domingo, 16 de junio de 2013

Capitulo 42

Hooolaaaaa, si, lo sé, he estado mucho tiempo sin subir y lo siento, han pasado muchas cosas y he tenido algunos problemillas pero estoy de vuelta y escribiendo de nuevo.
No tengo mucho que deciros solo que ahora si que se acerca el final, y por una parte me alegro porque tengo ganas de terminarla, anteriormente he dicho que tengo otra en mente pero no se si sera sobre los twins o personajes cualquieras, dadme vuestra opinión ¿Vale?
Espero que me dejeis muchos comentarios tanto aquí como en twitter ( @MiRy_Jedtioner )
Os quiero mucho mis pequeños y adorables duendecillos, disfrutad del Capi!!!


NARRA MELANIE

Todo había pasado demasiado rápido, mi vida entera había pasado ante mis ojos, recordé todos los momentos vividos con mis padres, con mi abuela, los momentos con Eric, Edward y los chicos, quería abrir los ojos y decirles a todos que estaba bien pero no era capaz, escuche a mis padres hablarme, como mi madre lloraba diciendo que despertara y luego le escuche a él, a mi chico, podía sentir el dolor que había detrás de sus palabras, sentí un leve roce en mi cabeza y con todas las fuerzas que tenia comencé a abrir los ojos, las luces me cegaron al principio pero poco a poco conseguí dejar mis ojos totalmente abiertos, lo primero que vi fue a él, a Edward con algunas lagrimas aun notables en su rostro, cogí su mano apretándola y con un hilo de voz le dije lo que sentía en ese momento “Te amo”, me miro con una sonrisa y me contesto igual.
Los siguientes minutos fueron un caos, médicos entrando y saliendo para revisarme y comprobar que todo estuviera bien y no hubiera daños, tenía varios golpes y una contusión en la cabeza pero no había nada roto, algo que me extraño.

-¿Pero cómo es posible? Pregunte a uno de los médicos que me revisaba, -yo vi el coche, venia en mi dirección, es imposible que ni si quiera tenga un hueso roto.
-Vera señorita Taylor-, el médico se sentó a los pies de mi cama, -por extraño que parezca ha tenido mucha suerte, el impacto ha sido grave, pero cuando la encontraron el chico que iba con usted la estaba protegiendo-.
-¿Qué quiere decir? Me senté y mire al doctor fijamente.
-El señor Baker-, asentí, -recibió todo el impacto, cuando los encontraron el estaba abrazándola, prácticamente estaba encima de usted-, le mire con la boca abierta mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.
-El. . . ¿el me salvo? Pregunte entrecortadamente, no podía creer que Eric hubiera hecho eso por mí.
-Sinceramente, gracias a ese chico usted está aquí ahora-, me dedico una sonrisa y salió por la puerta dejándome sola con todos mis pensamientos.

No podía creer que aun después de todo el me hubiera salvado, las lagrimas recorrían mis mejillas mientras recordaba todos los momentos de los últimos días, cuando había vuelto a verle, la paliza a Edward, la discusión en el coche, pero aun así el me había protegido, en ese momento la puerta se abrió y vi entrar a mi madre, que en cuanto me vio llorar se acerco rápidamente.

-Mama. . . murmure entre lagrimas, mi madre se separo y me miro mientras secaba mis mejillas, -mama él. . . el me salvo, Eric me salvo mama-.
-Lo sé mi amor, los médicos nos informaron de todo-, volvió a abrazarme mientras yo seguía llorando, -Melanie gracias a él estas aquí ahora-.
-Mama-, me separe de ella, -quiero verle, quiero saber como esta-, mi madre me miraba sin poder creerlo, -por favor-, susurre.

Tras convencerla mi madre se fue a hablar con los médicos, mientras tanto Edward seguido de John y Sarah entraron para verme, estuvimos hablando de todo y haciendo planes para cuando me dieran el alta y pudiera volver a casa, me encantaba estar de vuelta y estar con mis amigos, a los pocos minutos Sarah y John se despidieron y dijeron que volverían mañana, Edward decidió quedarse conmigo, estábamos riéndonos de una de sus bobadas cuando mi madre y uno de los médicos que me atendían entraron, el médico me dijo que podía ver a Eric, me sentaron en una silla de ruedas y me llevaron hasta la habitación donde estaba.
Cuando le vi no pude evitar que una lagrima recorriera mi mejilla, estaba lleno de cables y tubos, con los ojos totalmente cerrados, su cara llena de cortes al igual que su pecho ya que lo tenía descubierto, me acerque un poco y cogí una de sus manos.

