-Buenas noches John, yo también te quiero, y colgamos.
FIN LLAMADA

Volví a dejar el móvil encima de la mesita, note como Sarah se movía, me gire hacia ella y la vi acomodándose en mi pecho, me removí un poco, la abrace y le di un leve beso en la cabeza, cerré mis ojos pensando que al despertarme lo primero que vería seria a ella y sonreí, sonreí porque me sentía feliz, y entre esos pensamientos me fui quedando dormido.

[. . .]

Fruncí el ceño una vez mas y esa sensación paro, segundos más tarde volví a fruncirlo de nuevo, sentía un cosquilleo en mi nariz, me pase una mano por la cara y escuche una ligera risa, abrí un ojo y la vi escondida debajo de las sabanas mientras se reía, parecía una niña pequeña, cerré el ojo de nuevo y me hice el dormido, escasos segundos después volví a notar ese cosquilleo pero antes de que se escondiera bajo la sabana abrí los ojos encontrándome con los suyos, me miro y escondió su cara en mi cuello.
-Eres mala enana, dije mientras le hacía cosquillas.
-No, no, por favor John cosquillas no, decía retorciéndose y riéndose a la vez.
-¿Y tú a mí qué? Dije levantando una ceja mientras le sonreía.
-Es que estabas tan gracioso cuando fruncías el ceño, le mire mal y ella rio.
-Vale lo siento, dijo acercándose a mí, entendí su gesto y me acerque a ella posando mis labios sobre los suyos.
-Buenos días, susurre cuando me separe de ella, ella me contesto con un “Buenos días” también, sentí ganas de besarla de nuevo y eso hice, me incline hacia ella, puse mis manos a ambos lados de su cabeza y roce sus labios suavemente para luego moverlos junto con los míos, roce su labio inferior con mi lengua y segundos después ella me dio ese permiso, nuestras lenguas se encontraron y se enzarzaron entre ellas, poco a poco notaba como ese beso se iba profundizando mas, sentía sus manos acariciar mi nuca y me estremecí por dentro, una de mis manos viajo hasta su cintura, levante un poco la parte de arriba de su pijama y acaricie su piel suavemente, note como un escalofrió recorrió su cuerpo, deje su boca por unos instantes y bese su cuello haciendo que ella soltara un suspiro, sus manos bajaron suaves por mi espalda, levanto un poco mi camiseta y me acaricio, notaba como el calor inundaba mi cuerpo, subí un poco mas mis manos llevándome esa prenda conmigo cuando entonces ella, me paro.
-John. . . susurro cogiendo mi mano y bajándola de nuevo, -yo. . . no. . . No es el momento.
-Lo. . . lo siento Sarah, de verdad, tranquila todo está bien, dije mientras me colocaba de nuevo a su lado.
-No es que no quiera. . . es solo que. . . veía que le costaba hablar así que hable yo.
-No te preocupes pequeña, acaricie su mejilla, -esperare el tiempo que haga falta, ¿de acuerdo?, ella asintió mientras sus mejillas tomaban algo de color.
-¿Te apetece desayunar? Me pregunto acariciando mis manos, conteste con un “Claro vamos” y ambos nos levantamos de la cama.

El reloj marcaba las 10:30, aun era temprano, antes de bajar Sarah me dijo que si quería que me diera una ducha que mientras ella iba preparando el desayuno, le conteste que de acuerdo y antes de que saliera de la habitación le di un pequeño beso, me sonrió y desapareció escaleras abajo, entre en el baño y me despoje de la ropa, regule el agua y me metí dentro dejando que las tibias gotas mojaran mi cuerpo, a mi mente vino el momento de antes e inconscientemente sonreí, la quería y esperaría lo que hiciera falta para poder hacerla mía.
Ya llevaba un buen rato en la ducha, decidí que era hora de salir, me seque y me vestí, deje mi pelo húmedo y baje abajo, entre en la cocina y la vi preparando café, me quede observándola detenidamente, era tan sencillamente perfecta, a cada momento me gustaba más, en ese instante se giro hacia mí y pego un pequeño salto.

-Joder John que susto, dijo llevándose una mano al pecho, -chico la próxima vez avisa por dios.
-Umm, ¿tan feo soy? Dije acercándome a ella y poniendo mis manos en su cintura.
-Idiota, dijo mientras me daba un golpe en el brazo.
-Así que ahora soy un idiota, no me esperaba eso de ti Sarah, dije haciéndome el enfadado, la solté y me disponía a sentarme cuando sentí sus manos agarrarme y rodeo mi cuello con sus brazos.
-Eres un idiota, pero eres el idiota mas adorable del universo, susurro contra mis labios antes de besarlos, le correspondí el beso y segundos después nos separamos, me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

Nos sentamos y nos pusimos a desayunar, bromeábamos, hablábamos de Mel y mi hermano, nos contábamos cosas mutuamente, puedo decir que nunca me cansaría de escucharla, y mucho menos de verla sonreír, al fin me sentía bien conmigo mismo, ella sonreía y me alegraba saber que yo era el causante de ello, terminamos de desayunar y entre los dos recogimos todo, volvimos a pelearnos porque ella no quería que la ayudase, pero como la otra vez pudo observar a cabezota no me gana nadie y al final la ayude.
Tras acabar nos fuimos al salón y nos sentamos un rato a ver la tele, no es que echaran gran cosa pero a mí me valía estar con ella, escuche un gruñido y baje la vista para encontrarme con ella,  tenía la mirada fija en la televisión y el ceño fruncido, reí y pase mis dedos por las arrugas de su frente haciendo que se girara hacia mí, me miro y volvió a dirigir su vista a la tele, un nuevo gruñido  se escapo de sus labios y vi como estiraba el brazo para alcanzar el mando a distancia, cuando por fin pudo alcanzarlo apago la televisión y suspiro.