-Eric. . . susurre, ¿puedes oírme? Soy Mel-, decía mientras acariciaba su mano, note un leve apretón y levante la vista, el estaba con los ojos abiertos, -Hola. . ., susurre de nuevo.
-Mel. . . su voz solo era un susurro debido a lo débil que estaba.
-No deberías hablar, estas muy débil-, dije con una pequeña sonrisa, el negó instantáneamente.
-Estoy bien, ¿Cómo estas tu? Pregunto cogiendo mi mano con fuerza.
-Bien-, suspire, -gracias a ti estoy bien-, el esbozo una pequeña sonrisa, -no sé porque lo hiciste Eric, pero gracias-.
-Por ti, lo hice por ti, me he portado como un capullo contigo y lo siento, si alguien merece morir aquí soy yo, no tu-, yo negué con la cabeza.
-No hables como si estuvieras despidiéndote, no vas a morir-.
-Melanie-, estiro su mano para poder acariciarme la mejilla, -perdóname, por todo Mel, por engañarte, por pegarte, por haber herido a tu novio, perdóname por haber sido un hijo de puta contigo-.
En ese momento no sabía que decir, estaba en shock, el me estaba pidiendo perdón por todo lo que me había hecho, sentí como mis lagrimas caían por mis mejillas y como él me las quitaba con su pulgar.
-No llores Mel, no merezco que llores por mí-, respiro hondo y siguió, -no debería haber formado parte de tu vida, solo te he hecho daño. . . yo. . . solo. . . te pido que me perdones por todo-.
-Eric. . . las palabras apenas salían de mi boca, recordé todos los buenos momentos que viví con él y decidí que no me arrepentía de ninguno, -yo. . . no sé qué decir ahora mismo-.
-Lo entiendo-, se quedo callado unos segundos, -¿sabes? En el fondo siempre supe que estaba enamorado de ti, cuando me gritaste y vi ese coche lo supe, supe que aun te quería después de todo-, iba a hablar para decir algo pero él me corto, -se que tu estas enamorada de el, y entendería que me odiaras pero me gustaría irme sabiendo que la chica a la que quiero me ha perdonado-.
-Deja de decir que vas a morir por favor-, dije mientras cogía su mano con fuerza, -vas a ponerte bien y por supuesto que te perdono Eric-, el me sonrió y me dijo algo que me desconcertó.

Avise a uno de los médicos que atendía a Eric para que le avisara, el me había pedido hablar con él, no sé como reaccionaria Edward ante eso pero no tuve tiempo de pensarlo mucho porque la puerta se abrió y un Edward confundido entro en la habitación poniéndose a mi lado.

-¿Te preguntaras porque quiero hablar contigo verdad? Le dijo Eric mirándole, Edward no contesto, se limito a asentir, -escucha Edward sé que me odias y no te culpo, solo quería pedirte perdón y decirte que siento lo que te hice-, por un momento Eric me miro y esbozo una sonrisa, luego volvió a mirar a Edward, -cuídala por favor, ella vale mucho-.
-Te prometo que la cuidare y por lo demás, no te preocupes, estas perdonado-, Edward le dedico una sonrisa y ambos se dieron un apretón de manos.
Justo en ese momento una de las maquinas a las que estaba conectado empezó a pitar, Eric apenas podía respirar, yo grite asustada y vi como Edward salía en busca de algún médico.
-Eric por favor, ¡mírame!-, gritaba para que el no cerrara sus ojos, -te vas a poner bien ya lo veras-.
-Mel. . . susurro apenas audible, -perdóname. . ., justo en ese momento un medico entro en la habitación, yo tenía la mano de Eric agarrada aun.
-Te perdono, claro que te perdono-, dije entre lágrimas, -no te vayas por favor-, susurre mientras veía como sus ojos se cerraban.
-Te quiero. . . susurro antes de cerrar sus ojos por completo.

Fue ahí, cuando el médico pronuncio “Hora de la muerte” cuando me di cuenta de lo que había pasado, Eric acababa de morir, su mano seguía entre la mía y mis lagrimas seguían en mis mejillas, pronuncie su nombre varias veces esperanzada de que abriera sus ojos pero no lo hizo, se había ido, Edward me abrazo y me susurro un “Lo siento”, después salimos de la habitación, yo estaba en shock por todo lo que había pasado, no podía creer que el acabara de morir delante de mí, sentí unas caricias en mi pelo.

-Shh tranquila mi amor-, me decía Edward, -Mel-, cogió mi cara entre sus manos mirándome a los ojos, -sé que es duro pero se ha ido sabiendo que tu le has perdonado, se ha ido feliz sabiendo que la chica a la que ama le perdono por todo-.
-¿Lo sabías? Pronuncie asombrada, me miro y esbozo una sonrisa.
-Vi como te miraba Mel, te miró exactamente como lo hago yo-, dijo mientras me abrazaba, -y ese te quiero ayudo un poco-, reí por eso, -voy a cuidarte siempre preciosa, por él y por mí, te amo Melanie-, y deposito un beso en mis labios.