-A ver cuéntame que te pasa, dije mientras la incorporaba, ella se sentó y puso su cabeza en mi hombro.
-Nada es solo que no me gusta lo que daban, contesto mientras acariciaba una de mis manos.
-¿Y? la mire levantando una ceja.
-Y. . . ¿me cantas algo? Pregunto poniendo ojitos, le dije que no tenia guitarra y ella me dijo que me dejaba la suya, suspire y con un pequeño beso en los labios le susurre un “Esta bien”.
Me sonrió y acto seguido se levanto y corrió escaleras arriba mientras se reía, negué con la cabeza divertido, adoraba verla así y adoraba que con algo tan simple como cantarle algo y tocar la guitarra la hiciera feliz, mientras ella fuera feliz yo lo seria.
Escuche la puerta de su cuarto cerrarse y escasos segundos después ella apareció saltando por el salón con la guitarra en las manos, se acerco a mí, me dio un beso en la mejilla y me dio la guitarra, vi como se sentaba a mi lado con las piernas cruzadas mirándome con los ojos brillantes, respire hondo, me coloque bien y tras pensar unos pocos minutos comencé a rasgar las cuerdas, aclare mi garganta y comencé a cantar mirándola a los ojos, a medida que iba cantando sus ojos se hacían más brillantes, incluso en algún momento pude verlos humedecidos, le regale un par de sonrisas haciéndole saber que estaba con ella, que ahora yo era suyo y ella mía y que todo iba a salir bien.
-Nunca me cansare de escucharte cantar, dijo abrazándome cuando acabe la canción.
-Eso lo dices ahora, dime lo mismo cuando pasen un par de años, conteste riéndome y abrazándola también.
Estábamos separándonos del abrazo cuando sentimos la puerta, giramos la cabeza al mismo tiempo y pudimos ver a Leem entrando en casa, Sarah en seguida se separo de mi y fue corriendo hacia la puerta para lanzarse a los brazos de su hermano que la recibió con los brazos abiertos y una enorme sonrisa, mientras  yo me levante dejando la guitarra apoyada contra el sofá, al girarme les vi a ambos venir hacia mí, el me tendió la mano y yo se la estreche.
-Veo que ya no estáis enfadados, dijo mientras le daba un beso en la cabeza a Sarah.
-Solo eran tonterías, conteste mirando hacia ella, -pero tranquilo Leem todo está arreglado y he cuidado de ella, vi como sus mejillas tomaban color y yo reí por lo bajo.
El nos miro a ambos con el ceño fruncido mientras Sarah y yo reíamos por lo bajo, le dio un beso a su hermana y palmeo mi hombro, nos dijo que iba a darse una ducha y desapareció escaleras arriba, yo me acerque a mi pequeña lentamente y la rodee con mis brazos.

-Habrá que decírselo ¿no? Dije depositando un pequeño beso en su cuello haciendo que se estremeciera.
-Joh. . . John dijo entre suspiros mientras se daba la vuelta para mirarme, yo le sonreí inocente, ella me dio un pequeño golpe en el brazo y yo susurre un pequeño “Auch”.
-Eres un idiota, dijo dándome un beso en la comisura de los labios.
-Sí, pero soy el idiota más adorable del universo ¿no? Conteste pasando mis dedos por sus labios.
-Exacto, se inclino, alcanzo mis labios y los beso suavemente, un escalofrió me recorrió el cuerpo de arriba a abajo, simplemente moría cada vez que probaba sus labios, sentí ganas de profundizar ese beso pero me recordé a mi mismo que no estábamos solos, aparte de que esperaría para poder estar con ella.
Lentamente nos fuimos separando y justo en ese momento Leem bajaba las escaleras secándose el pelo con un toalla, nos dedico una sonrisa picara y entro en la cocina, Sarah y yo nos miramos y empezamos a reír.
-Es hora de que me vaya pequeña, dije cogiendo mi chaqueta y las llaves del coche.
-Está bien, ¿nos veremos luego? Pregunto acompañándome hasta la puerta.
-Mejor mañana, así podrás pasar tiempo con tu hermano, además alguien en casa me espera para que le cuente todo, dije haciendo una mueca de horror, ella rio, me susurro un de acuerdo y me dio un pequeño beso en la mejilla que yo le devolví.
-Te quiero, dijo bajito para que su hermano no nos escuchara, le conteste igual y le dije que de noche la llamaría, camine hasta mi coche, me subí y antes de arrancar me despedí de ella con la mano.

Desaparecí calle abajo sonriendo como un imbécil, pero era un imbécil enamorado, enamorado de la chica más maravillosa que podría existir, ella era todo lo que necesitaba, me complementaba y me mantenía con los pies en la tierra, a mi mente vino Natalie y reí, ella me había dicho que yo no valía nada, seria para ella porque para Sarah era todo lo contrario, yo la hacía feliz y con eso me bastaba.



[Su primera noche juntos como pareja, un amor que comienza y algo por lo que ambos están dispuestos a luchar, ahora solo queda un paso, decírselo a sus familiares, y lo más importante, John tendrá que enfrentarse al interrogatorio de su hermano, lo que él no sabrá es que su hermano pequeño puede hacerle pasar apuros]