Los días siguientes pasaron sin incidentes, tranquilos, yo ya estaba mucho mejor y por fin me daban el alta, estaba acabando de vestirme cuando un Edward muy sonriente entro en la habitación, me abrazo y me beso, cogió mis cosas y ambos salimos de la mano de aquel hospital, John nos esperaba fuera, en cuanto me vio me abrazo fuertemente mientras me decía que se alegraba de que por fin pudiera volver a casa, nos subimos al coche y John arranco.
Lo primero que pensé fue que iríamos a casa pero no era así, John me empezó a decir que había alquilado una pequeña cabaña en la playa para pasar el fin de semana los cuatro solos y que no me preocupara por nada, que mi maleta estaba en el maletero, mire a Edward inmediatamente que se encogió de hombros y dijo “Tu madre me ayudo”, reí ante eso y les di las gracias a los dos por lo que hacían por mí, aun quedaban dos horas de viaje asique me acomode en el asiento para poder dormir un poco ya que los últimos días apenas lo había hecho, cerré los ojos escuchando como Edward y su hermano se peleaban por la música, reí interiormente y poco a poco me sumergí en un sueño.

[. . .]

Note como me acariciaban el pelo y poco a poco comencé a abrir los ojos encontrándome a Edward mirándome con una sonrisa en sus labios, le dedique una sonrisa y me dijo que ya habíamos llegado, me levante del asiento y Salí del coche.
Lo primero que note nada más bajarme fueron unos brazos rodearme, cuando nos separamos pude ver a mi mejor amiga, Sarah me sonreía y en seguida me cogió del brazo para llevarme dentro de la cabaña y enseñármelo todo, mire a los chicos que reían, les pedí perdón con la mirada y John me hizo un gesto para que me fuera con ella que ellos se encargarían de las maletas.
Sarah y yo estábamos enfrascadas en una conversación sentadas en la mesa de la pequeña cocina mientras bebíamos un zumo cuando vimos a los chicos entrar, Ed me dio un beso en la frente y subió las escaleras para llevar mis maletas, John le dio un beso a su chica y se tiro en el sofá cogiendo el mando de la televisión.
En ese momento me di cuenta de donde estábamos, mire a Sarah que en cuanto lo noto levanto una ceja, dirigí mi vista a John que frunció el ceño y cuando Edward llego a donde estábamos le dedique una picara sonrisa, ahí estábamos los cuatro mirándonos unos a otros y entendiendo lo que iba a pasar en un instante, me levante de la silla y tras coger aire lo solté.
-¡Tonto el ultimo! Grite y Salí corriendo por la puerta en dirección a esa enorme playa que se extendía ante nosotros.
Estaba parada en la orilla viendo como los demás corrían hacia aquí hasta que lo vi, Edward corría como si le fuera la vida en ello pero en un abrir y cerrar de ojos tropezó cayendo en la arena, Sarah iba detrás de el intentando coger a John cuando sin querer tropezó con una de las piernas de Edward cayéndose de bruces, no pude evitar reírme, era una escena graciosa, en la orilla a pocos metros de mi estaba John riéndose a carcajada limpia, me acerque sigilosa hasta él y antes de que pudiera reaccionar le di un empujón haciendo que callera al agua y se mojara de arriba abajo.
-¡Melanie! Grito después de salir a la superficie.
-Que pasa cuñadito ¿no te gusta el agua? Dije riéndome sin parar desde la orilla, pero en ese momento sentí como todo mi cuerpo estaba empapado, Salí a flote y vi a un Edward riéndose a mi lado.
Así fue como pasamos el resto de la tarde, jugando y riendo y peleándonos entre los cuatro, en un momento en el que los dos iban a por Sarah me pare y mire al cielo.

-Tu estas aquí con nosotros-, susurre cerrando los ojos, -cuídame desde ahí Eric. . . suspire y quite la pequeña lagrima que se escapaba de mi ojo, note sus brazos rodearme y sonreí, me di la vuelta abrazándole con todas mis fuerzas, “Siempre estaré contigo” susurro en mi oído, esa fue la última vez que tuve contacto con él, porque juro que él estaba ahí en ese momento.



[La muerte de Eric lo cambia todo, los cuatro amigos se unirán mucho mas, una de las parejas demostrara su amor mas allá, pero no todo es oro lo que reluce, el final del verano se acerca. . .]